La Comisión de Salud del Parlamento de las Islas Baleares ha aprobado por unanimidad la propuesta socialista para incorporar la perspectiva de género en el modelo de atención en salud mental a través del futuro Plan Estratégico de Salud Mental, asegura una nota de prensa del PSIB-PSOE.
La diputada Beatriz Gamundí, impulsora de esta iniciativa, ha considerado imprescindible este paso dado que «la discriminación que sufren las mujeres con problemas de salud mental es doble o triple», ya que en las desigualdades por ser mujer se añade la discriminación por de la enfermedad mental o la discapacidad.
«Especialmente relevantes son el estigma y el autoestigma que sufren las mujeres con problemas de salud mental, siendo muchas de ellas víctimas de una doble discriminación: por ser mujeres y por sufrir un trastorno mental», ha denunciado .
Gamundí también ha destacado que la Organización Mundial de la Salud también reconoce que ser mujer es un factor de riesgo para tener un problema de salud mental, cuando señala que el género afecta de forma fundamental a la salud mental al determinar la posición de las mujeres de desigualdad estructural.
La diputada también ha puesto de relieve la capacidad de reacción de los gobiernos estatal y autonómico para tomar medidas «inmediatas» para actuar en el corto plazo, pero también ha reivindicado «poder trabajar desde la planificación a medio y largo plazo, como ya sabemos que se está haciendo”.
En este sentido, ha alabado la capacidad de todos los grupos políticos de ponerse de acuerdo para lograr un gran compromiso político para conseguir un pacto por el bienestar emocional y la salud mental, que se aprobó ayer por unanimidad en el pleno del Parlament .
Específicamente, la Proposición No de Ley insta al Gobierno de las Illes Balears a, además de incorporar la perspectiva de género en el plan estratégico, impulsar la creación de grupos de mujeres y redes de apoyo mutuo y fomentar la investigación relacionada con este campo .
También pide al ejecutivo autonómico que ofrezca a los docentes formación y recursos para la gestión emocional, que facilite que las mujeres con problemas de salud mental puedan convertirse en agentes de salud activos en el proceso propio de recuperación y que fomente una mayor participación en el tejido asociativo.
