Las obras del centro de largas estancias para mayores en situación de dependencia «Residencia Son Dureta» estarán terminadas a finales de año, según estimaciones del Govern. El nuevo equipamiento tendrá 120 plazas y costará 10,4 millones de euros, que se financian a través de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (MRR).
Una vez acabadas las obras, el equipamiento se transferirá al Consell de Mallorca para que lo ponga en funcionamiento. El Govern seguirá vinculado a través de la financiación de las plazas que se incorporarán a la Red Pública de Atención a la Dependencia. Se prevé que se destinen alrededor de 5 millones de euros para la financiación de las plazas.
En estos momentos, ya se ha levantado toda la estructura de tres pisos se está distribuyendo la tabiquería, se colocan las instalaciones de aire acondicionado, fontanería y sistema eléctrico y se ha empezado con la carpintería exterior. Esta residencia está pensada para que se asemeje lo más posible a un hogar.
Se trata de crear pequeños módulos de convivencia que permitan una atención más personalizada. Los concursos arquitectónicos se adaptan al entorno y se pretende que cada espacio contribuya a una mejor atención. También se mejora la calidad ambiental y la optimización de las dimensiones, con un compromiso sostenible, social y popular de los proyectos, dicen desde el Govern.
El edificio es una planta rectangular sobre una superficie de 5.900 metros cuadrados, que consta de tres plantas, una de las cuales, proyectada para tener acceso directo al bosque de Bellver. El equipamiento está configurado en seis módulos de convivencia. Este nuevo equipamiento se añade al resto de residencias y centros de día que se están construyendo en Baleares.