El Hospital Sant Joan de Déu vive momentos especiales. En dos semanas se inaugura la segunda fase de su ampliación y acaba de firmar un convenio con el Govern que lo incluye en la red hospitalaria pública. Joan Carulla, médico experto en gestión, pero con años de lucha contra la enfermedad, dirige este centro sin quitarse la bata blanca y tiene sobre sí la responsabilidad de mantener y mejor la calidad y el t rato hospitalario que caracteriza a la orden religiosa fundada por San Juan de Dios.
P.- Comencemos, si le parece, no por el principio de la historia del Hospital Sant Joan de Déu, sino por el final. ¿Qué ha significado la reciente firma del convenio que convierte a este centro, con gran solera en Mallorca, en parte de la red asistencial del IbSalut?
R.- Pues muchas cosas. En primer lugar, posicionar el hospital como lo que se siempre ha sido, es decir, como un hospital público, abierto a las necesidades sanitarias de las Islas Baleares. En segundo lugar, la consolidación del modelo de atención que es el propio de los hospitales de Sant Joan de Déu, de calidad y humanizada. Y ha sido un reconocimiento al trabajo de los Hermanos Hospitalarios [orden religiosa de la Iglesia Católica a la que pertenece el centro] y de todos los profesionales que desde 1955 han servido a la sociedad en cada momento, y dependiendo de la época, aquella atención que se ha necesitado. El centro comenzó como un hospital pediátrico y ha ido evolucionando en función de las necesidades de la sociedad balear: de la atención a los niños con polio, con el tiempo se enfocó más a las necesidades geriátricas de una sociedad que envejecía.
P.- ¿Qué aporta en estos momentos el hospital a la sanidad balear?
R.- El convenio recoge la cartera de servicios propia del hospital en sus especialidades en el campo de la Geriatría, camas de hospitalización, consultas externas, rehabilitación, técnicas terapéuticas para lesionados medulares, pacientes con daño cerebral irreversible y todo lo que hace referencia a las especialidades de Ortopedia y Traumatología, Neurología, Reumatología, dentro de una serie de intervenciones que el hospital realiza para aligerar las listas de espera quirúrgica de nuestra comunidad. El convenio se ha firmado tras haberse acreditado que el Hospital Sant Joan de Déu tiene los mismos niveles de calidad que el resto de hospitales públicos, una garantía para los usuarios.
P.- ¿En qué se diferencia, en estos momentos, el Hospital de Sant Joan de Déu, del resto de centros hospitalarios públicos de Baleares?
R.- Pues la verdad es que nos diferenciamos en poco. Cuando hablamos de salud pública lo que importa es la prestación del servicio y Sant Joan de Déu da la misma prestación que el resto de hospitales públicos. No hay, pues, diferencias desde el punto de vista asistencial. La única diferencia es que la gestión del centro, en lugar de ser pública, la realiza una entidad sin ánimo de lucro como es la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios que tiene hospitales públicos y concertados por toda España. En Cataluña, por poner un ejemplo, la asistencia hospitalaria pública la dan en un 70% centros concertados como ayuntamientos, diputaciones, órdenes y otras entidades sin afán de lucro. No es un modelo de privatización, sino de mejora de la sanidad utilizando los recursos disponibles. En nuestro caso no hay tras este hospital una entidad que haga de la salud un negocio.
P.- ¿Cree que es el camino de la especialidad en los ámbitos en los que la han desarrollado el necesario para el futuro de este hospital?
R.- No tengo duda que este camino es el de la especialización y la calidad. En nuestra comunidad hay unos excelentes hospitales públicos que cubren todas las especialidades necesarias para una sociedad como la nuestra. Pero también es cierto que hoy en día hay que cubrir determinadas necesidades que son difíciles de gestionar en un espacio tan grande como puede ser el de los hospitales Son Espases o Son Llàtzer. En un hospital más pequeño, como el nuestro, puedes dar más valor, más calidad y sobre todo puedes hacerlo con una mayor eficiencia. Por todo ello la especialización y la calidad de esa especialización es fundamental para una entidad como la nuestra.
