P.- Comencemos por definir el fenómeno. ¿Qué es el turismo sanitario y cuáles son sus objetivos como negocio, como servicio?
R.- Aunque hay muchas definiciones y algunas muy diferentes, yo diría que el turismo sanitario es aquel que practican las personas que aprovechan su estancia en un país, o acuden ex profeso a ese país, para visitar un centro médico y solucionar un problema de salud. La razón de acudir a otro país podría ser que en el suyo el proceso que precisa no lo cubre el sistema sanitario o porque es más caro que en el país de destino.
P.- ¿Es similar todo el turismo sanitario?
R.- Me gustaría definir dos grandes categorías: el turismo sanitario que llamamos de bienestar (wellness, spas…) y luego está el que busca una atención médica. Y dentro del último, aun podemos diferenciar el paciente que acude a un tratamiento de medicina estética, el que busca una medicina preventiva y lo más interesante que es el que solicita una medicina curativa, con un diagnóstico y tratamiento de enfermedades
P.- ¿Cuál la situación de la estacionalidad en Baleares en estos momentos, qué tipo de iniciativas se están desarrollando para alargar la temporada y cómo podría el turismo sanitario mejorar la situación en este sentido?
R.- Sigue habiendo estacionalidad, pero se está comenzando a controlar y Baleares es un claro ejemplo de ello. La crisis turística de los años 90 con la fuerte competencia del Norte de África y del Este de Europa nos ayudó a diversificar la oferta. Así, se han aumentado las prestaciones en los hoteles, se han mejorado las campañas de promoción, se han desarrollado eventos deportivos y culturales, fiestas populares, se han mejorado las comunicaciones, se han creado nuevos productos turísticos, se ha captado turistas con más tiempo para viajar, etcétera.
P.- Hay analistas que dicen que España en general y Baleares en particular, pese a tener todos los elementos necesarios para desarrollar el turismo sanitario va a la cola, tras países menos dotados. ¿Qué iniciativas exitosas se han llevado a cabo en este ámbito en España y en otros países, de las que podamos aprender, sea de errores o de aciertos?
R.- Desde luego. No se entiende cómo siendo España el séptimo mejor sistema sanitario del mundo, según la OMS, o siendo el tercer destino turístico a nivel mundial, esté como está a nivel de turismo sanitario. Mientras que países que están muy por debajo de nuestros niveles, estén funcionado mejor. Es verdad que están surgiendo iniciativas, como en Alicante el Mediterranean Health Care, en la Costa del Sol hay un cluster, en Valencia (Benidorm), en Cataluña se han hecho cosas, en Murcia… pero no dejan de ser iniciativas puntuales.
P.- ¿Y en otros países?
R.- Pues hay países que sorprendentemente están haciendo las cosas bien en turismo sanitario. Es el caso de Tailandia, que tiene una sanidad muy buena, con muchísimos hospitales acreditados por la Join Comission, los costes son bajos, y tienen una facultad de Medicina muy potente con un gran prestigio mundial. Otro caso paradójico es Hungría, que tiene una amplia gama de tratamientos dentales y tiene más dentistas que cualquier otro país; tanto en tratamientos dentales como en cirugía plática tienen muy buenos precios y avanzados tratamientos.
P.- Su estudio se ha propuesto llevar a cabo una investigación cuantitativa a través de encuestas a todos los agentes implicados para determinar la viabilidad de estas iniciativas en las islas y establecer su papel como posible motor económico el producto turismo sanitario en las Islas Baleares. ¿Cuáles son los primeros resultados de esta investigación?
R.- Tras los estudios que estoy realizando de cara a mi tesis doctoral y aún sin haberlos concluido, dado que ya he estudiado mucho el fenómeno, veo que potencialmente las Baleares son un destino turístico claro. Y me baso en que ya existe una oferta sanitaria de calidad tanto pública como privada, una gran oferta hostelera, hay accesibilidad, buen clima, oferta complementaria, seguridad y también la existencia de muchos residentes extranjeros, lo que ha hecho que existan ya servicios de traducción, etcétera.
P.- Baleares tiene una planta hostelera y de servicios turísticos excelente y una planta hospitalaria privada de primera magnitud. ¿En qué ha de mejorar, qué ha de desarrollar para triunfar en el turismo sanitario: mejorar en algo esas plantas, coordinarse mejor con los agentes turísticos y sanitarios…?
