La última edición de PRAMED, el Programa de Asistencia Médica y Educativa del Colegio Iberolatinoamericano de Dermatología (CILAD), ha contado con la presencia de dos especialistas españoles: José Luis López Estebaranz, actual presidente de CILAD, y Diego del Ojo, también profesor en la Universidad de Cádiz. Ambos han participado en estas jornadas y han colaborado en una acción solidaria centrada en el cuidado de la piel de las personas albinas que habitan en Isla Gardi Sugdub, en la comarca de Guna Yala (Panamá).
Coordinado por José Manuel Ríos Yuil, tiene como objetivo impulsar una atención médica dermatológica más accesible y efectiva, con una serie de conferencias magistrales que se desarrollaron en el Hospital Irma de Lourdes Tzanetatos (Panamá). Allí, miembros de CILAD compartieron su conocimiento y experiencia con profesionales de medicina general, enfermería y con estudiantes para mejorar la asistencia a los pacientes.
“Se trata de unas jornadas formativas e informativas que buscan mejorar la capacidad de dar con diagnósticos tempranos y el cuidado de patologías cutáneas en regiones con menos recursos”, asegura el Dr. José Luis López Estebaranz, director de DermoMedic, además de presidente de CILAD. Cada año PRAMED dedica una de sus jornadas a atender de forma gratuita a comunidades desfavorecidas e instruir al personal sanitario asistente.
En esta ocasión, los especialistas de CILAD se desplazaron hasta uno de los puntos más desfavorecidos de Panamá, Isla Gardi Sugdub (comarca de Guna Yala) donde se encuentra una importante comunidad de albinos, ‘Los Hijos de la Luna’. Las consultas tuvieron lugar en la escuela de la isla, donde se proveyeron también las medicaciones recetadas y envases de protección solar para pieles albinas, más sensibles a la radiación solar.
PRAMED se ha celebrado en ocho ocasiones desde que arrancase en 2014. Se trata de un programa de asistencia y educación especializada para las comunidades con pocos o nulos recursos, así como de enseñanza para el personal de salud. Esa primera edición de 2014 también tuvo lugar en Panamá, dedicando su programa científico a enfermedades infecciosas, trastornos pigmentarios y lesiones ampollosas, entre otras. Desde entonces, cada año (exceptuando el parón provocado por la pandemia de COVID-19) se reúnen en estas jornadas más de 200 profesionales clínicos, y se atiende de forma altruista a más de un centenar de pacientes, muchos de ellos con enfermedades y trastornos cutáneos poco comunes.