P.- El hospital pertenece a una orden religiosa. ¿Cómo afecta eso a la atención sanitaria?
R.- La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios pertenece a la Iglesia Católica fundada hace 500 años. Es una orden confesional, pero la atención que se presta en sus hospitales es pública y universal. Yese carácter confesional nos hace entender la atención sanitaria como humanizada e integral. Y para que sea integral ha de recoger todos los aspectos de la dimensión humana. Por eso nosotros tenemos personas especializadas en dar soporte espiritual, a cualquier persona de cualquier creencia o incluso a personas ateas que en un momento tengan necesidad de un apoyo espiritual por el momento que están pasando. En la unidad de cuidados paliativos las personas en fase terminal necesitan de ese apoyo espiritual y ofrecérselo forma parte de los valores fundamentales de nuestra atención.
P.- En 2011 se inició la reforma del antiguo hospital, muy conocido por su fachada marítima en Cala Gamba. ¿Cómo es el nuevo edificio que el día 29 de este mes será oficialmente inaugurado?
R.- Se planificó lo que es la ampliación y modernización del hospital en dos fases. Una, con la construcción de un nuevo edificio, concluyó ya en 2007 en parte opuesta al mar del antiguo hospital. Después de aquello llegó para todos la crisis y hubo que ser prudentes. Yen 2011 decidimos que para mantener los estándares de calidad que nosotros creemos necesarios era necesario completar la reforma del edificio antiguo. En esa reforma hemos ampliado el número de camas. Apartir del 29 de marzo el Hospital Sant Joan de Déu dispondrá de 203 camas, lo que supone que se ha ampliado en una nueva unidad de hospitalización. Otro de los elementos de la ampliación es un nuevo gimnasio para rehabilitación, que nosotros ofrecemos tanto en el ámbito de Neurología como de la Ortopedia. Y hemos ampliado el Hospital de Día. Hemos abierto también una nueva unidad de Cirugía Ambulatoria [sin ingreso hospitalario]. Yen un lugar único, en Cala Gamba, en una zona que mejora día a día.
P.- El Hospital de Sant Joan de Déu ha recibido diversas certificaciones de calidad. ¿Cuál es la importancia real de estos procesos de validación de la calidad?
R.- Aplicamos el modelo de gestión FQM que es el mismo con el que la Conselleria de Salud gestiona sus centros sus centros. Somos además el único centro que ha obtenido el nivel de acreditación 400+ por su gestión. Pero eso no nos ha bastado y por ello constantemente buscamos nuevas acreditaciones que nos den a conocer y nos certifiquen que estamos haciendo las cosas bien. Hemos ido renovando las acreditaciones de gestión medioambiental ISO14001, hace poco renovamos el certificado de calidad de gestión de la información ISO27001 y eso junto con otras acreditaciones que tenemos, como es la del servicio de transfusiones y estamos pendientes de que se nos acredite como una unidad docente multiprofesional de Geriatría. Con ello, a partir del año que viene los profesionales de Enfermería se podrán formar como especialistas en Geriatría y el centro pase a ser hospital universitario para este tipo de especialistas.
P.- ¿Cuál es la importancia en este proyecto de los médicos, de los profesionales?
R.- Las empresas las conforman las personas. Si además nosotros queremos transmitir una serie de valores éticos y de humanización, cuando escogemos nuestros profesionales es algo que tenemos en cuenta. No miramos solo el currículo, sino que tenga un valor humano que nos garantice que podemos continuar a través de él la transmisión de valores que nos definen.
P.- ¿Cómo se concreta esa humanización que tanto les preocupa?
R.- Eso es algo que se completa cada día, en la asistencia que damos a nuestros pacientes en todos y cada uno de nuestros servicios. Uno de los valores fundamentales de nuestra organización es la hospitalidad y a partir de ahí el respeto y la espiritualidad. Todo esto se concreta día a día en el trabajo que hacen nuestros médicos, enfermeras, auxiliares y los aproximadamente 60 voluntarios que vienen a darse a los demás, que acompañan a las personas que están solas.
