Una correcta actividad física, cuidar la alimentación, las horas de sueño y proteger la espalda, claves para preservar la salud y un buen crecimiento
Los niños ya han vuelto al colegio. Pronto se cumplirá el primer mes de los 9 que cada curso los escolares entre 6 y 17 años –obligatoriamente– dedican a su paso por la escuela. Es el mejor momento para planificar una serie de normas y hábitos saludables para mejorar la vida futura.
Los especialistas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) señalan que el reinicio del curso escolar “es un buen momento para implentar hábitos de visa saludables que se mantengan durante todo el año” y que de ese modo garanticen un buen crecimiento.
ACTIVIDAD FÍSICA
“La actividad física se relaciona con un mejor rendimiento escolar y un mejor estado de ánimo de los niños”, señalan los expertos de la AEP, quienes recuerdan además que “el inicio de las clases y la vuelta a la rutina es un momento idóneo para incorporar hábitos sanos en la vida de los niños”.
El doctor Gerardo Rodríguez, coordinador del Grupo de trabajo de Actividad Física de la AEP, destaca que “una actividad física se relaciona con un mejor rendimiento escolar y con un mejor estado anímico de los niños, previene el sobrepeso y las enfermedades cardiometabólicas”.
Por eso el especialista recomienda “un mínimo de una hora diaria de actividad física moderada-intensa”, es decir, adecuada para la edad y constitución física de cada niño, rasgos éstos que los padres deberán consultar con especialistas para programar mejor este tipo de actividades.
Las actividades extraescolares deportivas, los paseos en familia, las actividades al aire libre y reducir las horas de consumo de televisión son formas de aumentar la actividad física de manera divertida y amena, añade el especialista de la AEP, indicando ‘trucos’ para lograr estos fines.
DORMIR LO QUE TOCA
El sueño y su higiene (orden, comodidad, disciplina) son elementos básicos del desarrollo de la salud y del rendimiento del niño. No se les puede permitir acostarse tarde y a horarios irregulares. Los niños en edad escolar deben dormir entre 9 y 11 horas como mínimo.
Está demostrado que una correcta higiene del sueño favorece el aprendizaje, la asimilación de experiencias y el crecimiento.
Añade el especialista: “Hay que acostumbrar a los niños a la rutina del sueño escolar lo antes posible” indica el Dr. Rodríguez.
Para que la adaptación sea progresiva, se recomienda que un par de semanas antes de volver al cole, se acostumbre a los niños a acostarse pronto y seguir los horarios escolares.
De hecho, muchos especialistas recomiendan que aún en verano se mantengan horarios fijos, aunque más relajados.
LA ALIMENTACIÓN
Tras los hábitos alimenticios probablemente más relajados del verano, es importante volver a controlar de cerca la rutina alimentaria, aprovechando para ello el inicio del colegio. El desayuno es parte clave de la alimentación del niño. Debe cubrir el 25% de las necesidades calóricas diarias.
Niños en el aula bostezando, con problemas para concentrarse y con carencias en las actividades deportivas, pueden tener un problema nutricional, que no se solucionará con bollería industrial o embutidos grasos de baja calidad.
Un desayuno completo –explica el especialista de la AEP–debe incluir lácteos, cereales y fruta. Si el niño come en el colegio, se debe revisar el menú al comedor escolar para planificar las comidas de casa: “Hay que ser proactivos en la alimentación de nuestros hijos y saber qué comen”.
El Dr. Rodríguez también recomienda dejar de lado la bollería industrial y “aprovechar a media mañana o la hora de la merienda para incluir fruta en la dieta en forma de piezas enteras, no de zumo”. De esta manera se disfrutará de los beneficios de una alimentación equilibrada.
MOCHILAS PELIGROSAS
La Organización Médica Colegial (OMC) y la Fundación Kovacs han puesto en marcha una nueva campaña con el objetivo de prevenir las dolencias en la espalda de los escolares y reducir su impacto durante su niñez y futura vida adulta.
Una parte de esta campaña se basa en corregir el excesivo peso del material escolar que los niños cargan diariamente, la incorrecta manera de transportarlo, o el mobiliario escolar inadecuado, también constituyen factores asociados a un mayor riesgo de sufrir dolor de espalda.
El presidente de la Fundación Kovacs destaca que “el peso de la mochila no debe superar el 10% del peso corporal del escolar, sin embargo, los datos disponibles reflejan que como mínimo un tercio de los escolares superan ese límite”.
En este sentido, cuanto mayor sea el tiempo y peso de transporte de la cartera o mochila, y peor el estado muscular del niño, hay mayores posibilidades de padecer dolencias lumbares.
Estudios internacionales demuestran que los escolares que tienen taquillas en sus colegios padecen menos dolores de espalda, ya que no se ven obligados a transportar tanto peso de forma habitual.
Por ello, esta campaña recomienda a los pequeños no llevar más peso del necesario y si se dispone de taquilla en el colegio, usarla para no cargar innecesariamente la espalda.
Para llevar el material escolar, el Dr. Kovacs propone como alternativa a la mochila tradicional aquellas que tienen ruedas, para que la espalda no soporte el peso que los niños tienen que transportar a diario.
“Y si la mochila es de tirantes, lo mejor en edades tempranas es situarla relativamente baja, en la zona lumbar, tan cerca del cuerpo como sea posible, y sujeta con un cinturón de manera que no se bambolee”.