Campaña de vacunación en México. Imagen de Paulette636 / Wikipedia
Los servicios de inmunización comienzan a recuperarse lentamente de las perturbaciones causadas por el COVID19, aunque millones de niños siguen corriendo el riesgo de contraer enfermedades mortales, según la OMS, UNICEF y Gavi. Una nueva y ambiciosa estrategia mundial pretende salvar más de 50 millones de vidas mediante la vacunación, informa la OMS en un comunicado.
Las tres organizaciones han destacado también la necesidad urgente de renovar el compromiso de la comunidad mundial para mejorar el acceso y la aceptación de la vacunación. “Las vacunas contribuirán a poner fin a la pandemia de COVID-19, pero solo si garantizamos un acceso justo para todos los países y ponemos en marcha sistemas sólidos para distribuirlas”, dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
“Y si queremos evitar que aparezcan múltiples brotes de enfermedades potencialmente mortales como el sarampión, la fiebre amarilla y la difteria, debemos garantizar la protección de los servicios de vacunación sistemática en todos los países del mundo”, añadió. Una encuesta de la OMS ha revelado que más de una tercera parte de los países encuestados (el 37%) siguen registrando perturbaciones en sus servicios de inmunización sistemática.
Las campañas de inmunización a gran escala también están interrumpidas. Según los nuevos datos, 60 de estas campañas que salvan vidas están actualmente aplazadas en 50 países, lo que expone a unos 228 millones de personas –la mayoría niños– al peligro de contraer enfermedades como el sarampión, la fiebre amarilla y la poliomielitis. Más de la mitad de estos 50 países afectados se encuentran en África, lo que pone de manifiesto las desigualdades persistentes en el acceso a la inmunización.
Las campañas de inmunización contra el sarampión, que es una de las enfermedades más contagiosas y puede provocar grandes epidemias allí donde la gente no está vacunada, son las más afectadas. Hasta la fecha se han aplazado 23 campañas de vacunación contra el sarampión, una situación que afecta a unos 140 millones de personas. Muchas de estas campañas se han retrasado ya durante más de un año, siempre según la información ofrecida por la OMS.
“Incluso antes de la pandemia se observaban indicios preocupantes de que estábamos empezando a perder terreno en la lucha contra las enfermedades infantiles prevenibles, ya que 20 millones de niños no habían sido vacunados”, dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF. “La pandemia ha empeorado una situación que ya era adversa, ya que desde su aparición millones más de niños han quedado sin vacunar.»
Y añadió: «Ahora que las vacunas están en la mente de todos, debemos mantener esta energía para ayudar a todos los niños a ponerse al día con sus vacunas contra el sarampión, la poliomielitis y otras enfermedades. No tenemos tiempo que perder. El terreno perdido significa vidas perdidas”. Como resultado de las deficiencias en la cobertura de vacunación, se han notificado recientemente graves brotes de sarampión en países como la República Democrática del Congo, el Pakistán y el Yemen.
Es probable, vaticinan desde la Organización Mundial de la Salud, que se produzcan en otros lugares, ya que un número cada vez mayor de niños no recibe las vacunas que salvan vidas, advierten los tres organismos. Estos brotes se están produciendo en regiones que ya se encuentran en situaciones de conflicto o que están afectadas por la interrupción de los servicios debido a las medidas de respuesta al COVID19, siempre según fuentes de la organización internacional.
El suministro de vacunas y otros equipos también es esencial para la vacunación infantil. Debido a las interrupciones al inicio de la pandemia de COVID19, UNICEF suministró 2.010 millones de dosis de vacunas en 2020, frente a los 2.290 millones en 2019. “Es probable que millones de niños de todo el mundo no reciban las vacunas básicas, ya que la actual pandemia amenaza con anular dos décadas de avances en la inmunización sistemática”, afirmó el Dr. Berkley, Director Ejecutivo de Gavi, la Alianza para las Vacunas.
“Para apoyar la recuperación después de la COVID-19 y para luchar contra futuras pandemias, tendremos que garantizar la prioridad de la inmunización sistemática, al tiempo que nos centramos en llegar a los niños que no reciben ninguna vacuna sistemática, también denominados “niños con dosis cero”. Para ello, tenemos que trabajar juntos –entre las agencias de desarrollo, los gobiernos y la sociedad civil– para garantizar que ningún niño se quede atrás”.
Para ayudar a afrontar estos retos y apoyar la recuperación después de la pandemia de COVID19, la OMS, UNICEF, y otros asociados han presentado la Agenda de inmunización 2030 (IA2030), una nueva y ambiciosa estrategia mundial para ampliar al máximo el impacto de las vacunas que salvan vidas mediante sistemas de inmunización más sólidos. IA2030 se centra en la vacunación a lo largo de toda la vida, desde la infancia hasta la adolescencia y la tercera edad.
Si se aplica plenamente, evitará unos 50 millones de muertes el 75% de ellas en países de ingresos bajos y medios bajos. Los objetivos que es preciso alcanzar para 2030 comienzan por lograr una cobertura del 90% de las vacunas esenciales administradas en la infancia y la adolescencia, reducir a la mitad el número de niños que no reciben ninguna vacuna, completar 500 incorporaciones nacionales o subnacionales de vacunas nuevas o infrautilizadas, como las del COVID19, el rotavirus o el virus del papiloma humano (VPH).
«Es necesario que todas las partes interesadas en la inmunización tomen medidas urgentes» señalan desde la OMS, fuentes de la cual han expresado que para alcanzar los ambiciosos objetivos de IA2030, la OMS, UNICEF, Gavi y sus asociados hacen un llamamiento para que se tomen medidas audaces:
Los líderes mundiales y la comunidad mundial de la salud y el desarrollo deberían comprometerse explícitamente con la IA2030 e invertir en sistemas de inmunización más sólidos, con enfoques adaptados a los países frágiles y afectados por conflictos. La inmunización es un elemento vital de un sistema sanitario eficaz, fundamental para la preparación y la respuesta ante una pandemia, y resulta un elemento clave para prevenir la carga derivada de múltiples epidemias a medida que las sociedades se reabren. Todos los países deberían desarrollar y aplicar planes nacionales de inmunización ambiciosos que se ajusten al marco de la IA2030, y aumentar las inversiones para que los servicios de inmunización sean accesibles para todos. Los donantes y los gobiernos deberían aumentar las inversiones en investigación e innovación, desarrollo y suministro de vacunas, centrándose en las necesidades de las poblaciones desatendidas. La industria farmacéutica y los científicos, en colaboración con los gobiernos y los donantes, deberían seguir acelerando la investigación y el desarrollo de vacunas, garantizar un suministro continuo de vacunas asequibles para satisfacer las necesidades mundiales y aplicar las lecciones de COVID-19 a otras enfermedades.