Este es el caso de un médico de Familia que, como muchos otros, ha sido víctima de las amenazas por parte de un paciente. El médico cuenta en una entrevista que no podía dejar pasar otra agresión más y, menos aún que le levantaran la mano. Tras la situación que había padecido acudió al Colegio de Médicos, donde le animaron a denunciar a su agresor. Cuenta que fue el mismo Colegio de Médicos, quien le facilitó un abogado para incoar el procedimiento, pues ante estas situaciones, debe haber tolerancia cero.
En la sentencia que puso fin a estad enuncia, se ha condenado al agresor a pagar una multa de 900 euros y, a su vez se le impone una orden de alejamiento de 300 metros durante seis meses. El especialista en Medicina de Familia se muestra contento con el resultado del procedimiento pero, su satisfacción ya no es tanto por el logro individual sino por la visibilidad que le ha dado a estos tipos de casos, pues su angustia y la de los demás profesionales es que esta realidad, no les ocurra a otros de sus compañeros.
Ante estas situaciones, las instituciones sanitarias animan a los profesionales de la salud a que denuncien cualquier agresión que sufran por parte de los pacientes, tanto verbal como física. La denuncia en estos casos, además de conseguir el castigo del agresor, se trata de un gesto de solidaridad hacia los otros compañeros, pues el objetivo que se desea alcanzar es el de la protección de todos los sanitarios. Sin duda es muy importante que, se de visibilidad a estos temas porque son mínimos los casos que se denuncian.
Tanta es la preocupación que se respira que, desde el Sindicato de Enfermería (Satse) se presentó una propuesta de norma estatal contra las agresiones a los profesionales sanitarios en la que se recogen medidas destinadas a la protección de los derechos de este colectivo. Lo cierto es que, según los datos facilitados por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos: se detectaron 612 casos de agresiones en 2021, un 39 por ciento más que el año anterior. Teniendo en cuenta que estos casos son únicamente la punta del iceberg, ¿cuántas agresiones se están padeciendo en realidad? Por todo ello, la importancia de denunciar para evitar futuras agresiones a los profesionales sanitarios.