La primavera

En un mundo reducido a la destrucción de Baleares, conducido inexorablemente hacia lo que somos, hacia ese agujero marino que premia la pobreza y castiga al que genera; que entiende que en el pobre -en el castigado, en el analfabeto funcional- está el único futuro electoral posible, en ese entorno, vienen hoy, más que nunca a mentirnos. Sabíamos que habían llegado para engañarnos, pero hasta nuestra sanidad tiene un límite. Mientras la ONG Terraferida le dice a Armengol que ha destruido en los ocho años de alquiler vacacional que lleva en el Consolat el equivalente a doscientos cuarenta metros por día/noche/hora (repito, metros por día y noche) o lo que es lo mismo, el equivalente a haber destruido el perímetro de la Catedral cada diecinueve horas desde que gobierna -en este contexto de abandono, sin médicos y sin sanitarios monolingües- no nos queda más remedio que hacer la pato-biografía electoral de la miss.

Además de inaugurar siete veces el viejo Son Dureta y de presentar tres planes distintos, el último anteayer y con la excusa de hacerlo ante una “sociedad civil” formada curiosamente por los socios de la izquierda que sale en las listas electorales de la izquierda, lleva días circuncidándonos a todos. Veamos. El 16.12.22 anunciaba que pondría la primera roca en el centro de salud de Montuiri, y -ya que estaba en faena- el 19 prometía lo mismo en Consell. El 3.1.23 juraba sobre la biblia la primera piedra de la unidad básica de salud de San Joan, y -por si eso fuera poco- el 30.1 prometía la unidad básica de salut de la Mola, en Formentera. Al día siguiente, fent-fent, para darte la inercia que mereces como cabestro electoral, prometía lo propio en Santa Margarita. Estando ya en disposición de prometerlo todo, el 5.2 vendía la ampliación de Canal Salat, en Menorca, y así, chipi-chapa, el 22.2 ponía la primera roca, o algo así, del de Artá. Si no fuera porque el 20.3 anunció lo que ya había anunciado dos veces antes del nuevo hospital de Felanitx, parece que ya que estaba cerca hacía match prometiendo en Manacor el centro de salud de Na Camela y un segundo que será “històric”, como todo lo que te promete.

Haríamos el análisis sintáctico de nuestra viajera prometiente sino fuera porque ante la huida de profesionales no tenemos suficientes médicos para hacer el diagnóstico que merece esa voracidad. Mientras tanto, la prensa propia -lanar y adecuadamente financiada por tus impuestosnos deja ya a primera hora de esta misma mañana del día después la imagen de unas grúas quietas frente al viejo y repetidamente prometido Son Dureta. Suerte que ya escribimos a principio de legislatura que -tal día como hoynos dejarían esa vista, visionaria y diagnóstica de la patología mental en la que nos han convertido. Llega la primavera y pronto te prometerán las flores de tu propia tumba. Al tiempo.