Juaneda Hospitales ha adquirido y puesto en marcha una unidad de INDIBA, tecnología puntera de radiofrecuencia con indicaciones en fisioterapia, lesiones deportivas y suelo pélvico, estética, dermatología, cirugía plástica, dermatología, ginecología, tratamientos de belleza y de bienestar. La unidad está instalada y ya en servicio en Clínica Juaneda.
Los equipos INDIBA generan una onda electromagnética a una frecuencia precisa de 448 kHz con un efecto térmico y de bioestimulación. La evidencia científica señala que tiene un efecto positivo al aumentar el flujo sanguíneo profundo, incrementar el oxígeno y los nutrientes. También estimula la proliferación y la diferenciación de células madre.
El Dr. Marc Ignasi Corral Baquès, Senior Medical Advisor en INDIBA S.A.U., impartió el pasado martes, 28 de marzo, una formación a los profesionales médicos de Juaneda Hospitales sobre el funcionamiento e indicaciones de esta tecnología. Paralelamente, se formó en el manejo del equipo a personal auxiliar del complejo hospitalario.
«INDIBA —explica el Dr. Corral— es una tecnología que tiene por objeto calentar los tejidos mediante una corriente de radiofrecuencia, aprovechándose este calentamiento para provocar una respuesta biológica. Esto se puede aplicar a tratamientos de estética, eliminando la grasa, mejorando la flaccidez cutánea y en otros ámbitos.»
En el ámbito de la estética, el tratamiento con INDIBA puede también eliminar arrugas mediante una reafirmación de los tejidos: «Con el calor de la radiofrecuencia vamos a reactivar las células de piel, de modo que producirán más colágeno. La acción de la radiofrecuencia sobre la grasa hará que ese tejido consuma más energía y se reduzca.
»Y como cuando se reduce la grasa —añade el Dr. Corral— se va a quedar la piel fláccida, con el efecto tensor de la radiofrecuencia hará que se mejore dicha flaccidez y la piel se tense.» De ese modo, el efecto de la radiofrecuencia aplicada con el INDIBA produce de forma simultánea una reducción de la grasa y una corrección de la flaccidez de la piel.
Ante una intervención quirúrgica esta tecnología puede prevenir complicaciones, reducir el tiempo de recuperación, reducir el impacto del dolor, quitar la inflamación, etcétera. Como auxiliar de la cirugía se puede hacer un tratamiento previo a la intervención, para facilitar el acto quirúrgico al médico.
Esta facilitación se logra, por ejemplo, en una liposucción, «donde hay un gran componente fibrótico, que si se reduce mediante la terapia INDIBA, aligera el esfuerzo del cirujano, reduce la ruptura de tejido y propicia de este modo un acto quirúrgico menos sangriento y de mayor calidad para el paciente.
«Esta ayuda disminuye los efectos secundarios, hay menos inflamación, menos hematomas, con lo cual también se acortaría el post operatorio». Por otra parte, si se aplica INDIBA en el post operatorio «se mejora la calidad del tejido de reparación y se disminuye la inflamación, que siempre lleva dolor implícito, que también se reduce», explica el Dr. Corral.
La terapia con INDIBA no supone ninguna molestia, sino más bien todo lo contrario. «El paciente, lo único que siente es calor, que se genera dentro del tejido y sube a la superficie, y de hecho esa sensación es agradable y anti estrés». Además, «el paciente notará calor pero en ningún caso el paso de la corriente.»
Un tratamiento con INDIBA puede durar desde pocos minutos a un cuarto de hora si se aplica sobre una zona pequeña, a unos 50 minutos si se lleva a cabo en un área de gran envergadura. «En cualquier caso —explica el Dr. Corral— no hay un límite de tiempo superado el cual el tratamiento sea nocivo, y muy pocas son sus contraindicaciones.»
El equipo tiene también gran eficacia ante trastornos musculo-esqueléticos y en concreto del suelo pélvico, en forma de dolor, reglas dolorosas, molestias en las relaciones sexuales, pérdidas de orina (especialmente a partir de la menopausia) algo que también sufren muchos hombres a partir de ciertas edades y que esta tecnología puede mejorar.
Con la radiofrecuencia de INDIBA aplicada sobre todo el volumen de la zona pélvica, mejorando las pérdidas de orina y también ayuda «esta técnica, que no es invasiva», a tratar «el dolor que presentan mujeres que han tenido muchos partos, pero también, por ejemplo, los ciclistas, a consecuencia del influjo del sillín de la bicicleta».
Los tratamientos con INDIBA han tenido además resultados inesperados: «Un médico, que se lo aplicaba para reducir la grasa, descubrió que por las noches se levantaba menos veces a orinar a causa de un problema benigno de próstata que sufría». Además, «un estudio de 2022 ha revela que con INDIBA se puede mejorar la disfunción eréctil».