Dr. José Antonio Seoane del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO), jefe del Grupo de Biología Computacional del Cáncer
El análisis molecular del carcinoma ductal in situ (DCIS), el precursor más común del cáncer de mama invasivo, ha servido para desarrollar un nuevo clasificador genómico para la recurrencia o progresión de esta enfermedad. Los datos obtenidos en el desarrollo de este gran atlas respaldan que la progresión es un proceso que requiere tanto una propensión invasiva entre las células del DCIS como una permisividad estromal en el microambiente tumoral.
Aproximadamente uno de cada cinco cánceres de mama recién diagnosticados será un DCIS, por lo que una mejor comprensión de cuáles de estos tumores es probable que progresen podría evitar tratamientos innecesarios y avanzar hacia terapias más personalizadas. En el proyecto ha participado el Dr. José Antonio Seoane del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), jefe del Grupo de Biología Computacional del Cáncer que recibe el apoyo de Fundación “la Caixa”.
El carcinoma ductal in situ –DCIS por sus siglas en inglés– es un cáncer de mama no invasivo o preinvasivo que se inicia en los conductos lácteos. Este tipo cáncer no es potencialmente mortal, pero significa un riesgo más alto de padecer un cáncer de mama invasivo más adelante. Al tratarse de un grupo de lesiones molecularmente heterogéneas, este riesgo es muy variable. Lo ha estudiado un ambicioso proyecto liderado por investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos.
En este proyecto ha participado el Dr. José Antonio Seoane, jefe del Grupo de Biología Computacional del VHIO, que forma parte del Campus Vall d’Hebron, elaborando el primer atlas de precáncer de mama que podría ayudar precisamente a identificar cuáles de estos DCIS tienen más riesgo de recurrencia o progresión de la enfermedad. Esta investigación, que ha recibido apoyo de la Fundación “la Caixa” en lo que se refiere al trabajo del Dr. José Antonio Seoane, se ha publicado recientemente en la revista Cancer Cell.
Al analizar muestras de pacientes que se habían sometido a cirugía para extirpar el DCIS, los investigadores identificaron 812 genes asociados con la progresión del cáncer durante los próximos cinco años de vida del paciente y desarrollaron un clasificador de pacientes. Usando este clasificador pudieron predecir el riesgo de que el cáncer progresara. Así mismo, descubrieron que las vías asociadas con la recurrencia incluyen la proliferación, la respuesta inmune y el metabolismo.
Este trabajo es parte del Human Tumor Atlas Network, financiado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, y para su realización se han utilizado datos de dos cohortes independientes. Esto ha servido para validar los datos observados al comprobarse como se repetían en las dos cohortes los mismos patrones de comportamiento. La identificación de factores asociados con la progresión de esta enfermedad se ha estudiado ampliamente.
Los modelos epidemiológicos de progresión del cáncer indican que las características clínicas como la edad en el momento del diagnóstico, el grado del tumor y la expresión del receptor hormonal pueden tener algún valor pronóstico, pero tienen una capacidad limitada para identificar las condiciones biológicas que gobiernan la progresión del DCIS a cáncer de mama invasivo. “Estudios anteriores han evaluado el valor pronóstico de los biomarcadores asociados con los resultados».
Ello ha generado «conclusiones contradictorias para prácticamente todos los marcadores probados, incluidos receptores de estrógeno, HER2, marcadores inmunitarios como los linfocitos que se infiltran en el tumor y las características del estroma”, explica el Dr. José Antonio Seoane, quien añade que esto motivaba la necesidad de investigar para poder hallar una forma más precisa de identificar el riesgo. Un aspecto singular de este estudio es la caracterización del microentorno tumoral con microcaptura láser.
También se ha hecho una detección múltiple de proteínas, en cuyo estudio ha participado la Dra. Belén Rivero, investigadora postdoctoral en la Universidad de Stanford. “Hemos identificado cuatro subtipos de microentorno tumoral asociados al DCIS con una composición celular diferente, en lo que refiere a células inmunitarias y estromales. Además, la presencia de ciertos tipos celulares, como las células T CD4, las dendríticas, monocitos o macrófagos era más elevada en pacientes que presentaron recurrencias».
«De hecho, la abundancia de algunos de estos tipos celulares podría estar asociada al riesgo de recurrencia de DCIS e incluso a carcinoma invasivo (IBC). Esto es especialmente relevante al poner de manifiesto que tanto las células tumorales como aquellas presentes en el microentorno tumoral juegan un papel crucial en la recurrencia del DCIS o en su progresión a cáncer de mama”, ha añadido a este respecto la investigadora.
El nuevo clasificador que utiliza expresión de genes pudo predecir tanto la recurrencia como la progresión invasiva del cáncer. Se descubrió que la progresión dependía de las interacciones entre las células del DCIS invasivas y las características específicas del entorno del tumor. La mayoría de los cánceres de DCIS analizados en el estudio se identificaron como de bajo riesgo de progresión o recurrencia del cáncer, lo que subraya la necesidad de tener una prueba predictiva precisa para guiar la atención.
“Esta clasificación nos va a permitir saber desde muy pronto cuáles de estos tumores van a tener una mala evolución y en base a esa información podremos tomar las decisiones clínicas más adecuadas en cada caso”, afirma el investigador. No hay que olvidar que aproximadamente uno de cada cinco cánceres de mama recién diagnosticados será un DCIS. En la mayoría de los casos, una mujer con DCIS puede elegir entre una cirugía conservadora y una mastectomía.
Poder disponer de datos precisos que identifiquen mejor el riesgo de desarrollar un cáncer invasivo aportará una información muy importante para seleccionar el tratamiento más adecuado en cada caso. “Hemos progresado mucho en la comprensión del DCIS, y este trabajo nos brinda un verdadero camino a seguir para poder personalizar la atención escalando los tratamientos según el riesgo de progresión del cáncer. El verdadero objetivo es disminuir los daños relacionados con el tratamiento sin comprometer los resultados, y estamos entusiasmados de estar cada vez más cerca de lograr esto para los pacientes con DCIS”, dice el Dr. José Antonio Seoane.