El Dr Raúl García, responsable del servicio de Nefrología y Hemodiálisis en el grupo hospitalario privado, explica los cambios y problemas que los pacientes renales pueden experimentar en verano y recomienda venir a Mallorca a turistas en hemodiálisis de todo el mundo, por disponer en Juaneda Hospitales de los equipos más avanzados de las Islas Baleares
El doctor Raúl García Castro es el coordinador de Nefrología de Juaneda Hospitales. Está al cargo de la que es sin duda la más avanzada unidad de la sanidad balear. A continuación, el Dr García ofrece una serie de consejos para que los pacientes con insuficiencia renal y sobre todo en hemodiálisis, puedan disfrutar de un verano con calidad de vida, planteándose no solo actividades de recreo, sino, incluso, viajes de varias semanas.
P.—¿Cómo viven los pacientes de insuficiencia renal las altas temperaturas, hay algo que les afecte más, ante lo que deban cuidarse?
R.—Los pacientes renales son mucho más vulnerables a la deshidratación; al existir deterioro de la función renal, la percepción de la sed es menor y por lo tanto es muy importante garantizar aportes hídricos adecuados durante los meses de verano. Durante estos meses, en pacientes con enfermedad renal crónica que no hayan comenzado diálisis, es fundamental beber cada día dos litros o dos litros y medio de agua.
P.—Es interesante que explique esto, ya que hay quienes se confunden con el hecho de que los pacientes en diálisis no pueden beber o han de beber mucho menos, ¿no es así?
R.— Es fácil confundirse, ya que pasamos de decirles en la consulta de enfermedad renal avanzada que beban mucho, al menos dos litros de agua al día, y al llegar a la diálisis continúan con la misma ingesta, cuando en esas nuevas circunstancias ya no es así. Cuando un paciente entra en diálisis puede ingerir el mismo volumen de líquido que orina habitualmente en un día, más medio litro. Si orina medio litro, puede beber un litro de agua al día. Es una regla sencilla para orientarse en el día a día; es un cambio de paradigma, y mucha gente no lo sabe. También hay que tener en cuenta que si el paciente hace algún tipo de deporte, de esfuerzo o de actividad física energética, con las cuales suda y pierde muchos líquidos, puede aumentar otro medio litro la cantidad de agua diaria.
P.—Hubo un tiempo en el que no podían beber nada…
R.—Eso es un concepto de tiempos pasados. Es prácticamente imposible para cualquiera no beber nada, es contrario a la calidad de vida que queremos conseguir. Hoy en día, los pacientes que no orinen nada, pueden beber cada día en total medio litro de agua u otros líquidos. Imagínese cómo sería no poder tomar un caldo o beber un vaso de agua; sería excesivo.
P.—¿Cambia la dieta de los pacientes de diálisis en verano?
R.—Realmente, no. Lo único es que se les insiste aún más en el concepto de comer sin sal, porque la sal da sed. Si el paciente se excede en la cantidad de sal que ingiere, tendrá más sed y beberá más, con lo cual acumulará mayor cantidad de líquidos, y la diálisis se tolerará peor. Lo más importante es tener en cuenta el fósforo y el potasio de los alimentos. Por ello les aconsejamos que se ciñan a comer frutas como la manzana, la pera, la piña natural en su jugo (sin el jugo), etc., y evitar aquellas más típicas en verano, como por ejemplo el melón, muy rico en potasio; hay que buscar las opciones más sanas a nivel renal, descartando helados y bollería industrial, siendo la fruta congelada una alternativa saludable y refrescante.
P.—¿Para el paciente que ya está en diálisis, hay cambios en el tratamiento durante el verano?
R.—El tratamiento viene siendo el mismo. Uno de los principales problemas con los que nos encontramos es que los pacientes en verano quieren viajar y se preguntan si estando en diálisis pueden hacerlo. La respuesta es que sí. El paciente debe viajar y tener las mismas posibilidades en este sentido que un paciente sano. Y es relativamente sencillo. El paciente tiene que comunicarlo en su centro de diálisis habitual, indicando la ciudad a la que se va a desplazar; nosotros lo que hacemos desde Juaneda Hospitales, es ponernos nosotros mismos en contacto con el sitio al que va a ir, les mandamos un informe y se conciertan unas fechas para el desplazamiento. Tenemos que entender que los pacientes renales son personas que tienen que tener la misma calidad de vida que el resto de la población.