P.- Hablemos, si le parece, de la atención geriátrica, que es uno de los puntales del centro.
R.- Es cierto que esta especialidad, reconocida ya como tal por nuestro sistema sanitario, es cada vez más necesario porque son más los pacientes crónicos y/o pluripatológicos que por tener además una edad avanzada necesitan una atención especial. Y esta atención la han de dar geriatras. Nuestro hospital dispone de cinco de estos especialistas.
P.- ¿Qué opinión le merece la sanidad balear, tanto pública como privada, a usted que posee experiencia en la gestión y en un ámbito como el de la sanidad catalana.
R.- Nuestra sanidad no tiene una buena salud, la tiene excelente. Contamos con excelentes profesionales y excelentes recursos. También es cierto que la situación económica nos ha hecho vivir a todos momentos de especial tensión. Los recursos son finitos, hay que gestionar lo que tenemos y eso en determinados momentos puede generar conflicto.
P.- ¿Cree que cabría profundizar más en la colaboración entre sanidad pública y privada?
R.- Cabe profundizar en todo aquello que signifique una mejora de la eficiencia del sistema sanitario, de los hospitales de titularidad pública, seguir como el paso que se ha dado de concertar con hospitales sin afán de lucro para completar el mapa sanitario de nuestra comunidad y seguir por ahí, con los conciertos, en el futuro para evitar que se disparen las listas de espera. No se trata de que lo público se desprenda de su responsabilidad y dé a gestionar recursos a la privada; de lo que se trata es que se planifique desde la sanidad pública qué es lo que se necesita, que se haga con recursos propios todo aquello que se pueda y todo aquello que no se pueda hacer se concierte con quien resulte que lo pueda hacer bien y de la manera más eficiente posible.
P.- ¿Cree que la crisis económica ha puesto en riesgo el modelo de asistencia sanitaria universal?
R.- Creo que sí. La sanidad ha estado en crisis grave. Las cosas van mejorando poco a poco, pero estamos en unos momentos en los que todos somos conscientes de que los recursos son finitos. Hay que ver qué podemos hacer con los recursos disponibles y hacerlo de la mejor manera posible.
P.- ¿Qué piensa del actual mapa hospitalario balear?
R.- Mi opinión particular es que el mapa hospitalario balear está completo. Son Espases es un hospital puntero al nivel de los mejores de Europa. Si eso se complementa con los otros centros que se han ido habilitando, como Inca, Manacor o Son Llàtzer, en lo que se refiere a la atención a los enfermos agudos, el mapa está completo. Lo que también es cierto es que cada vez hay una mayor prevalencia de enfermedades crónicas, de enfermos geriátricos pluripatológicos y junto a ello tenemos el problema crónico de las listas de espera. Creo que para completar ese mapa hay que hacer actuaciones como la realizada por la Conselleria de Salud de concertar –en este caso comenzando por entidades sin afán de lucro –todo lo que sea necesario para dar una buena atención.
P.- ¿Qué opina de la creación de una facultad de Medicina en Baleares?
R.- Sería un proyecto bonito, emocionante, pero creo que ahora no es el momento. Dada la situación en la que estamos, los recursos se han dedicar a una serie de necesidades que tiene el sistema sanitario y que se han de cubrir. La facultad de Medicina que un día puede ponerse en marcha habrá de ser abierta, internacional y que estuviera a la altura de las de Barcelona o cualquiera otra.
P.- Hablemos para finalizar, del futuro.
R.- Primero, consolidar la ampliación del hospital. Pero luego, y recordando que la Orden de San Juan de Dios tiene también mucho peso en la prestación de servicios sociales, puedo anunciar que ya hemos constituido aquí en Mallorca una fundación con ese objetivo. Queremos ofrecer un espacio de acogida –que se ubicará en el antiguo convento de las Hermanas Dominicas en el Polígono de Son Castelló –a nuestras instituciones. Queremos acoger a tantas familias, especialmente monoparentales, que están en riesgo de exclusión social. Queremos ofrecerle casa a todos aquellos que la necesitan.