Un panal de expertos ha reclamado un marco legal homogéneo internacional para poder ejercer la Medicina en las mejores condiciones y de forma segura en el I Encuentro Internacional del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), celebrado en Bilbao.
En este encuentro ha tenido lugar una mesa redonda que ha abordado la “visión actual sobre la salud del profesional de la Medicina y su protección desde las organizaciones que lo representan y los sistemas nacionales de salud” y que ha contado con diferentes expertos de Europa y Latinoamérica.
Este espacio, moderado por el Dr. Serafín Romero, expresidente del CGCOM y embajador del PAIME en el plano internacional, ha contado con las intervenciones de los doctores Mª Isabel Moya, vicepresidenta primera de la FPSOMC-CGCOM y coordinadora nacional PAIME.
También, Ledia Lazeri, regional adviser for Mental Health at the WHO Regional Office for Europe; Zaida Arteta Dalchiele, presidenta de la Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe (CONFEMEL); Anna Rowland, assistant director for Policy and Business Transformation. GMC, de Reino Unido; y João Redondo, coordinador nacional do Gabinete de Apoio ao Médico del Sistema Nacional de Salud de Portugal.
El expresidente del CGCOM, Dr. Serafín Romero, ha remarcado, en su intervención, que el PAIME “nació para atender a médicos” pero “ha ido girando para atender a su salud, no a su enfermedad”. Además, ha puesto en valor que “la profesión médica es la única profesión que hemos reconocido que enfermamos y que ha generado los mecanismos necesarios para garantizar la buena praxis y velar por la seguridad de los pacientes”.
En este sentido, el embajador del PAIME ha resaltado la importancia de sensibilizar a los compañeros, las organizaciones profesionales, las administraciones y a la propia población de la importancia de cuidar de la profesión médica por su impacto en la calidad del Sistema Nacional de Salud.
Por su parte, Ledia Lazeri, regional adviser for Mental Health at the WHO Regional Office for Europe, ha señalado que son muchos los profesionales sanitarios que “se sienten inseguros y no tienen garantías de trabajo y condiciones profesionales mínimas”.
Por eso, ha abogado por “legislar la seguridad” como una medida prioritaria para proteger la salud mental y física de los trabajadores de salud. Además, ha señalado que los bajos salarios son uno de los factores que afectan al bienestar de los trabajadores sanitarios.
Ha propuesto “mejorar las condiciones de trabajo” pero no solo en cuanto al salario sino “con servicios de mediación para las relaciones interpersonales y conflictos entre compañeros y jefes, medidas de seguridad y apoyo integral”.
La experta de la OMS ha insistido en que estas medidas no deben depender de la voluntad de un jefe de servicio o de un primer ministro, sino que deben ser colectivas, sostenibles y mantenidas en el tiempo con un presupuesto adecuado y un marco político legislativo acorde que garantice su continuidad.
“Necesitamos un marco político legislativo que mantenga las medidas de proteger a los profesionales sanitarios y su bienestar y salud mental”, ha insistido. Anna Rowland: “Necesitamos establecer mecanismos para facilitar el apoyo y el asesoramiento a los sanitarios en momentos difíciles. Cuando pasa algo, estamos aislados”
Rowland, assistant director for Policy and Business Transformation, ha contado cómo desde el General Medical Council (GMC), han investigado los factores que afectan a la salud mental de los médicos en el Reino Unido. Según Rowland, “la salud mental de los sanitarios está muy relacionada con el estrés y las relaciones personales”.
La experta del GMC ha destacado tres aspectos necesarios que han identificado para mejorar la salud mental de los profesionales: la autonomía, el sentido de pertenencia y la competencia. “Los médicos necesitan tener control sobre las decisiones que toman y el trabajo que realizan, trabajar en equipos que les den apoyo en momentos de estrés y contar con las herramientas necesarias para trabajar bien”, ha afirmado.
Rowland ha concluido su intervención haciendo hincapié en la prevención y en la responsabilidad de las organizaciones profesionales en la regulación y el apoyo a los trabajadores sanitarios. “Hablamos de salud, no de enfermedad. Queremos mejorar la experiencia de los médicos sometidos a investigaciones y establecer mecanismos para facilitar el apoyo y el asesoramiento en los momentos de estrés. Trabajamos muchas horas en equipos muy fuertes, pero cuando pasa algo estamos aislados y nos falta conexión y apoyo”, ha lamentado.
Zaida Arteta Dalchiele, presidenta de la Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe (CONFEMEL) ha expresado la preocupación de la Confederación por la salud y las condiciones laborales de los médicos en la región, que sufren persecuciones, violencia, discriminación y precariedad.
La presidenta de la CONFEMEL ha denunciado las condiciones de los médicos en Latinoamérica cuando se retiran porque no tienen una pensión digna ni una protección de sus derechos humanos. “En algunos países hay persecución política, en otros hay violación del ejercicio profesional, y en todos los casos hay problemas de derechos humanos. Estos son los problemas principales que saltan a la vista”, afirmó.
La experta de la CONFEMEL ha propuesto acciones conjuntas para mejorar estas situaciones, y ha destacado la necesidad de estandarizar las condiciones mínimas a las que deben aspirar las organizaciones profesionales para defender la salud y las condiciones de trabajo de los médicos. “Necesitamos un marco internacional, un marco legal homogéneo y legal. Algunos países latinoamericanos tienen planes de seguridad del paciente que son un gran facilitador, pero en otros hay medicina defensiva en la esquina. Las agresiones a los profesionales sanitarios no son iguales en México que en España, y la coacción y el asesinato a la profesión médica no son atípicas”, dijo.
João Redondo, coordinador nacional do Gabinete de Apoio ao Médico del Sistema Nacional de Salud de Portugal ha denunciado la violencia que sufren los médicos en su país, tanto física como psicológica, y que afecta especialmente a las enfermeras y a las médicas. Según datos de la secretaría de violencia contra los profesionales sanitarios, se habían denunciado 1632 situaciones de violencia en el último año en Portugal, aunque se estima que hay muchas más.
El portugués ha destacado la importancia de la humanización de la administración y del apoyo a los médicos en su salud mental. “Los médicos necesitan un soporte para ayudarse en los momentos de estrés postraumático, que son gatillos que resaltan los trastornos mentales y que forman parte de la rutina diaria. La soledad de los médicos, la falta de apoyo de la administración, la rutina, los incidentes críticos y el desarrollo de la carrera profesional son aspectos que impactan en la salud mental de los médicos y que son esenciales”, ha afirmado.
M.ª Isabel Moya, coordinadora nacional del PAIME, ha expuesto los resultados de dos encuestas realizadas sobre la salud, el estilo de vida y las condiciones de trabajo de los médicos en España. Según la doctora Moya, el objetivo era disponer de datos concretos sobre la salud de los médicos, sobre todo a raíz de lo vivido por la pandemia, que había supuesto un punto de inflexión en el reconocimiento de la importancia de la salud mental tanto en la población global como en los profesionales sanitarios.
La Dra. Moya concluyó su intervención haciendo un llamamiento “para que la salud mental y laboral formen parte de las políticas sanitarias de nuestro país y a nivel internacional”. “Desde la FPSOMC y CGCOM tenemos varias líneas de actuación para atender al médico enfermo. La iniciativa estrella es el PAIME, que es un programa específico de atención mental para los médicos que tienen un proceso diferente de enfermar, por eso, pedimos al Ministerio que éste sea una de las acciones que se integren en la estrategia nacional de salud mental y en las comunidades autónomas”, ha dicho.