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La consellera Manuela García ha querido agradecer a la Fundación Barceló su contribución al progreso de la atención médica en las Illes Balears con esta valiosa donación
La consellera de Salud, Manuela García, y el director del Ibsalut, Javier Ureña, han asistido a la presentación del electroestimulador magnético transcraneal, un aparato de última generación para terapias de neurorrehabilitación del Hospital Sant Joan de Déu de Palma-Inca.
El director gerente del Sant Joan de Déu, Dr. Joan Carulla, la jefa del Servicio de Rehabilitación, la Dra. Susana Holub, y la presidenta de la Fundación Barceló, Francisca Barceló, han presentado esta tecnología para el mapeo y tratamiento de accidentes vasculares cerebrales con estimulación cerebral no invasiva.
Durante la presentación, la consellera García ha destacado la importancia de que el Hospital Sant Joan de Déu, que forma parte de la red sanitaria pública de las Balears, incorpore este innovador equipamiento, que lo consolida como centro de referencia en neurorrehabilitación de las islas .
La consellera Manuela García ha querido agradecer a la Fundación Barceló su contribución al progreso de la atención médica en las Illes Balears con esta valiosa donación. Es un equipamiento único en el archipiélago, del que podrán beneficiarse tanto los pacientes hospitalizados como los ambulatorios derivados del Ibsalut.
El Hospital Sant Joan de Déu es un referente dentro de la estrategia de cronicidad del Govern balear y, tal como ha señalado la consellera, este nuevo equipamiento significa «un apoyo esencial a la estrategia de atención integral a pacientes con daño cerebral en favor de la recuperación de sus secuelas y de su autonomía personal».
La adquisición de esta tecnología supone un avance en el tratamiento de víctimas de daño cerebral sobrevenido (por traumatismos craneoencefálicos, tumores cerebrales o ictus). La estimulación eléctrica transcraneal es una intervención cerebral no invasiva que mejora considerablemente dichas secuelas.
La incidencia del ictus en nuestra comunidad autónoma se estima en 1.790 casos nuevos al año, de los que 1.500 requieren hospitalización. El código ictus ha mejorado el pronóstico de muchos de los casos, pero las secuelas muchas veces condicionan la calidad de vida de los pacientes.