Todos los acertantes supimos entonces que felicitarle por su nombramiento era hacerlo a medias. Saber de la gravísima enfermedad que afecta a una gran mayoría de toda esa miseria patrimonio de todos no parecía un gran mérito, pero era un deber comedido sabiendo que por fin Vicenç iba a tener que emplearse a fondo en esa difícil misión terapéutica.
Y ha sido empezar a rodar toda esa melena presidencial, y ver como se cumplía la primera de nuestras predicciones, la de verlo representándonos como palanganero aburrido, como palmero palmeño de la Leticia reina en un acto cualquiera, siempre proporcionalmente aburrida. Todos los caminos asfaltados llegan a esta Mallorca aburrida y roja.
Ha sido cumplirse el sueño real, y ha sido llegar el primero de los cristos también anunciados a este nuevo govern, un rosario de síntomas que nos permiten palpar -a partir de ya- el pulso de lo que pasa en toda esa redundancia parlamentaria, la confirmación de que -si estos son los que nos representan- usted y yo estamos terminales.
El primero de la legislatura ha sido tarzán Negueruela, un adelantado a lo que fueron aquellos intentos de colocación fitosanitaria de los amigos de Santanyí de Juli o de los hijos putativos de Thomás en el inicio de la pasada legislatura.
Esta vez ha sido Nege el que se ha adelantado a cagarla en el nuevo gobierno, con su cadenita y su canesú. Si del gallego siempre se ha dicho que no sabe si sube o baja, por fin damos con uno que se creía que subía mientras se certificaba su caída, a los abismos de lo impresentable.
Ha sido Diario de Mallorca el que contando contando recrea como Yago conseller de Turismo mandó “a la mierda” y a “tomar por el culo” a algún asistente del vicepresidente podemita Yllanes, un tipo de poesía a la que estamos ya demasiado acostumbrados, pero en silencio. Las perlas iban junto a acusaciones graves de perpetrar “ilegalidades” y de querer apropiarse de los funcionarios de su consellería, poco para el excedente de un magistrado en funciones como Yllanes.
Este comienzo de curso no nos da para mandarle a Tarzán una chita- callando que le haga justicia, pero nos sobran filólogos catalanes para que le hagan una inspección y le exijan que ya que nos insulta a todos lo haga en la lengua del imperio, la que nos exigen mientras nos insultan en su nulo catalán de Santiago.
Que toquen el timbre, y que venga ya de una puta vez Vicente Thomás con su maletín de difuntos a lavarle la boca con jabón al gallego consejero de turismo balear. De tratar el turismo de borrachera al de la pomada del tomar por el culo. Lo que le faltaba a Thomás.