El conseller de Medi Ambient i Territori, Miquel Mir, ha participado, este viernes, en una jornada de limpieza de residuos con voluntarios en el Área Biológica Crítica (ABC) de Magaluf, organizada, en el marco del programa Let’s Clean Up Europe, por el ayuntamiento de Calvià con la colaboración de Cruz Roja.
Durante la jornada, se han conseguido retirar unos 350 kilos de residuos, que se han separado por fracciones para ser trasladados al centro de transferencia correspondiente. A la espera del triaje y pesaje final por parte de Calvià 2000, se han retirado dos contenedores grandes de la fracción resto, cuatro de envases y dos de vidrio.
A las tareas de limpieza, se han sumado a los voluntarios el director general de Residus i Educació Ambiental, Sebastià Sansó, y el regidor de Medio Ambiente del ayuntamiento de Calvià, Rafel Sedano. El objetivo de esta iniciativa se enmarca dentro del Let’s Clean Up Europe 2022.
Se trata de limpiar esta zona de especial interés biológico y a través del impacto en los medios de comunicación, sensibilizar el público en temas de protección del medio ambiente, y más concretamente, sobre los problemas de los residuos, especialmente en la zona prelitoral.
Mir ha explicado la importancia de la retirada de residuos que pueden afectar no sólo los hábitats terrestres donde se encuentran, sino también los marinos y, por la otra, dar visibilidad a una área tan importante por la subsistencia de limoniums endémicos como esta.
El prado de Magaluf era una antigua zona húmeda de Calvià dedicada a la producción salinera que se había degradado por completo desde la construcción de infraestructuras e instalaciones hoteleras. Esta zona constituye un ecosistema esencial con una alta biodiversidad botánica.
Dentro de una superficie de 9 hectáreas es posible encontrar hasta cinco especies endémicas de saladinas (Limonium magallufianum, L. boirae, L. carvalhoi, L. ejulabilis y L. Inexpectans). Las cuatro últimas están catalogadas en peligro de extinción en el Catálogo Balear de especies amenazadas.
Ocupan superficies reducidas en el prado y con un número de individuos abajo. Todo esto determinó la designación de la zona como Área Biológica Crítica (ABC) a raíz de la cual, se hicieron una serie de actuaciones como cierres y retirada de basura con la colaboración del ayuntamiento de Calvià y la propiedad.
Los impactos como el pisoteo de las personas, el vertido de basura y escombros, la reducida cantidad de individuos, las especies exóticas invasoras, etc., ponen todavía en peligro la supervivencia de estas especies únicas.
Una de las principales amenazas fue, en un principio, la calificación de los terrenos como urbanizables. Afortunadamente, la desclasificación ha permitido parar algunos proyectos constructivos y crear una zona verde muy conservada para los ciudadanos.