La consellera de Salut, Patricia Gómez, presentó hace unos días el presupuesto de su departamento para el próximo año, que asciende a un total de 1.584 millones de euros y constituye cerca de un 40 por ciento del presupuesto global del Govern autonómico.
En términos relativos, cuatro de cada diez euros que maneje y gestione la Comunitat Autònoma corresponderán a las políticas de salud. La mayor parte de esta partida se adjudica al Servei de Salut de les Illes Balears, que registra de esta manera un incremento de más del cinco por ciento en relación al año actual.
Con estos recursos, se afrontarán las primeras fases del nuevo complejo de Son Dureta, uno de los proyectos estrella de la legislatura, que debe servir para acoger los enfermos de larga estancia y con patologías crónicas o limitaciones de movilidad.
Precisamente, la atención a la cronicidad centrará buena parte de las inversiones del nuevo presupuesto, un terreno en el que jugará un papel primordial la Atención Primaria, que a su vez será objeto de un ambicioso plan de reforma.
Desde el punto de vista hospitalario, cabe destacar, por supuesto, la incorporación de los tratamientos de radioterapia en el Hospital Mateu Orfila, de Menorca, que implica una apuesta en firme para proseguir en el camino de la descentralización de la atención sanitaria a las Islas Baleares.
Como podemos comprobar, estamos ante unos presupuestos ambiciosos y de largo recorrido en una legislatura que ya hace tiempo que ha superado su ecuador.
Por este motivo, es importante que el Govern vaya concretando sus políticas de salud transformándolas en hechos reales y no sólo en anuncios de futuro. Así se le ha reclamado insistentemente desde los grupos de la oposición, que no se cansan en denunciar que algunos de los grandes proyectos divulgados por el Ejecutivo se presentan en sucesivas ocasiones, sin que el anuncio acabe de adquirir un formato específico y materializable.
Ahora, con estos recursos a su disposición y el presupuesto más elevado de la CAIB, es imprescindible seguir el camino de la concreción.