La siniestralidad de las Islas Baleares de 2022 cayó un 7,4% respecto al año 2019, último ejercicio entero que no se vio afectado por los efectos del COVID-19 en la actividad económica y laboral. La tasa de siniestralidad del año pasado se situó en 4.023 puntos, excluyendo el efecto COVID, unos 300 puntos menos que los 4.345 registrados en el 2019.
El conseller de Modelo Económico, Turismo, y Trabajo, Iago Negueruela, ha destacado hoy durante la presentación de los datos que el descenso de la siniestralidad se ha dado en todos los sectores productivos, destacando la caída del 4,2% en hostelería, el 5,8% en construcción, el 8,6% de Industria, el 6,3% en agricultura y el 9,5% en servicios sin hostelería ni los servicios sociosanitarios.
El conseller ha comparecido acompañado del director del IBASSAL, Rubén Castro. También por Islas la siniestralidad cae en casi todas: en Mallorca se reduce el índice en un 5,6%; en Menorca cae un 3,4% e Ibiza es la isla que mayor caída experimenta, con un 17,8% de reducción del índice respecto a 2019. Formentera, en cambio, incrementa la siniestralidad un 1,4%, si bien es la isla que presenta el índice más bajo de todas.
Según el grado de gravedad de los accidentes, el 99,5% continúa situándose en una accidentalidad leve. En este contexto, la temporalidad sigue siendo un factor que afecta negativamente en los accidentes laborales, ya que más de una tercera parte de los registrados en el 2022 se produjeron entre el primer día y los tres primeros meses de contratación.
Por sexos, los hombres tienen más del doble de accidentes que las mujeres. El conseller Negueruela ha destacado también que las Islas Baleares ya presentan un mejor comportamiento en comparación al conjunto de España, y que en el 2022 fue la quinta comunidad que más redujo los índices de accidentalidad respecto a 2019.
También ha recordado que desde 2017, las Islas Baleares han ido reduciendo progresivamente la siniestralidad, un 19,6% en cinco años, en un contexto donde el mercado laboral presenta ahora un nivel de actividad mucho más elevado. Con todo, y conscientes de que aún queda mucho camino por recorrer, según ha recordado el consejero, las Islas ya no son la comunidad que mayor índice refleja en el conjunto de España.
El conseller también ha apuntado que hay datos a los que se debe poner mayor atención, como es el caso del incremento de un 9% en construcción en Mallorca. Respecto a este punto, Negueruela ha indicado que esta situación obliga a seguir trabajando en el sector, junto con la Fundación Laboral de la Construcción, el IBASSAL y los servicios técnicos de prevención.
Hay que incidir en construcción porque ha habido un aumento significativo de la actividad que ha implicado una mayor siniestralidad; hay que seguir profundizando en la reducción de los accidentes y con un enfoque directo, ha expresado el conseller, datos todos estos que han sido difundidos hoy en un comunicado de prensa emitido por el Govern balear.
Por otro lado, el conseller Negueruela ha expresado que existe una relación directa entre el incremento de recursos para prevenir accidentes y la reducción de los índices de siniestralidad. En este sentido, ha recordado que el Govern ha puesto más presupuesto que nunca para favorecer la salud laboral.
De aquí a 2027 se han presupuestado 25,5 millones de euros asignados a la Estrategia de Salud Laboral 2023-27, a los que hay que sumar otros 16 millones de euros destinados a ayudas para que los establecimientos turísticos instalen camas elevables, tal y como recoge la Ley Turística, que deben redundar en el beneficio de la salud de las camareras de piso.