P.- Son un total de 7 servicios del Hospital de Inca que han obtenido o revalidado el certificado de calidad ISO. ¿Qué significa este reconocimiento para los directivos y profesionales del centro que usted dirige?
R.- Para nosotros es el reconocimiento a un trabajo intensivo que se inició desde la gerencia anterior ahora hace 4 años. El hospital entró en una dinámica de compromiso intensa. Significa que cumplimos unos estándares de calidad. Lo que lleva detrás es un trabajo de análisis de cuáles son las mejores prácticas, los mejores circuitos, las mejores soluciones para los pacientes. La ISO en las últimas versiones incluye de forma obligatoria la opinión de los pacientes, ya no es un objeto pasivo, se debe incluir su opinión y sus sugerencias. El hospital está en una cultura de calidad y que esos servicios ofrecen la mejor atención posible.
P.- ¿Qué aspectos valora exactamente el certificado ISO y qué criterios sigue la empresa Bureau Veritas a la hora de efectuar sus auditorías?
R.- Hemos acreditado por la última versión de la norma 90002015. Son estándares internacionales de obligado cumplimiento para todos los servicios que se acreditan.
P.- Dos nuevos servicios se han incorporado a las áreas que ya habían recibido anteriormente el certificado ISO. Una de ellas es el servicio de Anatomía Patológica. ¿Qué trabajo se ha efectuado desde el Hospital de Inca para conseguir esta acreditación?
R.- La acreditación exige un trabajo documental intensivo, enorme. Hay que escribir absolutamente todo, cualquier protocolo o procedimiento, la relación con otro servicio y demostrar que lo que has escrito es así. En Anatomía Patológica es un servicio muy adecuado para certificar por una norma de este tipo: cualquier acción, la traza de la muestra que no se pierda, que esté vinculada a un paciente… es decir hay un trabajo detrás increíble.
P.- El otro servicio que se ha sumado a las áreas certificadas por ISO es de Hematología y Banco de Sangre.
R.- Me gustaría decir que tanto Anatomía Patológica como el Banco de Sangre son pequeños, hay poca gente y el trabajo se distribuye en pocas personas. Todavía hay que agradecerles más el esfuerzo que han hecho. En el Banco de Sangre el trabajo de manejar muestras como las bolsas de sangre requiere de un conocimiento exhaustivo desde el principio y hasta el final. Y la norma aporta eso.
P.- La aplicación informática de gestión de catástrofes a través del teléfono móvil, desarrollada por el Hospital de Inca, ha ganado el Premio Profesor Barea, en su modalidad de Innovación Digital, convocado por la Fundación Signo. ¿En qué ha consistido?
R.- Es una historia curiosa porque a partir de los atentados terroristas de Niza, cuando dejamos de pensar que éramos inmunes y eso pasaba lejos de casa, en ese momento nos pusimos a revisar los procedimientos a requerimiento del IB-Salut. Y la primera reflexión es que este procedimiento, si sucedía en algún momento dado un accidente así con muchas víctimas, los profesionales, rápidamente debían tener un lugar dónde recopilar y acceder a los datos y a la información. Porque lo que nunca puede suceder en ese momento es una pérdida de tiempo. Son situaciones que pasan muy esporádicamente y es muy difícil que todo funcione de forma rodada. Es una tecnología portable, deslocalizada, lo llevamos encima y queríamos una app que fuera inteligente ante la toma de decisiones. De tal manera que la tenemos instalada en el móvil todos los responsables y en el momento que la gerencia activa la alarma no hay pérdidas de tiempo, es sincrónica porque salta a todos a la vez reflejando la acción de cada uno. Hay llamadas automatizadas, retorna información de las víctimas en función de la gravedad, etc.
P.- ¿Qué sensaciones experimentó durante la celebración de este evento?
R.- Mucha emoción confesable. El hospital es muy pequeño pero tiene la ventaja de tener un nexo de unión importante, porque nos representa a muchos. El contexto de allí nos emocionó al pensar que hemos llegado hasta aquí, competíamos contra más de 100 trabajos. Llegar a la final ya suponía ganar pero en el momento que van cantando los accésits y luego el primer premio para nosotros fue una gran emoción.
P.- Queda claro, por tanto, que el Hospital de Inca se encuentra en un magnífico momento. Pero incluso en los mejores momentos hay siempre cuestiones y necesidades pendientes. ¿Qué retos de mejora está afrontando ahora mismo el hospital para seguir caminando hacia la senda de la excelencia en materia de asistencia sanitaria?
R.- Tenemos muchas cosas por mejorar, sería absurdo que dijera lo contrario porque trabajamos con personas. Nuestras listas de espera son muy buenas pero pensamos que aun así lo podemos hacer mucho mejor. A la vez analizamos cómo mejorar la atención al paciente de medicina interna, y en cuanto a asistencia sanitaria analizamos cada una de las sugerencias que nos llegan, nos interesa mucho lo que opinan los ciudadanos. Ellos nos dicen esto no va así. Nos queda mucho recorrido.
P.- ¿Hay problemas de listas de espera o de saturación de la demanda hospitalaria en algunas especialidades concretas del Hospital de Inca?
R.- Hay especialidades que tradicionalmente siempre tienen mayor lista de espera que otras, como por ejemplo Traumatología. Estamos revisando toda la acción dentro del hospital respecto a esto y nuestras listas de espera no son mayores que las de los demás. Si nos preocupa las segundas, hemos hecho el esfuerzo para reducir la primera visita pero ya nos esforzamos para rebajar la segunda. Cuando está el paciente dentro del sistema debemos mejorar esa espera de la segunda visita.
P.- El hecho de situarse en la capital de una comarca, otorga al Hospital de Inca una gran responsabilidad, no sólo con los vecinos de este municipio, sino con los residentes de toda su área de influencia. ¿De qué manera condiciona este hecho el día a día del hospital?
R.- Para nosotros la opinión de los usuarios es muy importante e incorporamos sus sugerencias. Nos sentamos al menos dos veces al año con los alcaldes de la comarca. En verano por ejemplo aumentamos mucho nuestra población, hasta en un 30%. Tenemos dos picos, en invierno por la gripe y los crónicos y en verano derivados del turismo. Tenemos una muy buena relación con los municipios. Los alcaldes nos llaman directamente y la relación es exquisita.
P.- Por cierto, y ahora sí que acabamos, ¿cuál es la situación de los profesionales de enfermería en el Hospital Comarcal de Inca? ¿Están satisfechas sus compañeras?
R.- Están en efervescencia, hay tal cantidad de proyectos en marcha que nos permite estar en buen momento. El personal de Enfermería inicia procesos de humanización en urgencias, prevención de infecciones, úlceras, etc. Nuestra directora de Enfermería es un espíritu inquieto que se ha comprometido a desplegar los proyectos que se preparen.