El doctor Joan Grimalt pronunciará el próximo 6 de mayo una conferencia en la Real Academia de Medicina de Baleares sobre los efectos de los productos tóxicos –adquiridos durante el embarazo –en la salud de los niños. Joan Grimalt Obrador (Palma de Mallorca, 1956) es profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), director del Instituto de Diagnosis Ambiental y Estudios del Agua (IDÆA) del CSIC y Director del Centro de Investigación y Desarrollo del CSIC. Ingeniero Químico por el Instituto Químico de Sarriá, por la Universitat Ramon Llull (1978), licenciado en Ciencias Químicas por la Universitat Autònoma de Barcelona (1979) y doctor en Ciencias Químicas por la Universitat Autònoma de Barcelona (1983). Ha realizado estancias postdoctorales en el College of Oceanography de la Oregón State University (1983, USA) y en la School of Chemistry de la Universidad de Bristol (1985, Reino Unido). Su actividad profesional se centra en el estudio de los compuestos orgánicos naturales y antropogénicos como indicadores de los cambios climáticos y sus efectos, y del estado de salud de los ecosistemas y organismos vivos (incluidos los humanos).
P.- Doctor Grimalt, usted hablará el próximo 6 de mayo sobre los efectos de los productos tóxicos adquiridos durante la gestación en la salud de los niños. ¿Cuáles son las principales conclusiones de sus estudios sobre este tema?
R.- Que la exposición a concentraciones pequeñas de ciertos contaminantes orgánicos persistentes influye en la incidencia de algunas enfermedades en los primeros años de los niños y en una disminución del desarrollo intelectual, sin que esta disminución llegue a ser patológica.
P.- ¿Están las madres, las familias, suficientemente informadas sobre estos riesgos, o se trata de recientes descubrimientos que todavía no se conocen a nivel popular?
R.- En general no se está informado. Anivel popular hay un desconocimiento grande.
P.- Y hablando de los riesgos más conocidos, como el alcohol, el tabaco y algunos medicamentos, cree que las madres son ya conscientes que durante esos 9 meses no tienen que fumar, beber, comer grasas o tomar determinados alimentos?
R.- Cada día se dan a las madres indicaciones más acertadas de los hábitos que tienen que tener durante el embarazo. En este sentido, tanto fumar como beber alcohol no son hábitos recomendables. Hoy en día, se hace un seguimiento ginecológico de las madres, lo que ha mejorado mucho su salud y la del niño que nace.
P.- Cómo hemos dicho antes, su actividad profesional se centra en el estudio de los compuestos orgánicos naturales y antropogénicos como indicadores de los cambios climáticos y sus efectos, y del estado de salud de los ecosistemas y organismos vivos (incluidos los humanos). ¿Cuáles son las principales líneas de investigación sobre este tema y sus principales aportaciones?
R.- Bien, ésta es una pregunta muy amplía. Esta parte de mi trabajo como investigador se refiere a los estudios del medio ambiente, no con humanos. Dentro de esta temática dos descubrimientos importantes han sido la dependencia de la temperatura en la acumulación de muchos contaminantes en las zonas de montaña y el descubrimiento de los cambios climáticos abruptos que hubo en el pasado, en épocas interglaciales parecidos a nuestra situación actual.
P.- De sus palabras podría deducirse que nos movemos en un medio tóxico del que desconocemos sus principales peligros, no solamente para los niños. ¿Es así, doctor, cómo tendríamos que vivir para evitar esos peligros?
R.- A ver, no se tiene que exagerar. Estambre rodeados de contaminantes, es cierto. Pero en el pasado estuvimos rodeados de microorganismos patógenos y tampoco teníamos herramientas para combatirlos. En este sentido ahora hemos mejorado mucho. Esto no quiere decir que no se tengan que hacer esfuerzos para disminuir la exposición a los contaminantes en nuestro entorno. Estos esfuerzos ya se están haciendo. En este sentido se prohibieron los contaminantes orgánicos persistentes. Esta prohibición se hizo a través del convenio de Estocolmo y dio lugar a que varios de los compuestos que perjudican a nuestros niños y a nosotros mismos estén disminuyendo. Como criterio general se tiene que pensar que no hay soluciones individuales a estos problemas. Vivimos dentro de un ecosistema y por lo tanto para tener un ambiente limpio lo que hay que hacer es no ensuciar este ecosistema.
