Me critica el amable lector -digo el guau- que frivolizara con algo tan grave como el Ébola, que mezclara al nenecaca Sansa con las viremias y con las pasarelas de virus con las que desfila el Ib-Salut al que representa. Y eso está bien, bienvenido a la crítica venga de dónde venga. Lo malo es que el lactante conseller en vez de contestar con sus razones obstétricas y le echara dos neonatos cojones para decir lo que le parece, se apoye en alguien a quien no consideraría ni contestar el ladrido. Hay límites que uno no debería sobrepasar jamás, y criticar a los demás a través de alguien de ese nivel es uno de ellos.
Tiene gracia que el gugutatá conseller -recién parido del útero de la colocación de su novia comadrona- no conteste directamente a quien le escribe. Pero nunca esperamos respuesta de quien mama, mucho menos de quien es alguien por mamar, y parece lógico que utilice recursos como el babeo o el pataleo, mucho más lógicos y más propios de su edad.
Y es lógica esa respuesta porque no nos sorprende. No sorprende de alguien que lanza el virus de la deslealtad contaminando al gobierno al que pertenece mientras dice en privado que quiere ser Presidente de la Comunidad, cuando parece que se ve como el próximo Bauzá recién parido.
Contento anda el que sí lo es, el verdadero Presidente José Ramón Bauzá, el que lo parió, con los ratos aniñados de Sansaloni, que entre monopoly y monopolio, tiene una buena montada con la traca final preelecciones que en estreno riguroso inaugura la Fiscalía Anticorrupción estos días.
Si un día quiere saber en qué terminan los consejeros que sólo accedieron a su cargo por saber ladrar a la voz del amo a la que traicionan ya sabe lo que tiene que hacer. Que repase en la Historia lo que le puede suceder. Que se lo aprenda rápido. Él y el Presidente Bauzá, por si acaso.
A eso de Son Espases le dedicaremos líneas en los próximos números, que los excesos de hoy son las corrupciones de mañana, y ahí lo dejo para que duerma tranquilo nuestra nana. Hablaremos largo y tendidos de aquellos días de hospitales, que en esos días de inicio de proyecto andaba yo como Perico por su casa, y he conocido y he seguido con intensidad los devaneos de todos y todas, desleales a un Jaime Matas que ha terminado siendo el único leal con la deslealtad que ha habido de momento en esta etapa de anticorrupción. Ya se lo dije a él, y no a través de un perroflauta, mirándole a la cara. “Probablemente mereces más estar en la cárcel por haberte equivocado en el nombramiento de tus cargos que por haber robado”. Ni él estaba en prisión en ese momento ni yo pensaba que muchos de sus desleales terminarían donde probablemente terminarán. Puedo imaginar la aplicación de esa frase a nuestro infante consejero, a nuestro Froilán sanitario, hablando de lo que ha nombrado y sostiene en el Ib-Salut, pero puedo también imaginarme la aplicación de esa misma sentencia al propio Presidente Bauzá y con relación al consejero. Hagamos juego.
Termino diciendo que, como el eminente y querido Joan Gual, no soy el hombre de CAPIO en Baleares. Por si acaso lo fuera que vaya preparando las maletas la jefa de prensa de Palmaplanas, la ágrafa Aina Serra, incapaz incluso de descifrar el árbol genealógico de la compraventa de todo el entramado al que se juega con ese centro hospitalario. A Son Espases por menos de eso le han dedicado en Fiscalía unas diligencias informativas. Decir abiertamente que el sudoku de empresas que compran acciones de otras sin que quede muy claro qué ni sobre todo cómo van a gestionarla irrita la faringe; que el caleidoscópico escenario de compraventa de acciones de ese grupo con la propiedad de unas empresas que parece que son todo y no son nada produce una cierta anafilaxia. Pero peor reacción suele tener que se venda algo a alguien y que ese alguien mayoritario ceda la gestión y la presidencia al minoritario al que acaba de comprar y que ya gestionaba. Hablamos de mi estimada Cordón, María, que continúa como Presidenta sigilosa y minoritaria, y, a la que simplemente y por situarla en el mapa habría que preguntarle por qué en su fusión con ICD Salud (antigua Capio) su clínica en Mallorca no tiene presencia en el mapa de recursos que explota su compradora. Así trabaja su prensa, la de su clínica, digo. Menos mal que, por lo menos, aquí siempre le quedará la nuestra. Y, de momento, gratis total.