La aplicación de este protocolo por el Servicio de Urología que dirige el Dr Joan Benejam evita a muchos pacientes el deterioro de su calidad de vida derivado de técnicas quirúrgicas y radioterápicas
El cáncer de próstata es el más frecuente en varones pero no el que más muertes causa. Sin embargo, no por ello es una afección que no haya que prevenir y diagnosticar precozmente para salvar vidas. El protocolo de monitorización activa del cáncer de próstata permite evitar a muchos pacientes terapias que reducirían su calidad de vida.
El Hospital de Manacor, a través de su servicio de Urología que dirige el Dr Joan Benejam, es pionero en las Islas -junto con Son Llàtzer- en la aplicación de este protocolo, que se está imponiendo en la Medicina urológica. En muchos casos el paciente puede convivir con el cáncer de próstata. Y morir tras una larga vida.
Según explica el prestigioso urólogo, el cáncer de próstata puede no ser mortal en muchos varones, por lo que si se dan una serie de condiciones es más recomendable no hacer nada, solo vigilarlo. En esa vigilancia consiste este programa de monitorización activa, para incluirse en el cual hay que diferenciar muy bien a cada paciente.
Cuando se determina que el cáncer de próstata es agresivo hay que aplicar técnicas curativas, como la radioterapia o la cirugía. Estas técnicas pueden salvar la vida del paciente evitando el desarrollo de una metástasis en el futuro, pero pueden conllevar efectos secundarios, como la impotencia o la incontinencia urinaria. Estos tratamientos son necesarios cuando se detecta que el tumor de la próstata es agresivo.
Pero cuando no lo es -aunque sea maligno- la ciencia médica ha determinado que se puede evitar ese tipo de intervenciones, aunque hay que aplicar una serie de protocolos de vigilancia muy estrictos.
“La Plataforma de Investigación Multicéntrica de la Asociación Española de Urología -explica el Dr Benejam- inició hace unos años una base de datos con los pacientes de cáncer de próstata que se encuentran en vigilancia activa. En Baleares, los hospitales de Manacor y Son Llàtzer son pioneros en formar parte”.
2.000 pacientes En estos momentos la base de datos reúne ya en toda España a más de 2.000 pacientes sometidos a esta vigilancia. El Instituto Valenciano de Oncología y el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, son los que más reúnen, con 300 y 100 respectivamente.
Los hospitales de Manacor y Son Llàtzer cuentan ya con unos 25 cada uno.
Explica el Dr Joan Banejam que cuando se detecta que un paciente tiene un tumor en la próstata, éste debe cumplir una serie de requisitos para ser incluido en el programa: “El PSA debe ser inferior a 10, el índice Gleason debe ser máximo de 6 y el tumor no debe ser detectable en el tacto prostático”, explica. Y añade: “Además, en la biopsia se deben haber detectado solo dos cilindros [muestras] afectados y solo el 50% de ese cilindro afectado.” Si el tumor del paciente cumple y mantiene estos niveles, no es necesario extraerlo ni atacar con radioterapia.
El paciente deberá, eso sí, someterse a análisis periódicos de PSA y a nuevas biopsias.
“En el protocolo de vigilancia activa del cáncer de próstata -sigue explicando el doctor Benejam- el paciente se somete a una segunda biopsia a los seis meses y luego, si no empeora el pronóstico, a una nueva biopsia cada tres años. Además, deberá realizarse un tacto rectal y un nuevo análisis del PSA cada seis meses”.
En algunos casos, antes de la primera biopsia, el urólogo solicitará que se realice al paciente una resonancia magnética de la próstata para con esa imagen poder realizar mejor la biopsia, aunque este procedimiento diagnóstico por imagen no supone un análisis en sí que determine la infestación cancerosa.
Datos
Los datos recabados en los ámbitos en los que se ha reunido mayor experiencia y evidencia sobre esta monitorización -como en los EEUU- señalan que entre un 30 y un 40% de los varones a los que se realiza un diagnóstico inicial de cáncer de próstata pueden verse incluidos en este protocolo.
“Sin embargo, -aclara el especialista- cierto número de estos pacientes acabarán por ‘caerse’ del protocolo y deberán ser sometidos a terapias curativas. Este número de pacientes es de un 30 a un 40%”.
Que el protocolo funciona lo demuestra precisamente el hecho de que se detecten a tiempo quienes deben salir de él.
“Además, en esos casos -señala el jefe del Servicio de Urología del Hospital de Manacor- en los que se detecta el empeoramiento del pronóstico del tumor siempre se está a tiempo de evitar la metástasis, precisamente por la vigilancia activa a la que se ha sometido al paciente durante el periodo de monitorización.” Pese al nuevo enfoque de la vigilancia del cáncer de próstata, el especialista recuerda que no hay que confiarse y dejar de tener una actitud de prevención ante esta afección oncológica, que es la más frecuente entre los varones: “Entre los 50 y los 75 años es aconsejable realizarse análisis periódicos del PSA”.
