Los genéricos no ahorran. En España, por ley, el precio de un medicamento financiado por el sistema sanitario con marca y el de un genérico, es el mismo, de modo que no hay diferencia económica para el Estado entre dispensar estos medicamentos de marca o genéricos. Sin embargo, la ley prima la dispensación de genéricos.
La normativa determina que cuando la prescripción se realice por principio activo, el farmacéutico debe dispensar el medicamento de menor precio. En caso de igualdad, el genérico. Esto perjudica a las farmacéuticas que comercializan esas marcas, sin que suponga un ahorro.
Estos datos se han informado en el seminario para periodistas ‘aspectos legales en la prescripción y dispensación de medicamentos de marca y genéricos’, organizado por la compañía pfizer -en la real academia de jurisprudencia y legislación de madrid- con el aval de la asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS).
En este encuentro los expertos profundizaron sobre la actual igualdad de precio de los medicamentos de marca y genéricos en el sistema de financiación público, la normativa que regula la fijación de precios, la prescripción y la dispensación de medicamentos, y cómo el marco legal impacta en la adherencia terapéutica.
Según josé miguel Fatás, (abogados Uría menéndez) “la regulación ha llevado a una equiparación de los precios de los medicamentos de marca y genéricos. Así, la dispensación de un genérico no supone un ahorro farmacéutico respecto del de marca, en contra de la creencia general”.
Un paciente podría elegir a igualdad de precio entre el medicamento de marca o su genérico sin que esto represente más gasto. El paciente debe poder conocer las diferencias que para su tratamiento puede tener la prescripción de un medicamento de marca o uno genérico y solicitar esta información al médico.
Durante el encuentro, se ha abordado también la cuestión de la bioapariencia. La legislación actual no requiere que los medicamentos genéricos tengan la misma apariencia que el medicamento de marca (innovador de referencia); es decir, las características físicas externas que presentan las formas orales.
Como tampoco el color, la forma o el tamaño, así como el acondicionamiento secundario (el cartonaje, los blisters o el bote que los contiene) de unos y otros medicamentos no tienen que coincidir, según se explicó en ‘aspectos legales en la prescripción y dispensación de medicamentos de marca y genéricos’.
Antoni Sicras, jefe de proyectos de la Dirección de planificación de Badalona-Serveis assistencials, considera que “los medicamentos genéricos pueden contribuir a una falta de adherencia terapéutica (incumplimiento por parte del paciente), debido a la confusión que pueden provocar en algunos pacientes.
Entre los potenciales factores para desencadenar la mala adherencia (determinante en muchas ocasiones de malos resultados terapéuticos), pueden influir las distintas presentaciones del medicamento si se dispensan distintas ‘marcas’ (apariencia de la caja, forma de la pastilla, excipiente, etc.)”.
Además, se ha recordado la importancia que representa la inversión en investigación en nuestro país. La industria farmacéutica innovadora asentada en España invirtió 928 millones de euros en Investigación y Desarrollo en 2013. Este dato revela que es uno de los sectores que más invierte en I+D.
Pese a ello, el dato supone un descenso del 4,6% respecto al año anterior que viene derivado de los fuertes ajustes sufridos por el mercado farmacéutico en época de crisis. Y es que la inversión en I+D es uno de los pilares básicos de cualquier país moderno y una vía para mejorar la difícil situación económica.
Los expertos presentes en encuentro señalaron que el paciente toma cada vez más un papel protagonista en la toma de decisiones sanitarias que involucran la calidad de su salud. Lo explicó antonio Torralba, presidente de la Coordinadora Nacional de pacientes con artritis (Conartritis), en su ponencia.
Torralba dijo que “la marca facilita el reconocimiento de la medicación por parte del paciente. Especialmente si hablamos del paciente crónico, quien habitualmente suele ser una persona polimedicada y mayor, acostumbrada a tomar la misma medicación desde hace ya años”. Y añadió: “por ese motivo es importante concienciarnos de que, a igualdad de precio, tenemos el derecho como ciudadanos y pacientes de elegir el tratamiento que queremos seguir”.