Dice Miquel Roca a todo aquel que le manifiesta su orgullo por haber podido coincidir estos años de cerca con la Facultad de Medicina y le agradece su gran labor, la frase ‘Mai moren batles’. Escoge el decano de la Facultad de Medicina a conciencia estas tres palabras, para tratar de quitar hierro a su voluntaria decisión de poner fin a una etapa al frente de dichos estudios.
Él, como Margalida Gili y el resto del equipo del decanato, han hecho historia. En primer lugar, por poner en marcha un grado que, en sus primeros meses de aprobación, mucho antes de su primera clase, nacía con algunos palos en las ruedas, precisamente por miembros del equipo del Govern, como era uno de los socios del Pacte, el partido Unides Podem, ahora llamado SUMAR.
Se ha escrito mucho en este medio sobre la Facultad de Medicina, antes durante y así seguirá apareciendo en Salut i Força. Pero, muy probablemente, ya nada será lo mismo. El grado de Medicina de la UIB, gracias a la inteligencia, el saber estar, la exquisitez y el rigor, ha sido un poco de cada uno de nosotros. De ustedes, también. Miquel Roca y su equipo, supo hacer partícipe y despertar el sentimiento de pertenencia de unos estudios reivindicados durante décadas para que nos los sintiéramos como propios. Para Salut i Força, cubrir en su periódico con varias páginas y reportajes de televisión en Fibwi Televisión la primera graduación de la primera promoción en junio de 2022 fue un reto por lo maravilloso y noticiable que era. Está claro que, con la Facultad de Medicina, la sociedad balear es un poco mejor.
Miquel Roca nos ha hecho a todos un poco mejor. Por su conocimiento, su sonrisa, su capacidad de liderazgo, su cercanía y su afecto. Pero también por su excelencia, por su credibilidad y por poner una primera piedra que nos permite competir con otras autonomías en la formación de médicos y médicas. En 2015 el debate era si hacía falta. Ahora el debate es ampliar plazas.
Antes había consenso sobre su necesidad, pese a algunas alborotadoras voces discordantes que pronto supieron ‘canviar es cantet’ y sumarse a un carro imparable de aportación a nuestra sanidad. Roca y Gili, un tándem perfecto en la Facultad, ya anunciaron hace meses en Salut i Força y así se lo habían manifestado con anterioridad al rector de la UIB, Jaume Carot, su deseo de poner fin a este colosal trayecto. Sentían que habían cumplido (y vaya que lo han hecho) una etapa con la creación, puesta en marcha y consolidación del grado y que ahora, debían ser otros quienes tomaran la alternativa para, no solo ir escalando entre las mejores facultades de España, hecho que se ha logrado al estar en la media, sino iniciar el proceso que permita estabilizar a los docentes titulares.
El próximo 11 de septiembre pondrá fin a su andadura como decano, igual que el resto de su equipo, para dar paso al microbiólogo Antoni Bennàssar, a quien elegantemente ya ha tendido la mano para seguir colaborando en todo, especialmente en los conocidos exámenes ECOE de final de curso. Desde aquí, estamos a la entera disposición del futuro nuevo decano, como debe ser y como su antecesor seguro desea. Roca y su equipo, aunque muchos no lo sepan, ha guiado a autoridades, a personalidades, a medios de comunicación y cualquiera que haya querido conocer de cerca la Facultad desde dentro, desde sus entrañas.
Lo ha hecho con una satisfacción del que muestra su obra, su proyecto, su creación, que como insistimos, es la de todos. Además de todas las virtudes que atesora Miquel Roca, una de ellas, referente al profesorado, también ha sido capital: ha sabido integrar a docentes de forma muy heterogénea. Deseaba que todas las corrientes médicas, del pensamiento que fueran, estuvieran reflejadas en las aulas. Intentado siempre tener a los mejores, por supuesto.
En una sociedad como la nuestra, polarizada por los bloques, los extremos, el blanco y el negro, el y tú más, Miquel Roca quiso siempre integrar a los docentes que él creyó idóneos, pensaran lo que pensaran. Gracias, Miquel. Salut i Força siempre será tu casa, igual que Margalida Gili es una gran tertuliana de nuestro programa de televisión, esperamos seguir contando con tu apoyo, tu ayuda, tu fortaleza y tu conocimiento. De momento, los I Premios Joan Calafat hubieran sido imposible sin tu liderazgo en el jurado.