Con motivo de la celebración, este viernes 25 de febrero, del Día del Implante Coclear, los especialistas han afirmado que este dispositivo consigue una mejora significativa de la calidad de vida, el estado cognitivo general (memoria, atención y lenguaje), y la salud mental (ansiedad, depresión) de los pacientes con pérdida de audición severa, tras un año de uso del implante.
Así lo indican los resultados de un estudio realizado en los hospitales universitarios La Paz y Ramón y Cajal, que cuenta con la participación de varios miembros de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), como el doctor Luis Lassaletta, presidente de la Comisión de Otología.
Otra investigación publicada esta misma semana, en la que también participa el doctor Lassaletta, junto a miembros de centros de excelencia en audición de todo el mundo, incide en que los implantes cocleares (IC) mejoran la calidad de vida de los pacientes con pérdida auditiva severa de forma significativa.
Más del cinco por ciento de la población mundial (430 millones de personas) padece una pérdida de audición discapacitante que requiere tratamiento (432 millones de adultos y 34 millones de niños).
Afecta a una de cada 10 personas
La OMS estima que en 2050 esta disfunción afectará a una de cada 10 personas (700 millones). La prevalencia de la pérdida de audición aumenta con la edad: entre los mayores de 60 años, más del 25 por ciento padece una pérdida discapacitante. Por ello, la SEORL-CCC insiste en la importancia de tomar conciencia sobre este problema asociado a la edad.
Los especialistas remarcan que, incluso en una etapa avanzada de la vida, no resulta en absoluto desaconsejable la colocación del implante coclear. Por ello, cada vez se realizan más estas cirugías en adultos mayores de 75 años.
De hecho, no existe una edad máxima para colocar un implante coclear. Los candidatos a este dispositivo deben cumplir con las siguientes condiciones: estado de salud compatible con una intervención quirúrgica, capacidad cognitiva adecuada para sacar provecho del implante, y compromiso para realizar las programaciones y la rehabilitación.
Además, en pacientes con pérdida de audición, el implante coclear puede mejorar el deterioro cognitivo asociado a la edad.