JUAN RIERA ROCA / El grupo de investigación en Nutrición Comunitaria y Estrés Oxidativo de la UIB, dirigido por el doctor Josep A. Tur, ha participado en un estudio español sobre actividad física, sedentarismo, estilos de vida y obesidad en niños de 8 a 16 años, que revela que sobran pantallas y falta actividad física, como premisas contra la obesidad infantil.
Los niños y adolescentes dedican más tiempo del que tocaría a las pantallas y demasiado poco a hacer actividad física. Esta es la principal conclusión del estudio PASOS, en el que ha participado el grupo de investigación en Nutrición Comunitaria y Estrés Oxidativo (NUCOX) de la UIB y que ha financiado la Gasol Foundation, la fundación de los hermanos Pau y Marc Gasol, que tiene como objetivo combatir la obesidad infantil.
El estudio PASOS ha evaluado, por primera vez en España, la actividad física, el sedentarismo, los estilos de vida y la obesidad de la población infantil de 8 y 16 años en España a través de una muestra representativa y con métodos objetivos, lo que ha permitido obtener una fotografía lo más ajustada posible a la realidad.
En total, han participado 3.803 menores de 245 centros educativos de las 17 comunidades autónomas de España, que han sido evaluados por 13 grupos de investigación de toda España, entre los que el grupo NUCOX de la UIB, que también hace parte del IDISBA y del CIBEROBN (Instituto de Salud Carlos III).
Según los resultados preliminares del estudio PASOS, el 63,6% de los niños y adolescentes no llega a los 60 minutos de actividad física moderada o vigorosa (AFMV) al día, recomendación de la OMS. Este incumplimiento es más pronunciado en el género femenino -el 70,4% de las niñas no llega al nivel recomendado frente al 56% de los niños-, y entre los adolescentes el 72,4% de los alumnos de secundaria no cumple la recomendación, frente al 55% de los de primaria.
A su vez, el estudio demuestra que los adolescentes de 4º de ESO (16 años) desarrollan 106 minutos menos de actividad física por día (media) que los de 3º de primaria (8 años). Para medir el sedentarismo de los menores, han evaluado el tiempo de uso de pantallas -televisión, ordenador, tableta, móvil y / o videojuegos-, tomando como referencia la recomendación de la OMS, que aconseja no superar las dos horas diarias.
Partiendo de esta consideración, han detectado que más de la mitad de los niños y adolescentes no cumple las recomendaciones de uso de pantallas entre semana (54%), situación que se agrava durante el fin de semana, cuando casi el 80% pasa más de dos horas al día delante del ordenador, el móvil, televisión u otros dispositivos digitales.
Además, se aprecia más predisposición al uso de pantallas por parte de los y las adolescentes -de 12 a 16 años-, respecto de los niños / as de primaria -de 8 a 11 años. Del mismo modo, el incumplimiento es más pronunciado en el género masculino durante la infancia y la adolescencia.
Entre semana, el uso de pantallas es mucho más elevado en los / las adolescentes de 4º de la ESO (144 min. De media al día) respecto de los participantes de 3º de primaria. En fin de semana, esta diferencia alcanza los 172 minutos.
Los resultados preliminares del estudio PASOS revelan que más de un tercio de los niños / as y adolescentes españoles (34,9%) presenta sobrepeso u obesidad, según el Índice de Masa Corporal (IMC) -concretamente, el 14,2 % padece obesidad y el 20,7%, sobrepeso. Sin embargo, si tomamos como referencia la circunferencia de cintura, el porcentaje de obesidad abdominal (23,8%) resulta prácticamente un 10% superior al calculado según el IMC.
Esta diferencia evidencia la necesidad de incorporar la medición de la circunferencia de cintura como indicador de la obesidad en la infancia. Por otro lado, es importante resaltar que, en las últimas dos décadas, el porcentaje de población infantil y adolescente que presenta obesidad abdominal ha aumentado un 7,9% (datos comparativos con el estudio enKid, 1998-1999).
Tras estos resultados preliminares del estudio PASOS, Pau Gasol, presidente de la Gasol Foundation, ha lanzado cinco peticiones a las instituciones públicas, el sector privado, a la sociedad civil y el tercer sector con el objetivo de garantizar el desarrollo los niños / as en un entorno seguro y saludable que les permita alcanzar su pleno potencial:
1. Invertir en políticas de prevención de la obesidad infantil que consigan frenar el deterioro de hábitos que se produce a lo largo de la infancia y de la adolescencia.
2. Poner en marcha intervenciones comunitarias que promuevan la salud y que sean capaces de llegar a todos los sectores clave en los que los niños se desarrollan: escuelas de infantil, primaria y secundaria; centros sanitarios; centros deportivos; entidades de ocio; ayuntamientos; comercios locales…
3. Incrementar las horas y la calidad de la educación física en los centros educativos, al tiempo que el Consejo Superior de Deportes, junto a las comunidades autónomas y municipios, deberían reforzar las iniciativas de fomento de la actividad física y el deporte fuera del ámbito escolar.
4. Reforzar la formación de los equipos de pediatría y otros profesionales del ámbito sanitario en la prevención de la obesidad infantil.
5. Impulsar el Plan nacional contra la obesidad infantil, con asignación presupuestaria, liderado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que implique todas las administraciones públicas estatales, autonómicas y locales y otras entidades relacionadas con la materia.