La sanidad no te hace ganar elecciones pero te las puede hacer perder

Frase antológica, de rabiosa actualidad, dicha por el fallecido, gran amigo y comunicador sanitario Joan Calafat. Cuánto hubiera disfrutado Joan en esta antesala preelectoral en la que, caso insólito, la sanidad es la que mueve más la propaganda política, las fotos, comparecencias y sobreactuaciones a mansalva de los gobernantes. Todos se apuntan a la foto compulsiva. De nuevo se publicita, es la cuarta vez, la rehabilitación de Son Dureta, tras ocho años de déficits sociosanitarios, ámbito que no era prioritario en la agenda del Govern, tal como los cuidados paliativos y la salud mental. Tras casi 3.000 días, que se dice pronto, la ciudadanía asiste a un déficit progresivo en la calidad e igualdad del pilar fundamental del estado de bienestar, que es la sanidad pública. Faltan más de 800 médicos , entre AP y Hospitalaria, hay largas listas de espera ( para ver a un psicólogo entre 4-5 meses) , han fracasado las estrategias para captar y fidelizar médicos, hay un agotamiento profesional muy importante en el colectivo médico, la atención primaria sigue estando en la UCI, hay una fuga de especialistas de la pública a la sanidad privada, – más de 80 médicos-, hay hospitales con servicios con la mitad de la plantilla, y ha aumentado la violencia contra los sanitarios generadas por un contexto generador de conflictos y malentendidos, donde el profesional y el paciente son muchas veces víctimas.

La percepción de los ciudadanos sobre la sanidad pública es de suspenso generalizado, a pesar del compromiso del colectivo sanitario y no sanitario. El aumento presupuestario en sanidad no es correlativo con los resultados y esto obliga a cuestionarse por la calidad de la gestión.

Ibiza en guerra sanitaria Insólito e histórico, Ibiza ha dicho basta. Y no solo lo han dicho los profesionales, es la ciudadanía y los enfermos quienes lideran unas concentraciones cada vez más numerosas. El dolor y el sufrimiento de los pacientes oncológicos hiere nuestras retinas y remueve y conmueve a España entera. Luchan por su dignidad, por su vida y por la igualdad en la sanidad pública.

El gran recorte retributivo del Govern La carrera profesional es un derecho del colectivo médico, desde el 2004 (LOPS). En Baleares, debería de haberse convocado cada año. Desde el 2018 está paralizada, lo que condiciona que haya médicos que no se puedan incorporar o subir de nivel (hay 4). Esto ha supuesto un recorte de 27 millones de euros. He aquí el gran hachazo.

En derrota transitoria pero nunca en doma.