El Servei de Salut, al frente del cual está su director general, Manuel Palomino, está llevando a cabo la ejecución de un ambicioso plan de infraestructuras sanitarias que prevé, a lo largo de los próximos años, una inversión total de 450 millones de euros y la creación de casi 4.500 puestos de trabajo directos e indirectos.
Algunos de estos proyectos se hallan ya en marcha, con un desembolso económico de 300 millones de euros que han generado, aproximadamente, unas tres mil plazas laborales. Igualmente, las actuaciones que la Administración autonómica considera prioritarias, y sobre los cuales ya se está trabajando intensamente, requerirán, al menos, 150 millones de euros de inversión y contribuirán a crear en torno a 1.500 ocupaciones.
Pero vayamos por partes. Por un lado, de manera inmediata, el Servei de Salut contratará el concurso de proyectos con intervención de jurado para seleccionar propuestas arquitectónicas relacionadas con la construcción de los nuevos centros de salud y servicios de urgencias Pere Garau II y La Soledat, en Palma; Na Camel·la, en Manacor, y Es Viver, en Ibiza. El valor estimado de los cuatro concursos asciende a casi 100.000 euros, con premios, para cada concurso de proyectos, de 24.000 euros que se distribuirán entre las tres actuaciones finalistas. Sumando el coste estimado de estos proyectos la cifra global supera los 60 millones de euros.
En cualquier caso, son muchas más las intervenciones que hay en estos momentos previstas, y que adquieren igualmente el rango de prioridad absoluta para el Servei de Salut. Citemos unas cuantas: la finalización del proyecto arquitectónico del Hospital de Felanitx, con estancias largas y medias, cuya inversión es de 20 millones de euros; el nuevo centro de salud de es Camp Redó, en Palma, ubicado en Son Busquets y dotado con 11 millones de euros; el centro de salud de Llucmajor (nueve millones); también en Llucmajor, y concretamente en s’Arenal, el centro de salud de es Trencadors (11 millones); el centro de salud de Campos (6,5 millones); la Unidad Básica de Salud (UBS) de Bunyola (tres millones); la UBS de Colònia de Sant Jordi, en el municipio de ses Salines (3.7 millones); la UBS de Son Ferrer, en Calvià (4,1 millones); la UBS de Peguera, también en Calvià (3,5 millones), y la UBS de es Pla de Na Tesa, en Marratxí. A todos estos proyectos cabe sumar la planificación de las reformas y ampliaciones previstas en los centros de salud de Son Serra-La Vileta, Emili Darder y Son Gotleu, en Palma; y Martí Serra y Muntanya, en Marratxí.
Paralelamente, en el ámbito de la atención hospitalaria es necesario recordar que se halla en proceso de licitación la construcción de la primera fase del hospital de larga estancia de Son Dureta, que constituye, sin duda, la apuesta más firme en el terreno de la atención a los pacientes crónicos. Dentro de esta área se levantará también un centro de salud destinado a una población estimada de 20.000 usuarios, así como un servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) para unos 120.000 pacientes. El presupuesto base de licitación de esta contratación se acerca a los 95 millones de euros. El plan de infraestructuras incluye la renovación de la Unidad C de Convalecencia del Hospital General de Palma, un recinto histórico en al que se habrá dedicado una partida global superior a los cinco millones de euros. En Inca y Manacor, las grandes apuestas del Servei de Salut son los planes directores previstos en ambos centros comarcales. En la capital del Raiguer, ya se ha puesto en marcha el nuevo edificio de rehabilitación y ahora se trabaja en el futuro Servicio de Urgencias, que contará con 39 plazas, siete butacas y seis plazas habilitadas en la Unidad de Estancia Corta (UEC).
La modernización de los equipamientos orientados a la atención a la salud mental es otro de los ejes del plan, cuya intervención más relevante es, sin duda, la reconversión del Hospital Psiquiátrico de Palma, que quedará plenamente integrado en el Parque Sanitario Bons Aires.
