Los doctores en Enfermería, investigadores principales de dos grupos del IdISba, Miguel Ángel Rodríguez y Noemí Sansó.
El Instituto de Investigación Sanitaria de las Illes Balears (IdISBa) está trabajando en el desarrollo de un plan estratégico para potenciar la investigación enfermera en el entorno de la sanidad balear. Se trata de un trabajo complejo. Las enfermeras tienen en estos momentos graves problemas para desarrollar una tarea investigadora acorde a sus posibilidades, como consecuencia del aún reciente reconocimiento del nivel y potencial científico de la Enfermería.
Noemi Sansó, investigadora principal del grupo CURES (Grupo de Cuidados, Cronicidad y Evidencias en Salud) del IdISBa recuerda que «a pesar que la Enfermería lleva más de 40 años en la Universidad, no es hasta hace pocos años que puede acceder a la formación de máster y doctorado sin necesidad de tener que estudiar otra carrera diferente».
Todo ello derivó en que muchas vocaciones científicas se perdieran, pese a lo cual «las enfermeras han investigado mucho», pero en unas circunstancias en las que era difícil o casi imposible acceder a los reconocimientos que lleva aparejada la financiación necesaria para desarrollar esta actividad investigadora.
«En estas circunstancias muchos de los doctores en Enfermería —explica la Dra. Sansó— lo somos desde hace poco tiempo. Yo misma me doctoré en 2014 y muchos compañeros lo han hecho recientemente o están aún en proceso».
Las enfermeras en general y en Baleares en particular, necesitan apoyos, no para comenzar a investigar, que eso es algo que llevan años haciendo, sino para hacerlo por fin con el apoyo y reconocimiento adecuados. De ahí la importancia del paso que está dando el IdISBa en este sentido.
«Necesitamos —explica la Dra. Sansó—tener estructura, formar redes. Se ha hecho mucha investigación en enfermería, pero de forma aislada. En nuestro caso, nos unimos un grupo muy ecléctico de 19 investigadores en cuidados (aunque en realidad representamos a muchos más investigadores de este sector), formando el Grupo CURES en el IdISBa. Fuimos el primer grupo del Instituto dedicado específicamente a la investigación en cuidados y liderado por enfermeros (Miguel Ángel Rodríguez y yo misma). Afortunadamente, a día de hoy, el IdISBa cuenta con otro grupo liderado por un enfermero».
Esa “juventud” de la Enfermería, con plena competencia investigadora, ha generado lo que la Dra. Sansó describe como «un círculo vicioso», teniendo que llevar a cabo proyectos de investigación a nivel local, poco competitivos, y que, por tanto, no generan resultados atractivos para las revistas de impacto:
«Además, dado que los doctorados en Enfermería son recientes, los currículos son aún poco competitivos y eso nos dificulta también el acceso a la financiación.» En muchas ocasiones, -añade- los evaluadores de las convocatorias competitivas no son competentes en la evaluación de nuestros proyectos, por no ser expertos en el objeto de estudio o bien por no dominar la metodología de investigación cualitativa, que frecuentemente se utiliza en la investigación en cuidados.
«Necesitamos que haya más evaluadores con competencias en Enfermería y eso es algo que ya existe porque, por ejemplo, muchos de nosotros, del grupo de Baleares, somos evaluadores en convocatorias nacionales», concluye la investigadora a este respecto.
Históricamente, en España, las enfermeras hemos investigado por encima de los recursos que hemos tenido, como demuestra el hecho que la producción enfermera está en mejor situación en el ranquin mundial de producción científica en el área de enfermería (7ª posición), que lo que está a nivel de la producción científica global del país (posición 11), según los datos de Scimago Journal & Country Rank (SJR).
Pero la producción científica es cada vez más difícil sin acceso a financiación, «Solo la publicación de los resultados en las revistas científicas puede costar 3.000 euros, explica la Dra. Noemí Sansó, que añade que «necesitamos apoyo a nuestros proyectos y apoyo institucional».
El apoyo a los proyectos se traduciría en convocatorias específicas para investigación enfermera, «algo que el IdISBa tiene previsto hacer en estos momentos». También en «la necesidad de evaluadores con competencias en enfermería que introdujeran cada vez más la “mirada enfermera” en el proceso de validación de proyectos científicos».
Las enfermeras investigadoras necesitan también «mayor representación en todos los ámbitos. Por citar un ejemplo: el Comité de Ética de la Investigación Clínica de las Illes Balears, está formado por 27 miembros, de los cuales solo uno es enfermera». En otras estructuras se van corrigiendo estas deficiencias, en este sentido, ha sido una buena noticia la incorporación de la Dra. Sansó al comité científico interno del IdISBa «lo que hace que llegue más esa “mirada enfermera” también a la dirección del Instituto».
En estos momentos, además, «no hay a nivel autonómico proyectos propios de investigación en enfermería, potenciar este tipo de convocatorias ayudaría muchísimo cuando no se tiene acceso a proyectos nacionales». La investigadora muestra su reconocimiento al Colegio de Enfermería por su apoyo a la investigación: este año han financiado 11 proyectos, con 40.000€ en total, lo que ha permitido salvar varias iniciativas.
Por otra parte, es importante un apoyo institucional «que haga posible que haya más enfermeras liberadas dedicadas a la investigación.» «Necesitamos también —explica la doctora en Enfermería— crear red con otros grupos de investigación, para lo cual debemos tener facilidades, por ejemplo, para hacer estancias en centros de investigación».
Y todas estas apreciaciones en un ámbito como es la investigación en salud, que genera gran transferencia. «La evidencia que genera la investigación enfermera se transfiere con mucha facilidad. No genera muchas patentes, pero sí tiene una repercusión directa en la modificación de protocolos y guías clínicas, lo cual se refleja en una cada vez mejor atención al paciente», concluye.