Displasia de alto grado (carcinoma in situ) en el cuello uterino. El epitelio anormal se extiende hacia una glándula mucosa a la izquierda del centro. Esta enfermedad puede progresar hasta convertirse en un cáncer invasivo (carcinoma de células escamosas) del cuello uterino. Autor de la imagen: Haymanj - Wikipedia.
El Ibsalut pondrá en marcha a lo largo de 2024 un programa de detección precoz del cáncer de cérvix, tras la prueba piloto que se realizará en los próximos meses en una selección de centros de salud. Este programa piloto determinará cómo movilizar a la población diana, mujeres de entre 35 y 65 años, y lo validará antes de ampliarlo a toda esta población.
El objetivo de este programa es detectar de forma precoz lesiones premalignas y el cáncer de cuello de útero o cérvix en sus fases iniciales. Este tipo de iniciativas ha demostrado claramente su eficacia, puesto que su aplicación de forma adecuada y sistemática en determinados países ha conseguido reducir en un 70-80% la incidencia y mortalidad por esta causa.
La prueba de cribado o detección precoz consiste en tomar y analizar una muestra de las células que recubren el cuello del útero. El análisis realizado y la periodicidad variará en función del grupo de edad. El nuevo Programa de Detección Temprana del Cáncer de Cuello Uterino que se pondrá en marcha este año, se dirige a unas 360.000 mujeres residentes en las Baleares.
A estas mujeres se las que invitará a realizar dos tipos de pruebas según la edad: entre 25 y 34 años, una citología con toma de flujo realizada por la comadrona cada 3 años. En resultados de muy bajo riesgo, esta prueba se repetirá cada 3 años. Entre 35 y 64 años, una auto-toma (parecida a un tampón fino para uso vaginal). En resultado de muy bajo riesgo, la prueba se repetirá cada 5 años.
Cada año se diagnostican en Baleares unos 60 casos nuevos de cáncer de cérvix. El cáncer de cuello de útero es el resultado de un contagio previo por el virus del papiloma humano (VPH), que se transmite por vía sexual. Aun así, la gran mayoría de infecciones son pasajeras y no causan ningún problema. Solo el 10% se cronifican y tan solo éstas pueden derivar en un cáncer.
Se ha comprobado repetidamente que las fumadoras tienen más posibilidades de enfermar, por tener las defensas contra el VPH más bajas. La enfermedad puede tardar décadas en desarrollarse después del contagio. La mayoría de los diagnósticos son mujeres de entre 35 y 50 años. La detección precoz, antes de que se inicie la sintomatología, es vital para minimizar la evolución maligna.
El virus del papiloma humano afecta principalmente a la piel y a las mucosas. La infección es más probable si se inician las relaciones sexuales en edades tempranas, si se mantienen con sujetos diferentes y si la pareja las ha tenido múltiples y distintas. La vacunación del VPH, el cribado y tratamiento de lesiones precancerosas son clave para prevenir el cáncer de cérvix.
Las recomendaciones de vacunación frente al VPH de la Dirección General de Salud Pública son las siguientes: Todos los menores al cumplir los 12 años, con una pauta de 2 dosis separadas al menos 6 meses. El Ibsalut también realiza una captación de las mujeres no vacunadas hasta los 18 años a las que propone una pauta de 3 dosis (0, 1-2 y 6 meses) a partir de los 15 años.
En tercer lugar, se lleva a cabo la vacunación en determinadas condiciones y situaciones de riesgo: pacientes con síndrome WHIM (IDP), infección por VIH, enfermos con inmunosupresión, etc. En Baleares, según datos de 2023, la población diana de la vacuna de VPH para niñas nacidas en el 2011 fue de 6.254, y se alcanzó una cobertura de vacunación del 47.22%. En el caso de los varones, la población diana de niños nacidos en el 2011 fue de 6.773, alcanzando una cobertura del 43.14%.