Carlos Hernández /
En medio de la tormenta donde un día a más la gestión del Gobierno ante esta crisis se ha visto salpicada por la denuncia de haber comprado tests falsos, con un 30% de sensibilidad en la detección del COVID-19 y no siendo fiables, los profesionales sanitarios se han manifestado para aclarar dudas al respecto. En ese sentido, el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA), exige a la Conselleria de Sanitat que aclare si los 6.000 test rápidos para la detección del COVID-19 en la Comunidad Valenciana se encuentran entre los afectados por la partida de test defectuosos adquirida por el Gobierno a una empresa sin licencia de China.
En la reunión mantenida ayer entre los representantes del CECOVA y los colegios de Enfermería de Alicante, Castellón y Valencia con la secretaria autonómica de Salud Pública y del Sistema Sanitario Público de la Conselleria de Sanitat se informó de la llegada de 6.000 test rápidos facilitados por del Gobierno. Según apunta el CECOVA en un comunicado se iban a destinar, por este orden prioritario, a personal sanitario, fuerzas de seguridad y personal de residencias.
De ser así, apunta la institución colegial autonómica enfermera, se exige sin mayor dilación a la consellera de Sanitat que reclame al Gobierno central que le haga llegar de inmediato test válidos para su cometido y que al mismo tiempo articule los mecanismos necesarios para adquirir un mayor número de test, «ya que los 6.000 son del todo punto insuficientes para las necesidades que ahora mismo requiere la gravísima situación que estamos padeciendo«, denuncia el CECOVA.
Esta inquietud se viene a sumar a la denuncia hecha sobre la partida de mascarillas defectuosas que ha llegado al SAMU y que ha sido comunicada por los propios trabajadores a la Organización Colegial de Enfermería.