P.—¿Es Mallorca un buen destino para pacientes dializados?
R.—Es uno de los mejores. Desde Juaneda Hospitales hacemos una oferta inmejorable para el paciente en hemodiálisis, tanto a nivel clínico como de destino, que no es posible en ningún otro sitio de la península. Mallorca es un destino turístico fantástico, con una oferta de ocio inmejorable, tanto para un paciente renal como para una persona sana. La luz, el agua, el paisaje, ni son comparables ni se encuentran en ningún lugar de España. A nivel clínico, en Juaneda Hospitales, disponemos de la hemodiálisis más avanzada de toda la isla, tanto a nivel técnico, como en calidad humana, dando una atención individualizada para cada paciente, y con una oferta de hemodiálisis tanto a nivel domiciliario como en el propio hospital, que cuenta con el respaldo de todo el grupo Juaneda (laboratorio, hospitalización, consultas externas, etc), que no existe en otros centros, y con presencia en toda Mallorca. Todo ello garantiza que la calidad de vida del paciente en hemodiálisis, que acude a pasar sus vacaciones aquí y nos elige para realizar su tratamiento, sea muchísimo mejor que la que se puede encontrar en ningún otro sitio.
P.—Obvio es preguntarlo, pero imagino que para pacientes que vengan de cualquier otro punto de España o del extranjero, existe una comunicación de calidad con sus centros de referencia.
R.—Por supuesto. Existe un protocolo, en aplicación del cual, cuando se ponen en contacto con nosotros, se solicitan una serie de datos clínicos que nos permiten hacer la diálisis exactamente igual que en sus centros de origen; a posteriori, al finalizar su período vacacional, se envía un informe completo a su centro de referencia dando cuenta detallada del tratamiento recibido. Además, contamos con un excelente equipo de intérpretes y de relaciones públicas que facilita su estancia al paciente tanto de origen nacional como extranjero. Todo el hospital se pone a disposición del paciente, tanto para consultas ambulatorias con diversos especialistas, hospitalización, etc. Así, el paciente dispone de un equipo médico completo con atención las 24 horas, que responde a todas sus necesidades
P.—Además, ofrecen ustedes una innovación muy interesante de personalización de los líquidos de diálisis, ¿en qué consiste?
R.—En Juaneda Hospitales, disponemos de la capacidad técnica para valorar la cantidad de sodio de la sangre del paciente durante la diálisis. Esto es muy importante, puesto que como se trata pacientes a los que se les indica comer sin sal, lo que no podemos hacer cuando están en diálisis es aportarles más. Así, con la individualización del sodio que hacemos en el líquido de la diálisis de nuestros pacientes, conseguimos que si tienen unos niveles de sodio altos, se reduzcan paulatinamente a lo largo de la sesión, mejorando el control de la presión arterial, la tolerancia a la diálisis, y la sensación de sed entre las sesiones. Y de la misma forma, se individualiza a cada paciente el bicarbonato. Todo esto nos permite reducir dolores de cabeza, vómitos e incluso problemas cardíacos durante la diálisis. En la mayoría de centros, se establecen unos valores estándar, iguales para todos, y es algo que en el 70% de los casos puede ir bien, pero hay un 30% en el que no va bien. Por todo ello, es mejor individualizar al 100% de los pacientes y que cada uno reciba un tratamiento acorde a sus patologías y características clínicas. De esta forma, los avances tecnológicos con los que contamos permiten mejorar la calidad de vida de cada paciente de una forma tangible y real. La diálisis tiene que añadir calidad de vida a los años, no años sin calidad a la vida. Y para nosotros, es un orgullo intentar conseguirlo para todos nuestros pacientes.