El dolor es una realidad clínica con la que muchas personas conviven: el 80% de la población experimentará a lo largo de su vida algún episodio de dolor. En la mitad de los casos, los dolores son lumbares, y de estos, llegan a cronificarse entre el 5% y el 20%.
El nuevo informe Los costes de la cronificación del dolor lumbar y cervical, impulsado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), con el apoyo de la Fundación para la Formación del Consejo (FFOMC) y el patrocinio de laboratorios Zambon, resalta el alto coste generado por el dolor lumbar y cervical.
Destaca también la importancia de incidir en su fase aguda para reducir su impacto económico y su cronificación. La publicación se ha presentado en Madrid en un acto que ha contado con las intervenciones del Dr. José María Rodríguez Vicente, secretario general del CGCOM y coordinador general del Programa PAS.
Participaron también Elena Fernández Martínez, coordinadora técnica de la Fundación para la Formación (FFOMC); Pedro Novás Rodríguez, economista encargado de la realización del informe; y Ana Suárez, medical advisor de Zambon.
Como expone el informe, los costes del dolor son mucho más elevados de lo que aparentan. En el caso de la lumbalgia, los últimos datos publicados establecieron que los costes ascendían a casi 9000 millones de euros, un 0,68 % del PIB español.
Esto sitúa los costes del dolor lumbar en una cantidad equiparable a los de otras patologías prevalentes, como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. “Las patologías de dolor cervical y lumbar son la segunda causa de incapacidad transitoria de nuestro SNS”, ha afirmado el Dr. José Mª Rodríguez.
“Debido a la alta incidencia y prevalencia de estas patologías, desde el CGCOM queremos facilitar el diagnóstico precoz y así evitar en la medida de lo posible, las patologías asociadas y los sobrecostes”, ha añadido. Como concluye la publicación, esto demuestra la importancia de abordar el dolor como un problema económico.
Y es además un problema social y de salud pública de manera temprana ya en su fase aguda. En este sentido, Pedro Novás, economista encargado del informe, ha afirmado: “los datos muestran que el impacto económico del dolor podría reducirse si se mejora el abordaje en su fase aguda y se dan menos cronificaciones».
Elena Fernández ha explicado que desde la FFOMC “transformamos estas guías en cursos acreditados que tienen por objetivos principales: ayudar al paciente, servir como herramienta práctica para la detección del dolor, y ayudar al profesional en su desarrollo profesional continuo (DPC)”.
El informe ha abordado tanto los costes directos como indirectos del dolor y, concretamente, de la lumbalgia. En este tipo de dolor, los costes directos, derivados de factores como la práctica clínica, ascienden a los 2280 millones de euros, de los cuales 948 millones resultan de visitas al médico.
Más de 2 millones de consultas anuales en atención primaria se deben al dolor. Sin embargo, los costes indirectos son mayores y, en el caso de la lumbalgia, suponen casi el 75% del total. Estos costes contemplan los efectos derivados del dolor en la vida de los pacientes.
Es el caso de la pérdida de productividad, el absentismo laboral o los riesgos para la salud mental. Por ejemplo, el promedio de jornadas laborales perdidas por lumbalgia es de 52 millones, lo cual implica un coste de 2500 millones de euros.
El dolor lumbar también tiene repercusión en costes indirectos por efectos psicológicos ya que, una vez se cronifica, los pacientes tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar depresión o ansiedad y al menos el doble de riesgo de suicidio que las personas sin dolor crónico.
Entre las razones detrás de los elevados costes del dolor y su cronificación, el informe destaca que el dolor está infratratado: el 29% de españoles considera que no recibe un tratamiento adecuado y el tiempo medio en conseguirlo es de 1,6 años.
Esta demora en el tratamiento se da ya en urgencias, donde el 40% de pacientes no reciben tratamiento. El hecho de que el dolor esté infratratado influye directamente en el riesgo de cronificación y, por lo tanto, en el coste del dolor.
La Guía de las Pautas de Actuación y Seguimiento (PAS) en dolor cervical y lumbar agudo, publicada en 2022, incidió en algunas vías de tratamiento para hacer frente al dolor en su fase aguda y reducir el riesgo de cronificación.
La Guía PAS describió la importancia del tratamiento del dolor agudo y recomendó los AINE para primera línea en dolores tipo lumbalgia y cervicalgia aguda por su acción antiinflamatoria y analgésica. Dentro de los AINE no selectivos, destacó por seguridad y eficacia, el papel del naproxeno, ibuprofeno, y las asociaciones de Ibuprofeno con sales como L-arginina que favorecen la rápida absorción del Ibuprofeno.
El objetivo de la Guía PAS y de este nuevo informe es favorecer la práctica centrada en el paciente y no en la enfermedad para mejorar el seguimiento asistencial y prevenir la cronificación del dolor, haciendo hincapié en la selección de medicamentos adecuados para proporcionar un alivio del dolor de manera temprana.