JUAN RIERA ROCA / Jerònia Miralles Xamena es enfermera por la UIB, máster en Salud Pública por la Universidad de Valencia. Desde que acabó la carrera siempre ha trabajado en primera línea de la comunidad, primero en el servicio de Salud Escolar y Promoción de la Salud, y luego en Atención Primaria en centros de salud. Actualmente es la Presidenta de la Subcomisión de Enfermería Familiar y Comunitaria de la Unidad Docente de Atención Familiar y Comunitaria de Mallorca, coordinando todo lo relacionado con la formación de las residentes de enfermería de familia y comunitaria de Mallorca. Raquel Muñoz Arenas es graduada en Enfermería por la UIB, especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria formada aquí en Mallorca, y actualmente trabaja como Enfermera Gestora de Casos Comunitaria. Ambas nos explican el EIR de Enfermería de Familia y Comunitaria.
P.― ¿Qué es una enfermera interna residente?
JERÒNIA MIRALLES.― Es una enfermera que después de haber aprobado el examen EIR y haber elegido entre seis especialidades (Obstétrico Ginecológica, Salud Mental, Pediatría, Geriatría, Salud Laboral y la de Familia y Comunitaria) y la Comunidad Autónoma en la que quiere especializarse, se les hace un contrato en formación de dos años en el servicio de salud elegido. Sí elige Familiar y Comunitaria de Mallorca, trabajará para la Gerencia de Atención Primaria del Ibsalut, como hizo Raquel. Desde la Unidad Docente organizamos la formación de estos dos años. La legislación estatal, de 2011, marca lo que tienen que hacer en ese periodo. El 60% de su formación se realiza en centros de salud y el 40% en otros dispositivos (hospital, salud pública, servicios centrales, programas, etcétera). Durante estos dos años, que son muy intensos, van rotando por esos dispositivos.
P.― ¿Tienen algún tipo de guía?
JERÒNIA MIRALLES.― Sí, siempre tienen un tutor. En este caso, la tutora de Raquel siguió todo su programa formativo y a mí me toca el papel de coordinarlo, de organizar las rotaciones, los cursos. Por ejemplo, si va al Hospital Son Espases a la Consulta de Heridas y Úlceras, aparte de trabajar allí también hace un curso. Intentamos que todas las competencias se puedan adquirir tanto a nivel asistencial, ―viendo pacientes, estando tutelada―como a nivel teórico, con cursos de formación. Dos años es poco tiempo, es verdad, pero ellas saben que luego tendrán que seguir estudiando, igual que todas las enfermeras, a lo largo de toda su carrera. Y además de hacer esas rotaciones y cursos realizan un trabajo de investigación durante estos dos años, una investigación muy potente, coordinada por la Unidad de Investigación de atención primaria y tutelada por una persona experta. Raquel hizo una investigación sobre la efectividad de las rutas saludables.
P.― ¿Se les evalúa?
JERÒNIA MIRALLES.― Sí, cada año. Ellas tienen que pasar una serie de evaluaciones por los departamentos por los que van rotando, que no son exámenes propiamente dichos, pero sí que han de ser positivas para seguir avanzando en su formación. Las competencias a adquirir abarcan los cuidados en todas las etapas de la vida, urgencias y emergencias, salud pública, docencia e investigación. Tienen que entregar una serie de trabajos y haber adquirido las competencias marcadas por el BOE: trabajo con la comunidad, educación para la salud, haber intervenido en grupos, dar charlas, sesiones formativas, tratar al paciente desde la valoración al diagnóstico y el plan de cuidados, teniendo en cuenta que se trabaja que en Enfermería de Familia y Comunitaria tanto a nivel individual como comunitario, a lo largo de todo el ciclo vital de la persona, de la familia, del domicilio y de la comunidad.
P.― ¿Raquel, en qué momento decides especializarte en este tipo de cuidados?
