Juan Ignacio Güenechea, presidente del Grupo Cofares, y Concha Almarza, general manager de Quintiles IMS, han presentado el “Informe sobre el acceso a medicamentos biológicos, puntos débiles y situación actual”.
Güenechea ha destacado que el informe responde a “la inquietud de Cofares por analizar el impacto de los medicamentos biológicos”. Concha Almarza ha señalado que el 82% (en unidades) de los medicamentos biológicos ya se dispensan en la oficina de farmacia aunque en términos de valor económico solo alcanzan el 25%. Ello avala la experiencia del farmacéutico en la dispensación y en el seguimiento de estos fármacos.
Subrayó la necesidad de encontrar un modelo que no sea más costoso para la Administración y que mejore la eficacia del proceso, teniendo en cuenta, por ejemplo, las ventajas que para el paciente supondría la cercanía e inmediatez de la Farmacia.
Encarnación Cruz, directora general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud ha destacado que el Departamento “está en vías de alcanzar un acuerdo que permita conjugar los distintos intereses (pacientes, sostenibilidad del sistema sanitario y sector farmacéutico) para la vuelta a la dispensación en farmacias comunitarias de parte de los medicamentos de dispensación hospitalaria sin cupón precinto (DHSC)”.
Julio Sánchez Fierro, director del encuentro, ha hecho públicas las conclusiones del seminario:
Los farmacéuticos comunitarios desarrollan su profesión en un entorno que está experimentando profundos cambios sanitarios. Por ello, deben estar atentos y ser sensibles a sus consecuencias y soluciones.
La relación permanente de los farmacéuticos con las Organizaciones de Pacientes es esencial para orientar sus actividades y definir la organización, estructura e imagen de sus servicios profesionales.
Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) permiten acercar aún más la farmacia a los pacientes, además de contribuir a generar y gestionar datos sanitarios de gran interés para el sistema sanitario. Es primordial sintonizar la farmacia con el proceso de digitalización del Sistema Nacional de Salud, contando, para ello, con el adecuado respaldo legal. Asimismo, la e-receta y la historia clínica digital son también parte fundamental de la agenda digital farmacéutica.
A diferencia de los farmacéuticos hospitalarios, los comunitarios, actualmente, no tienen acceso a la historia clínica digital, a pesar de que no existan razones técnicas ni sanitarias que justifiquen tan anómala situación.
La farmacia comunitaria quiere prestar sus servicios al paciente de manera integrada en el sistema sanitario y de forma coordinada con otros profesionales de la salud. Se deberían llevar a cabo las actuaciones necesarias (normativas y administrativas), a fin de concretar el contenido de la atención farmacéutica. Asimismo, debería reconocerse por los poderes públicos la importancia estratégica que para el sistema sanitario tiene la atención farmacéutica, como una de las claves para hacer frente a los desafíos que comportan el envejecimiento demográfico, la cronicidad, la pluripatología y las situaciones de discapacidad y dependencia.
La farmacia comunitaria debería recuperar el papel que le corresponde en el ámbito de los medicamentos innovadores, en particular los biológicos, originales y biosimilares. La posición de la farmacia comunitaria en la dispensación de estos medicamentos, se ha visto muy deteriorada como consecuencia de medidas aprobadas con ocasión de la crisis económica.
Para más información, o si desea recibir al completo las conclusiones de este Encuentro:
Ana López-Alonso Ortueta, directora de Comunicación, Grupo Cofares. alopeza@cofares.es