P.- ¿Qué papel juegan en esta situación las corporaciones industriales, farmacéuticas, los gobiernos… saben qué está pasando, lo consienten, lo promueven, lo ignoran o no saben qué hacer?
R.- En estos temas no hay ‘buenos y malos’ al cien por cien. Hay intereses. Ypara implementar soluciones hace falta desarrollar una serie de etapas. Es fundamental la investigación científica para poder saber que está pasando. Si no entendemos qué pasa es muy difícil encontrar e implementar medidas eficientes. Luego hace falta saber transmitir la información adecuada a los sectores sociales responsables, que son los que pueden hacer alguna cosa. En ocasiones es fácil que se tomen medidas y en otras, no. Depende de cada caso, pero las medidas necesarias se tienen que tomar, aunque alguna vez no gusten.
P.- ¿Qué ‘organismo’está más enfermo, la tierra, el mar o el aire… Cuáles de esas enfermedades se conocen más por el hombre?
R.- En los ecosistemas intervienen todos los elementos. No es posible tener limpia una parte y sucias las otras. Hoy en día, la atmósfera de las ciudades es uno de los elementos que perjudica más la salud de las personas, pero no la única. Los problemas de los que hablaremos en mi conferencia están muy relacionados con la contaminación en los alimentos.
P.-¿Qué hábitos personales, diarios, pueden ayudar a reducir esta toxicidad por parte de las personas normales, o su papel no es determinante?
R.- Cómo he dicho las soluciones personales tienen una eficacia limitada porque todos vivimos en los mismo ecosistema. De hecho, hoy en día se habla mucho de los servicios de los ecosistemas. Por ejemplo, la depuración de las aguas de alcantarillado de las ciudades elimina la suciedad en un cierto grado pero no soluciona el problema de la contaminación de las aguas. ¿Por qué, entonces, nos llueve agua limpia? Porque se ha depurado en el ciclo hidrológico natural. Los regresos por parte de los ecosistemas de agua limpia cuando nosotros les hemos enviado aguas sucias es un servicio que nos hacen los ecosistemas. Por lo tanto, todos dependemos de que los ecosistemas nos arreglen la vida. Se pueden adoptar soluciones individuales, ciertamente. Por ejemplo, un consumo menor de pescado azul de origen mediterráneo disminuye la ingesta de mercurio. Se podrían poner otros ejemplos.
P.- Además de su importancia real para la salud de todo el Planeta, ¿cuál es el impacto del cambio climático en la salud humana?
R.- El aumento de las temperaturas hace más probable que haya episodios puntuales de temperaturas muy altas, como ya hubo el verano del 2003, y de que se produzcan incrementos de mortalidad altos (unos 6.000 muertos extra en el caso español, unos 25.000 muertos a nivel europeo). También puede haber aumentos de enfermedades transmitidas por vectores (mosquitos, garrapatas y otras).
P.- Y finalmente, y de una manera más particular, ¿cuál es su análisis sobre la salud ambiental de las Baleares, sobre los efectos del cambio climático en las Islas y sobre la salud de los habitantes de baleares en relación a estos factores?
R.- Los habitantes de las Baleares, en general, están dentro de la tendencia general de las zonas mediterráneas. El verano del 2003 también se notó, aunque no con tanta intensidad como en Cataluña o Francia, por ejemplo. Los expertos predicen que puede haber disminuciones de precipitaciones atmosféricas en un futuro. Esto todavía no se ha observado. El problema más importante de las Baleares es la sobre-población y la sobre-explotación de sus recursos. Aunque éstos no son temas derivados del cambio climático, sino de un modelo de desarrollo que se basa en la utilización masiva del territorio y de sus recursos en lugar de un modelo basado en el desarrollo de las capacidades de sus habitantes. Este modelo actual cada día será más difícil de mantener y de ampliar porque los recursos de los ecosistemas isleños son limitados.