R.- Primero y fundamental, mejorar el posicionamiento de las Baleares como destino sanitario. Necesitamos un buen marketing, pero sobre todo necesitamos prescriptores que nos ayuden a generar credibilidad. Nos tienen que conocer no solo por la sanidad pública sino por la sanidad privada. En segundo lugar hay que buscar verdaderas ventajas competitivas. El precio será igual o más caro que otros destinos de turismo sanitario (probablemente no podamos luchar contra la India o Singapur). Habrá que buscar esas ventajas basadas en el clima, en los hoteles de lujo, en un servicio personalizado. Y por último, tenemos que saber a dónde vamos y hacer cambios organizativos y de modelos de gestión.
P.- Recientemente se ha creado la plataforma Spaincares como un medio de canalizar pacientes- turistas a España. ¿Conoce esta plataforma, qué le parece; cree que con iniciativas de este tipo se puede atraer un turismo sanitario a las Islas o hacen falta otro tipo de acciones?
R.- Sí que la conozco y creo que es una buena iniciativa: todas las iniciativas son buenas, aunque creo que no es nada más que lo que han hecho y vienen haciendo las CCAA: fomentar el turismo sanitario. Y es importante el fomento, pero con eso no es suficiente. Sí que es cierto que con esta iniciativa tendremos más presupuesto, se podrán hacer muchas campañas, una página web muy bonita, pero no creo que sea suficiente para nada. Tenemos que saber lo que podemos ofrecer de verdad y una vez sepamos lo que queremos ‘ser de mayores’ ponernos a hacer cosas de verdad.
P.- Indudablemente se conoce la oferta turística balear en todo el mundo… ¿Pero se conoce nuestra excelencia sanitaria del mismo modo? ¿Qué es más importante potenciar para desarrollar el turismo sanitario en las Islas, la oferta turística o la sanitaria?
R.- La oferta turística que tenemos es ya envidiable. Está claro que la que hay que potenciar es la sanitaria. Creo que tenemos un problema desde el punto de vista sanitario y es que nos conozcan: si no nos conocen no existimos. Creo que la escasa acreditación de centros, tanto públicos como privados, generan este desconocimiento. Es curioso como Turquía tiene un 14% de centros acreditados en la Join Comission de EEUU. Si tuviéramos todos nuestros centros acreditados probablemente los pacientes del mundo sabrían de nosotros. Es en eso en lo que hay que centrarse. Pero no eso es suficiente: Creo que además hay que potenciar un modelo combinado.
P.- Gestores sanitarios como el doctor Juan Algersuari han lanzado el reto de convertir Baleares en «la Houston del Mediterráneo». ¿Qué habría que hacer para lanzar esta marca con éxito y atraer pacientes a nuestras instalaciones sanitarias y hoteleras?
R.- Es una buena idea. Es complicado. Se está reflexionando. Se están tomando iniciativas, como el Foro de Turismo de Salud que promovió el Govern. Hay que seguir: elaborar un plan de acción. Creo que una fórmula sería que hubiera más inversión privada, más promoción pública, más gestión público-privada y tiempo.
P.- Para potenciar el turismo sanitario, ¿qué le parece más interesante, potenciar el acceso de pacientes con seguro privado canalizando la oferta balear hacia esas agencias o atraer directamente pacientes de alto standing que vengan a las Islas sin mirar los precios y, con ello, en busca de una gran calidad asistencial y hostelera-asistencial?
R.- Lo ideal sería sin lugar a dudas la segunda opción. La primera hay que potenciarlo, buscando acuerdos globales con esas instituciones, pero lo ideal sería que los pacientes vinieran directamente buscando este producto a nuestras Islas.
P.- ¿Qué resultado cree que daría en Baleares la apertura o ampliación de una o varias clínicas de lujo (naturalmente con una oferta profesional y tecnológica de primer nivel) con una oferta residencial asociada, igualmente de alto nivel?
R.- Sí, creo que iniciativas de ese tipo potenciarían el turismo sanitario, pero repito que no sería suficiente. Esto tiene que venir acompañado de cambios organizativos, de modelos de gestión y enmarcarse dentro de una estrategia global.
P.- Algunas iniciativas locales que ya han tanteado el terreno en las Islas lo han hecho a través de los llamados ‘facilitadores’. ¿Qué opina usted de ese procedimiento, cree que sería mejor acudir directamente al posible cliente (mediante redes sociales, campañas publicitarias, u otros procedimientos) o que habría que recurrir a estos facilitadoresintermediarios?