A partir de los 50 años, de los 45 si se tiene algún antecedente familiar de cáncer de próstata, todo varón debería solicitarle a su médico de cabecera un análisis de PSA (marcador tumoral que se detecta en sangre y que indica la probabilidad de que se esté desarrollando un cáncer de próstata).
Alarma
La voz de alarma salta si el PSA ofrece un resultado superior a 4, aunque ello no supone que haya un cáncer, sino que hay que vigilar más. Si el PSA es menor de 1 el paciente podrá demorar varios años otro análisis, ya que con esos valores a los 50 años de edad se considera muy poco probable que llegue a desarrollar ese cáncer.Los hombres mayores de 50 años notarán cambios en su forma de orinar o de mantener relaciones sexuales, propios de la edad. Una de las causas de esos cambios es el crecimiento natural de la próstata. Si ese crecimiento es excesivo, aunque no sea oncológico, se desarrollará una hiperplasia benigna de próstata (HBP).
Los pacientes con HBP deben ser tratados para evitar problemas. De hecho, los síntomas miccionales de una HBP -que no tienen por qué indicar cáncer, ni mucho menos- obligarán al paciente a visitar al médico en un momento u otro. El paciente con HBP también será vigilado (aunque no del mismo modo) para ver cómo evoluciona.
Con todo, ha de ser el médico de cabecera quien oriente al paciente y el especialista en Urología quien controle esas tendencias y riesgos. A partir de los 50 años de edad y dado que la próstata se hipertrofia siempre de modo natural -y que existen otras afecciones urológicas que aumentan con la edad- siempre es adecuado visitar al urólogo.
En el Hospital de Manacor, el Servicio de Urología que dirige el Dr Joan Benejam, está integrado por cinco especialistas.
De este equipo, la Yumaira Elena Hernández, es concretamente la que se encarga de mantener el registro de pacientes con cáncer de próstata incluidos en el protocolo de vigilancia activa.
Joan Benejam, un máster balear de la Urología a nivel mundial
El Dr Joan Maria Benejam Gual (Inca 17/6/1967) es licenciado en Medicina y Cirugía por la Facultad de Zaragoza (1991) y especialista en Urología vía MIR en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza (1997). Ha desarrollado estancias hospitalarias internacionales en los hospitales St Vincent (Dublin, Irlanda); Heilbron (Heilbron, Alemania), Jackson Hospital y Cleveland Hospital (ambos en USA).
Es diplomado en Cirugía Laparoscópica Urológica por la Universidad de Estrasburgo, IRCAD EITS (2004), doctor en Ciencias de la Salud por la Universitat de les Illes Balears (UIB) con la calificación de sobresaliente cum laude (2014) y jefe de Servicio Urología Hospital Manacor desde 2001. Jefe Servicio Urología Clínica Juaneda desde 2014.
Es autor de 162 comunicaciones en congresos nacionales e internacionales, 45 artículos en revistas de Urología nacionales e internacionales, 8 capítulos de libros.
Ha sido ponente/moderador en 71 congresos de Urología, cirujano invitado (Cirugía en directo en 11 reuniones y congresos nacionales e internacionales Urología).
Entre la actividad docente del Dr Benejam se cuenta que es profesor Asociado CEU- Cardenal Herrera desde 2015, profesor Visitante Universidad Autónoma de Madrid (UAM) 2016, profesor Asociación Urológica Española desde 2010, profesor Asociación Europea de Urología 2014/2015. Tiene la acreditación ANECA Profesor contratado Doctor desde 2015. Es profesor Asociado de Medicina de la UIB.
El Dr Benejam ha sido distinguido con el Premio Joaquín Albarrán a la mejor comunicación póster congreso Urología de la Asociación Española de Urología (2010), con el Premio » Julian Gutierrez de toledo» a la mejor comunicación oral del Congreso anual de Asociación Española de Urologia (salamanca 2015), con la beca “Pedro Cifuentes” 2017 de la Asociación Española Urología ( Ayuda proyecto investigación), con el Premio Top 20 2012 (Servicio Urologia Manacor- Mejor Servicio Urologia España), con el Premio “Best in Class” 2010 y 2011) y con el de Mejor Servicio Calidad Asistencial España . Ha obtenido la Mención de Honor “ Best in Class”( 2º Premio) 2008-2009. Mejor Servicio Calidad Asistencial España.
Ha sido presidente XXIV reunión nacional Urología Oncológica 2007, Vocal CEIC Balears desde 2014. Es tevisor de 4 revistas científicas nacionales e internacionales e investigador principal en 20 ensayos clínicos internacionales.