Los médicos jóvenes alertan del impacto de la desertificación médica para la cohesión territorial y el acceso a servicios de salud en España. Señalan que urge reflexionar e implementar estrategias adecuadas a largo plazo para garantizar el acceso a servicios de salud en zonas rurales.
Los médicos jóvenes alertan de la necesidad de implementar adecuadas políticas para evitar el deterioro del sistema sanitario. El abordaje debe valorar la formación, condiciones de trabajo, incentivos, favorecer la conciliación y el traslado, y promover los vínculos con el territorio.
Los MIR hacen un exhaustivo análisis desde un enfoque europeo que advierte que este problema aumentará en la próxima década. Inmunología, medicina del trabajo, psiquiatría y medicina de familia y comunitaria, son las especialidades con mayor déficit que pueden verse afectadas por esta problemática,
En los últimos años, los Servicios de Salud están detectando dificultades para la contratación de médicos especialistas para trabajar en algunas zonas de España. Este proceso de desertificación médica no es exclusivo de España; se trata de una problemática emergente a nivel europeo debido a cambios en el ciclo demográfico.
Ante esta situación, la sección nacional de médicos jóvenes del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha elaborado un informe en el que analiza el escenario actual español, con el objetivo de valorar diferentes medidas adoptadas en la actualidad y proponer nuevas soluciones ante un problema que impacta en la cohesión territorial y la equidad de la atención sanitaria.
Este problema afecta al de acceso a servicios de salud, especialmente en zonas rurales. Este estudio pone de manifiesto que el 91% de los representantes de médicos jóvenes del CGCOM considera que los desiertos médicos son un problema en su provincia. El 44,4% cree que los MIR están siendo utilizados injustificadamente para paliar la situación.
El documento resalta que la desertificación médica en España es un problema emergente que requiere la atención de todos los agentes implicados, y que, a pesar de haberse propuesto medidas y acuerdos, es necesario un análisis más profundo y estrategias adecuadas para garantizar el acceso a servicios de salud en zonas rurales.
Se incide además en la necesidad de un claro liderazgo profesional en el abordaje del problema para evitar problemas que afecten a la población. A lo largo del análisis se proponen medidas dirigidas durante tres etapas: universitaria y grado, formación sanitaria especializada y primeros años como especialista, y a lo largo de la trayectoria profesional.
Destacan propuestas como incentivos económicos, mejoras de las condiciones laborales, flexibilidad en la organización del trabajo, inversión en zonas rurales y oferta de formación continuada. Por otra parte, se desaconsejan medidas como dificultar la oferta y publicación de plazas en áreas sin dificultad
También se desaconseja ofrecer contratos divididos temporalmente entre plazas sin dificultad y plazas de difícil cobertura, ofrecer plazas genéricas en un área de salud donde la jefatura o dirección puedan decidir el destino final o contratar médicos sin especialidad para cubrir dichas áreas.
Tampoco se considera adecuado obligar a médicos especialistas recién formados a quedarse en su unidad docente en áreas de difícil cobertura. Estas políticas pueden generar precariedad, inequidad y afectar negativamente la calidad asistencial y la atención sanitaria de la población.
Desde la sección nacional de médicos jóvenes del CGCOM, se vuelve a mostrar un liderazgo claro acerca de las acciones encaminadas a paliar los problemas de la medicina del futuro. En esa línea, en este informe se hace hincapié en establecer planes a largo plazo donde se aborden diferentes facetas:
Facetas formativas, condiciones de trabajo, incentivos, favorecer la conciliación y el traslado, así como promover los vínculos con el territorio. La actualización e incorporación en los Planes de Ordenación de Recursos Humanos de la Ley 55/2003 de las medidas de choque citadas deben realizarse en coordinación con los distintos agentes implicados:
Es el caso del Ministerio de Sanidad, Consejerías y Departamentos de las CCAA, Administraciones Locales, representantes profesionales y la sociedad civil. Todo ello para paliar lo que se denomina un desierto médico, resultado final de un proceso complejo llamado desertificación médica.
Este proceso implica una incapacidad continua y creciente de una población determinada para acceder a los servicios de salud de manera oportuna y contextualmente relevante. Su traducción en España podría asemejarse a las plazas de difícil cobertura, pero el escenario y los matices del concepto de desierto médico son más amplios y complejos.
El proceso de desertificación puede llevar a la incapacidad de una población determinada para acceder a servicios de salud o al hecho de estar aislados a la hora de recibir prestaciones sanitarias. Esto se basa en tres categorías de barreras cuantitativas y cualitativas, que están interrelacionadas y que son dependientes entre sí.
Estas dimensiones son: el acceso físico, las barreras sociales y las barreras en las políticas públicas. Dichas dimensiones están fundamentadas en la disponibilidad de trabajadores de la salud, instalaciones sanitarias y tecnologías necesarias para facilitar el acceso a los servicios sanitarios.
La presentación del informe, que ha tenido lugar en la sede del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, ha reunido a más de medio centenar de agentes y stakeholders implicados, donde tras la presentación del informe por parte de los autores han podido tener un espacio de networking.
La presentación ha contado con la intervención de la vicepresidenta del CGCOM, Mª Isabel Moya, quién ha resaltado que “nuestro objetivo debe ser conseguir el máximo de equidad, pero eso no significa que podamos tener todos, un centro sanitario en nuestra puerta», ha dicho, y ha añadido en la misma intervención:
«Lo que debemos conseguir es una accesibilidad lo más inmediata posible a un consultorio, centro de salud u hospital donde se nos ofrezca la máxima garantía de seguridad clínica. Es imprescindible que las administraciones escuchen la voz de la profesión médica para que, alejados del ruido político, se tomen medidas».
En palabras del Dr. Domingo A. Sánchez, representante Nacional de Médicos Jóvenes y coordinador de este estudio: “El éxito del informe radica en que sea el primer paso para abordar un problema en pleno auge, una primera piedra en la construcción de las soluciones a realizar para evitar que esta problemática afecte al sistema y con ello, a la salud de nuestros pacientes”, afirma el Dr. Sánchez.
Acceda aquí al informe.