Juan Riera Roca /
La tesis doctoral de José Antonio Peña Zarza, desarrollada en el seno de la UIB, concluye que los niveles de hemoglobina glicada y de aminoácidos ramificados circulantes son indicadores de la gravedad del síndrome de apneas hipopneas (SAHOS), estableciendo de así una relación entre este síndrome y la diabetes en edad pediátrica.
El ronquido simple y el síndrome de apneas hipopneas del sueño (SAHOS) son entidades muy prevalentes tanto en el adulto como en la edad pediátrica. Este síndrome se debe a la obstrucción parcial de la vía aérea durante el sueño que produce las pausas respiratorias características.
Estas pausas respiratorias producen microdespertares (arousal) y caídas en el índice de oxigenación de la sangre (SatO2). De esta manera, alteran la estructura normal del sueño e influyen no sólo en el descanso nocturno, sino que pueden tener repercusión en el metabolismo y el desarrollo del niño con SAHOS.
Hoy se sabe que en el enfermo adulto el síndrome está relacionado con el aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes, pero hoy por hoy todavía no se conoce el impacto de este síndrome en la edad pediátrica, lo cual es necesario dada la incidencia global de esta patología.
Dentro del metabolismo de la glucosa uno de los parámetros más utilizados para el control clínico es la hemoglobina glicada (HbA1c), que se utiliza de manera rutinaria en los pacientes afectados de diabetes mellitus. Se ha observado como los aminoácidos ramificados circulantes (BCAA) modulan la acción de la insulina.
Esta es la hormona principal en el control de la glucosa en sangre. Ambos biomarcadores (Hb glicada y aminoácidos ramificados circulantes) podrían reflejar la repercusión de la SAHOS en el metabolismo glucémico y aportar nuevos datos para entender el impacto global del síndrome.
El objetivo principal de la tesis doctoral de José Antonio Peña Zarza, defendida en la UIB , ha sido comparar los valores del HbA1C y los BCAA en pacientes pediátricos roncadores afectados y no afectados de SAHOS. La hipótesis de trabajo es que los niveles de HbA1c y de BCAA son más elevados en pacientes con la enfermedad.
También, que se relacionan con la gravedad de esta enfermedad y que esta relación es independiente de la edad y el peso de los pacientes. A todos los pacientes estudiados se les realizó una polisomnografía, que mide las principales variables neurológicas, respiratorias y cardíacas durante una noche.
Esta prueba se realiza en la Unidad de Sueño del Hospital Son Espases. A la mañana siguiente del estudio se realizó una analítica sanguínea con los diferentes índices del metabolismo de la glucosa. En el análisis de la HbA1c se incluyeron 48 niños, y 90 en el de BCAA, según han informado fuentes del estudio.
Se observó cómo ambos marcadores estudiados reflejan la severidad del síndrome, y lo hacen independientemente de la edad y el peso del paciente. Los niveles están relacionados con el número de apneas y con los principales índices medidos en los estudios de sueño como las caídas de saturación de oxígeno (SatO2).
La tesis doctoral se ha desarrollado mediante el formato de compendio de artículos, y los trabajos han sido publicados en las revistas internacionales Pediatric Pulmonology y Sleep and Breathing. Estos datos innovadoras permiten, por un lado, entender mejor el impacto de la SAHOS sobre el metabolismo glucémico.
Por otro lado, dado que son marcadores de la gravedad del síndrome, se podrían incluir en el algoritmo diagnóstico y terapéutico de este síndrome. Medir el impacto metabólico de las apneas nocturnas con biomarcadores como los descritos permitirá un manejo óptimo de un síndrome muy prevalente.
Y ello no solo para mejorar la calidad de vida del niño roncador sino también para prevenir problemas futuros, como el desarrollo de otras enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus, de la que ahora se sabe que podría estar relacionada o ser avisada por un signo tan aparentemente desvinculado como es presentar apneas.