Cinco doctores de diferentes centros de investigación de España han participado en el proceso de selección de candidatos para las ayudas para la formación de personal investigador (FPI) y de personal investigador empresarial (FPI-E) correspondientes a la convocatoria de 2023.
Los expertos de la Comisión de Selección Interna de la convocatoria, son las doctoras Concepción Camarero Bullón, catedrática de Geografía Humana de la Universidad Autónoma de Madrid; María Victoria Ceperuelo Mallafré, investigadora Ramón y Cajal del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgilio.
También, los doctores Josep Rotllant, jefe de grupo en el Laboratorio de Biotecnología Acuática del Instituto de Investigaciones Marines en Vigo (CSIC); Pedro Antonio Arnau, del Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería (CIMNE) y Yolanda Moliner, directora de Química Analítica de la Universitat de València.
La tarea de la comisión interna de selección es la última fase del proceso de concesión de las ayudas y el resultado de su tarea será la baremación de los candidatos. Esta fase final se completa con una previa de evaluación externa, a cargo de un organismo evaluador independiente y ejecutado por expertos.
La convocatoria de ayudas para la formación de los investigadores consiste en financiar el coste de la contratación y formación de 26 científicos predoctorales para centros de investigación y desarrollo tecnológico y en empresas ubicadas en las Islas Baleares.
Esto se hace para facilitar la incorporación de investigadores, por una parte, y fortalecer la capacidad de investigación de los grupos de I+D de las Islas Baleares. Estas ayudas en los centros se traducen en un contrato predoctoral de formación de 48 meses para el candidato que haya superado la selección.
El presupuesto de la convocatoria, que cuenta con la cofinanciación en un 60% del Fondo Social Europeo, a través del Programa FSE+ de las Islas Baleares 2021-2027, es de 2.800.000 euros y y se distribuirá entre los años 2026, 2027, 2028 y 2029.
El objeto de la financiación es sufragar la mensualidad del investigador, una parte de la cuota empresarial de la seguridad social y de la indemnización por finalización de contrato y las tasas académicas para los científicos en formación.