RAQUEL MUÑOZ.― Yo decidí que mi vocación era la Enfermería de Familia y Comunitaria en las primeras prácticas que hice en un centro de salud, donde tuve la suerte de coincidir con una excelente enfermera a la que le gustaba muchísimo la atención domiciliaria y la comunitaria. Y era un poco la rara, porque en los primeros años todos están tal vez más pendientes de las prácticas en la UCI, o en Urgencias, por ejemplo, pero yo ya había elegido Atención Primaria, algo que no es lo más habitual. Esta enfermera me enseñó muchísimo del trato con el paciente, con los cuidadores.
P.― ¿Han sido dos años duros?
RAQUEL MUÑOZ.― Son «sólo» dos años en los que hay que adquirir muchas competencias en cuidados, en metodología, en investigación, hay que hacer guardias, cursos… es duro, pero mirando atrás veo que ha sido una experiencia excelente y que ahora, como enfermera gestora de casos, el ser especialista me está ayudando muchísimo, basando mi práctica en la evidencia, como aprendí en la residencia, la metodología, los recursos que existen para poder dar respuesta a las necesidades que tienen las personas.
Baleares: 14 plazas EIR para comadrona, 5 de Salud Mental, 4 pediátricas y 4 para Familiar y Comunitaria
La Enfermería es pieza esencial de la asistencia sanitaria tanto pública como privada. Los expertos en la materia apuntan a la especialización como un futuro probable. La especialización en Enfermería Familiar y Comunitaria se sitúa además en la primera fila de la asistencia integral al paciente, a lo largo de todo su ciclo vital, así como de su familia y la comunidad.
El EIR (enfermero interno residente) es un sistema similar al MIR (médicos), PIR (psicólogos), FIR (farmacéuticos), un proceso de especialización mediante el cual profesionales de enfermería ya graduados se especializarse en determinados ámbitos asistenciales trabajando y aprendiendo con los especialistas ya formados en recursos hospitalarios homologados para la formación.
Mediante la residencia en el programa EIR, del mismo modo que los médicos se convierten en especialistas en aparato digestivo, por poner un ejemplo o los psicólogos en psicólogos clínicos, las enfermeras pueden acceder a diversas especializaciones. La especialización enfermera es el futuro, aunque tal vez no a corto plazo, de esta profesión, pilar de la atención sanitaria.
Existen seis especialidades enfermeras: Obstétrico Ginecológica (comadronas), Salud Mental, Pediatría, Geriatría, Salud Laboral y Enfermería de Familia y Comunitaria. En Baleares, el número de plazas ofertadas ha evolucionado poco en los últimos años, pasando de 25 en 2017 a 27 en la actualidad. Este año, el examen centralizado para acceder al EIR se realizará el 2 de febrero.
Concretamente, en Baleares se ofrecen: 14 plazas para comadrona, 5 para enfermeras de Salud Mental, 4 para enfermeras pediátricas y 4 para especialistas de Enfermería Familiar y Comunitaria. Las plazas disponibles en este momento para convertirse en enfermera especialista a través de la residencia, son consideradas insuficientes desde este colectivo profesional.
El Ministerio de Sanidad publicó a finales de diciembre la lista definitiva de admitidos para el próximo examen de EIR. Casi 13.000 enfermeras se disputarán una de las 1.075 plazas que están en juego en los exámenes que se realizarán para toda España y en los cuales se luchará por la especialidad y por la Comunidad Autónoma donde desarrollar la residencia.
440 aspirantes no han sido admitidos por falta de título necesario, reconocimiento u homologación del mismo, también por no haber pagado las tasas o no haber justificado adecuadamente que estaban exentos de pagarlas. En total al examen EIR 2019 se habían presentado 13.376 candidatas y candidatos, según han informado fuentes ministeriales.
Esta prueba se realizará el 2 de febrero junto con el resto de áreas de la formación sanitaria especializada: los exámenes MIR, FIR, PIR, QIR, BIR y RFIR (para médicos, farmacéuticos, psicólogos, químicos, biólogos o radio físicos que quieran convertirse mediante un periodo de residencia en especialistas sanitarios), pruebas que coincidirán en fecha y hora, como siempre.