Carlos Hernández /
Cada verano nos llama la atención las noticias de sucesos donde personas, ya sean turistas o residentes, fallecen ahogados en piscinas y playas. Es una pandemia complicad de subsanar. El experto en emergencias sanitarias y consejero del ICOMV, el Dr. Rafael Romero, incide en la importancia de la prevención y seguridad en zonas acuáticas ante los diferentes peligros que se asumen, en algunos casos de manera imprudente, en zonas fluviales y marítimas en los periodos estivales.
- Respetar las normas de seguridad y no subestimar los riesgos
- Hacer caso a las normas de seguridad como las banderas e instrucciones de baño en playas con vigilancia.
- En aquellas que no exista vigilancia extremar las medidas de seguridad y preferiblemente no bañarse en solitario.
- Evitar el baño nocturno y nunca habiendo consumido bebidas alcohólicas o drogas.
- Evitar las corrientes marinas nadando siempre en paralelo a la playa, asimismo evitar inmersiones en ríos caudalosos y cascadas ya que pueden existir corrientes y remolinos en muchos casos no perceptibles.
- Evitar los saltos al agua desde acantilados y salientes. Muchos de los traumatismos y lesiones medulares en época estival se producen por saltos y zambullidas en lugares escarpados y con poca profundidad.
- Se recomienda acompañar siempre a niños y ancianos en el baño. Los niños pueden ahogarse en escasos 20 cm de agua. Para ello, es muy importante evitar las distracciones como el uso del móvil u otros dispositivos durante el tiempo de baño del menor.
- Evitar los zambullidos de golpe para evitar el síndrome de hidrocución que no hace referencia a problemas digestivos sino a cambios bruscos de temperatura. Para ello, es recomendable mojar previamente partes del cuerpo como la nuca, axilas o estómago.
2. Tras el ahogamiento de una persona los primeros minutos son trascendentales y es muy importante seguir las siguientes instrucciones:
- La seguridad del rescatador no profesional es fundamental para evitar que una situación de riesgo se termine agravando por la implicación de más personas. Por ello, antes de realizar una maniobra de rescate hay que comprobar el peligro que puede suponer dicha acción.
- Si el ahogado esta inconsciente, pero respira, situar al sujeto en Posicional Lateral de Seguridad, para evitar que el afectado pueda ahogarse con sus vómitos u otros fluidos.
- Si el ahogado no responde y no respira en primer lugar llamar a los servicios de emergencias sanitarias 112 e iniciar maniobras de Reanimación Cardio Pulmonar básica.
3. Para ello, hay que colocar una mano sobre la otra entrecruzadas en forma de abanico y realizar 30 compresiones en la línea entre las dos mamas, justo en el centro del esternón.
Estas compresiones deben de ser de entre 4 y 6 cm de profundidad para garantizar la efectividad de la compresión. Finalizadas las 30 compresiones se realizan dos insuflaciones de aire por la boca. Esta secuencia de la maniobra de reanimación no se debe suspender hasta la llegada de los servicios sanitarios. Por último, el Dr. Romero señala que para practicar actividades deportivas y de ocio en el medio acuático o simplemente tomar un baño en cualquiera de sus formas playas, piscinas, ríos y pantanos hay que tener respeto y preparación, sabiendo nadar y en condiciones físicas adecuadas. Además, el sentido común debe ser la principal precaución a la hora de realizar este tipo de actividades.