La pandemia ha dado en las últimas 24 horas un salto hasta los 3.461 contagios de COVID19 en Baleares, 1.097 más que ayer, y 8 muertos en la víspera de Sant Sebastià, con lo que ya son 1.099 los fallecidos causa del coronavirus SARS-CoV-2 y sus variantes, desde que se dio la crisis oficialmente por iniciada, en marzo de 2020. La tasa de positividad, que no debería superar el 5% y tender al 3%, sigue disparada, hasta el 33,88%.
Aunque por la elevada tasa de vacunación en Baleares, 83,46% con la pauta completa, y la aparente menor virulencia de la variante Ómicron, que la mayoría de los casos sean leves -las últimas cifras señalan que hay en estos momentos 61.216 casos activos en Baleares- se está viendo compensado por la gran capacidad de contagio del virus que está llevando a muchos enfermos, aunque pocos sobre la masa de contagiados, al hospital.
Por ello la asistencia sanitaria se está resintiendo como nunca lo había hecho en anteriores etapas de la pandemia. 359 pacientes con COVID19 están hospitalizados en planta y 91 en UCI, lo que supone un 26,69% de ocupación de las plazas de cuidados intensivos, con un riesgo de saturación calificado por los expertos de «muy alto», lo que acerca cada vez más la temida posibilidad de que no haya suficientes plazas de UCI para quienes las necesiten.
Y esta situación de contagios explosivos lleva en vísperas de la última gran festividad religiosa del invierno, Sant Sebastià, patrono de Palma de Mallorca, en vistas a la cual se han anulado los principales actos multitudinarios y se pide desde las autoridades sanitarias que en los encuentros sociales que se vayan a realizar se guarden las medidas de seguridad para evitar un empeoramiento de la ya de por sí explosiva situación.