JUAN RIERA ROCA / La creación en el laboratorio de dos bebés inmunes al virus del sida, mediante técnicas controvertidas de selección y manipulación genérica por parte de un científico chino ha hecho saltar las alarmas mundiales de la Bioética y ha convertido en la última conferencia del año en la RAMIB en un hito de gran actualidad.
La sede la Real Academia de Medicina de las Islas Baleares (RAMIB) registró ayer martes, 5 de diciembre, un lleno absoluto para escuchar al profesor Diego Gracia Guillén (Madrid, 1941) que pronunció la conferencia “La bioética, 50 años después”, materia en la que es una autoridad reconocida mundialmente.
El doctor Gracia, académico numerario de la Real Academia de Medicina y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, comenzó por explicar las dos grandes revoluciones científicas del siglo XX, que dieron como hitos de la relatividad y la bomba atómica a la manipulación genética con toda su bondad y riesgo:
«En esos cien años ―dijo― se han producido dos revoluciones científicas realmente espectaculares que además han hecho que el siglo XX se pudiera dividir en dos mitades. La primera de estas revoluciones tuvo lugar en la primera mitad del siglo y la segunda ―que es de la que he hablado― en la segunda mitad del siglo.¬»
Y añadió: «La primera de esas dos revoluciones es la de la energía atómica, de la física nuclear, de la teoría de la relatividad, de la mecánica cuántica, es decir, el conocimiento y el dominio de lo infinitamente pequeño en el orden de la materia inorgánica. Esta ‘revolución’ dura hasta después de la II Guerra Mundial.»
Lo que sucedió en la segunda mitad del siglo XX es una revolución científica totalmente similar, pero en el orden de la materia orgánica: «Lo infinitamente pequeño en ese orden es lo que estudia una disciplina nueva que aparece a mediados del siglo XX que se llama Biología Molecular y que ha sido determinante.»
«La Biología Molecular ha ido descubriendo todos los arcanos de la Genética de todas las especies. Y como sucedió en la primera mitad del siglo XX, una vez que la ciencia básica empezó a establecer sus conocimientos, vinieron las aplicaciones técnicas, de la bomba atómica a los ‘átomos para la paz’.»
Es en ese momento histórico, cuando la Biología Molecular pasa de que se entienda la genética a que se la pueda manipular cuando el salto de la ciencia es tan grande como cuando se descubre la fisión nuclear y ello hace que los parámetros científicos cambien y con ello haya que plantear la ética de la ciencia:
«A partir de los años 70 ―explica este profesor, médico, psicólogo clínico, psiquiatra e investigador del CSIC― esos conocimientos básicos de Biología Molecular dan lugar a técnicas de manipulación del código de la herencia de los seres vivos y del ser humano, lo que se denominó ingeniería genética o manipulación genética.»
«Es lo que hoy se llama terapia génica o edición génica y se lleva a cabo con técnicas mucho más revolucionarias que hace 40 o 50 años. En esta conferencia he querido exponer porqué surge la Bioética en los años 70, indudablemente como consecuencia de toda esta revolución en la Biomedicina», explica el sabio. Y sigue:
«Fue un biólogo norteamericano, Van Rensselaer Potter, quien acuño el término Bioética. En 1971 escribió un libro titulado “Bioética, el puente al futuro”. La idea del ‘puente’ es la gran metáfora de la Bioética, el puente que une los nuevos datos científicos y sus aplicaciones técnicas, los nuevos descubrimientos.»
«La tesis de Potter es que el desarrollo de la ética ―al otro lado del puente― tiene que ir parejo porque si no se puede producir una gran catástrofe. Se impone la necesidad de ir reflexionando desde la ética los nuevos descubrimientos y sus peligros y eso es lo que ha hecho que se desarrollara la Bioética.»
Y tras los planteamientos de Potter, con los años han conformado una materia ―la bioética― aceptada, estudiada y cuyos fundamentos son o deberían ser d obligado cumplimiento, máxima en la experimentación con humanos, ya finalizando la segunda década del siglo XXI se descubren nuevos riesgos y desafíos:
«En el presente los grandes desafíos de la Bioética son muchos pero podría destacar lo que acaba de salir estos días en la prensa internacional, la utilización de una técnica de edición génica reciente, el método CRISPR/Cas9, aplicada a la selección de embriones, como experimento de un biólogo chino», señala Gracia.
[El biólogo He Jiankui afirma haber creado los primeros bebés modificados genéticamente, dos niñas nacidas tras aplicarles la técnica CRISPR/Cas9 para mutar un gen y hacerlas pequeñas resistentes contra el virus causante del sida, según afirma el biólogo, aunque aún no ha publicado los resultados de forma oficial.]Y concluye: «Tras el anuncio hecho por ese biólogo, la prensa internacional se ha hecho eco de un debate al respecto y se da un rechazo bastante generalizado de la comunidad científica a ese experimento, que no estaba nada claro que se hubiera desarrollado siguiendo los criterios éticos de la investigación científica.»
UNO DE LOS PADRES ESPAÑOLES DE LA BIOÉTICA
Diego Gracia Guillén (Madrid, 21 de mayo de 1941) es un médico, escritor y filósofo español, especialista en Psicología y Psiquiatría, que ha trabajado como investigador para el CSIC, y al que se considera uno de los grandes expertos españoles en bioética. Obtuvo la Licenciatura en Medicina y Cirugía en 1970 en la Universidad de Salamanca, donde se acercó a la cátedra de Historia de la Medicina de Luis Granjel. Tras realizar en aquella universidad su tesina de licenciatura («Psicología Factorial de la Personalidad»), solicitó una carta de recomendación a Granjel para Pedro Laín Entralgo y se trasladó a Madrid.
Discípulo de Laín y de Xavier Zubiri, ha contribuido a la ética médica, desarrollando el concepto de deliberación. Ostentó la cátedra de Historia de la Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y fue director del primer máster español de Bioética. Es considerado por muchos como el bioeticista más importante del mundo iberoamericano. Su abundante producción intelectual, su magisterio a través del Máster de la Universidad Complutense de Madrid, el que organizó la Oficina de la OPS/OMS en Latinoamérica (itinerante) y su presencia en múltiples foros, congresos y conferencias, corroboran la importancia de esta figura a la que la RAMIB invitó el pasado martes 4 de diciembre.
El doctor Diego Gracia ha sido director de la Fundación Xavier Zubiri, académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina de España, Académico de Número de la Academia de Medicina de Santiago de Chile, presidente del Patronato de la Fundación de Ciencias de la Salud, miembro de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida del Ministerio de Sanidad y Consumo, presidente de Comité de Bioética de Castilla y León, consultor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), miembro del Comité Científico de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, vocal del Consejo Rector del Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa, Académico de Número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Algunas de sus obras son “Introducción a la bioética. Siete ensayos”, “Como arqueros al blanco. Estudios de bioética”, “Voluntad de verdad. Para leer a Zubiri”, “Procedimientos de decisión en ética clínica”, “Fundamentos de bioética”, “Voluntad de comprensión. La aventura intelectual de Pedro Laín Entralgo”, o “La cuestión del valor”.