R.- Los intermediarios son intermediarios (risas) y sí, sería mejor acudir directamente a los pacientes, pero está demostrado que los facilitadores son necesarios en este nicho de mercado. Y sí, creo que habría que acudir a las ferias turísticas, dirigirse directamente al propio cliente. Pero hay que ver lo que hay y eso es que esta figura de los facilitadores está establecida en todo el mundo y es un indicador de la fuerza que tiene el turismo sanitario en muchos países. En EEUU, India o Gran Bretaña los facilitadores tienen un impacto brutal. También en Tailandia, Singapur, Canadá, Turquía… Y el crecimiento ha sido muy grande.
P.- ¿Ha de crecer la planta hostelera y/o hospitalaria privada en Baleares para acoger turismo sanitario, o simplemente ha de transformarse? ¿Cómo ha de ser ese crecimiento o transformación?
R.- Tiene que crecer y mejorar. Necesitamos una clara apuesta de la iniciativa pública que garantice a la iniciativa privada que haga estas importantes inversiones.
P.- Publicitar a nivel mundial paisajes, playas, cocina, actividades deportivas… eso es relativamente fácil o ya se sabe cómo hacerlo. Pero ¿cómo se publicita a nivel mundial un oferta médica de calidad como la que ya sin duda tenemos en las Islas?
R.- ¿Pues si lo hemos hecho con los hoteles, por qué no hacerlo con la sanidad? Nos tienen que conocer. Tenemos muy buena sanidad, pero no nos conocen. Aunque la mejor publicidad es tener esa oferta: hemos de seguir trabajando en casos de éxito, en hospitales acreditados, en una Facultad de Medicina, en desarrollo de tecnología, en buenos especialistas. Hay que seguir trabajando, no debemos vender humo.
P.- ¿Es la investigación biomédica y asistencial que se desarrolla en las Islas suficientemente conocida en los países potenciales emisores de este turismo?
R.- Es básico que lo sea. Si apostamos por el turismo de salud hemos de potenciar la investigación de verdad, mucho más que lo que se hace actualmente. Y hay que crear la Facultad de Medicina.
P.- ¿Cuál sería desde su perspectiva el perfil deseable -o los perfiles diversos- de los futuros turistas sanitarios, serían europeos, de otros países, de países con niveles de riqueza particularmente altos…?
P.- Dependerá del modelo que finalmente elija nuestra Comunidad. Tenemos que ver los casos de éxito que hay en otros países. Ver exactamente qué queremos ser. Y creo que al final vendrá todo tipo de pacientes, probablemente los de países con niveles altos de riqueza. La Secretaría de Estado de Turismo trabaja en la potenciación del turismo sanitario en países identificados como mercados prioritarios como Gran Bretaña, Alemania, Bélgica, Suecia, Noruega, Finlandia, incluso EEUU. Lo lógico antes de iniciar acciones propias sería analizar el resultado de estas acciones.
P.- ¿Qué papel juegan iniciativas encuadrables dentro de este concepto, pero de menor complejidad técnica, como las ofertas de wellness, chequeos asociados a vacaciones, rehabilitación asociada a vacaciones, cirugía o terapias estéticas o terapias de fecundidad asociadas a vacaciones y también a una mayor discreción que si se efectuaran en el lugar de origen? ¿Por qué no ofrecerles un chequeo a los cicloturistas antes de empezar sus vacaciones en las Islas…?
R.- Sí: Hay mucho potencial y en gran parte lo desconocemos. Son ámbitos, esos que señala, que se podrían trabajar mucho. Luego la parte de medicina preventiva… pero tenemos que aclararnos y saber lo que queremos. Hay que especializarse y tener un producto claro que ofrecer a quienes vayan a venir.
P.- ¿Cómo cree que reaccionaría la sanidad privada de países potencialmente emisores de turismo sanitario si estas ofertas cuajaran?
R.- No sería un problema. Hay que tener en cuenta que el sector mueve anualmente más de 60.000 millones de dólares. El volumen de pacientes de este sector crece anualmente de un 25 a un 30%. Los ingresos se incrementan entre un 37 y un 40% cada año. Aunque más de la mitad lo capta EEUU hay más de 50 naciones en el mundo que en estos momentos están haciendo turismo sanitario. Si nos especializamos y tenemos una oferta que cuaje nos importará poco la competencia porque es tan grande el pastel que hay para todos.