Entrevista a la Consellera de Salut i Consum, Patricia Gómez
En plena quinta (o cuarta) oleada de la pandemia de COVID19 en Baleares, la consellera de Salut i Consum del Govern balear, Patricia Gómez, accede a explicar al quincenal Salut i Força cuáles son las circunstancias de este giro de la crisis de salud que se está viviendo en esta comunidad y en todo el mundo desde hace ya más de un año y medio, con las particularidades de la dependencia del turismo y de un sistema sanitario que se lucha por no saturar, al tiempo que se avanza en una vacunación que se pretende que alcance, no ya al 70% que daría la llamada “inmunidad de rebaño” o “inmunidad de grupo”, sino a toda la población de las Islas.
P.- ¿De verdad el origen de esta quinta (o cuarta, según quién haga la estimación) oleada de la pandemia de COVID19, con puntas de más de 800 contagios diarios, es consecuencia de los viajes de estudiantes y de las fiestas de Sant Joan, qué le dicen sus epidemiólogos?
R.- Lo que ha sucedido es que hay personas que se contagian con más facilidad que otras y que hay una variante, la delta, que es mucho más contagiosa. Todo esto, con el aumento de la movilidad general, se puede generar un efecto multiplicador importante. En alguna ocasión me he preguntado cómo estaríamos si no se hubiesen producido esos viajes de estudiantes. Pues seguramente, viendo la evolución de la pandemia al nivel de todas las CCAA, en una situación probablemente similar,
P.- ¿Se está salvando el sistema sanitario balear de la saturación de las anteriores oleadas del COVID19 o se temen que en unos días o semanas la cosa cambie y las UCIs y las plantas vuelvan a estar peligrosamente llenas?
R.- Los hospitales empiezan a notar ya más presión, pero esto se debe a diferentes motivos. En verano solemos tener, en lugar de 1,2 millones de habitantes, unos dos millones. Esto hace que haya más accidentes de tráfico, acuáticos, ahogamientos y otras situaciones que requieren ingresos hospitalarios. Lo que hacemos es adaptar la actividad a la situación. En estos momentos estamos más preocupados por las islas de Eivissa y Menorca, que disponen solo de un hospital público y el apoyo de la sanidad privada. Lo cierto es que el COVID se añade a la situación de que haya muchos visitantes.
P.-¿Hay un regreso a restricciones o un congelamiento indefinido de la desescalada en perspectiva o se espera que esto pase pronto, tras el último paquete de medidas?
R.- En mi opinión nos quedan aún algunas semanas viendo cómo aumentan los contagios. En Mallorca nos hemos estabilizado en torno a los 700 casos diarios, lo que es muchísimo. En Ibiza estamos viendo como la progresión es muy ascendente y todavía no ha llegado a la meseta, mientras que Menorca tiene una incidencia acumulada a 7 días (IA7) que vemos que va bajando. Pero a día de hoy creo que nos quedan aún algunas semanas de más presión y de mucho trabajo, en cuanto a la detección. Por otra parte, espero que todas las restricciones que se han tomado, dirigidas sobre todo al acceso al ocio, den sus frutos, pero desde el Govern estamos trabajando con el Ministerio de Sanidad porque pensamos que si el certificado COVID se asociara a determinadas actividades nos permitiría no tener que imponer estas restricciones y se pudiera mantener la economía pero con un plus de seguridad.
P.- ¿Cómo analiza contagios en residencias de la tercera edad, primero en dos personas con la pauta de vacunación completa; ese goteo de hospitalizados con COVID19 que estaban correctamente vacunados, y el más grave caso de un brote bastante numeroso en una residencia de Ibiza?
R.- Es normal que todo eso vaya sucediendo, tanto el número de reinfecciones, en personas que han pasado la enfermedad pero es posible que vuelvan a pasarla, así como en personas vacunadas que lleguen a desarrollarla. Sabemos que la vacuna tiene una efectividad que no es del 100%. Nos tranquiliza haber visto cómo desde que se vacunaron estos usuarios de las residencias de ancianos, hace varios meses, no ha habido ningún positivo, aunque ahora comienza a haber algunos. Esto sucede porque hay transmisión comunitaria del virus y con ello hay más gente positiva. Sabemos que en las residencias el virus siempre viene de fuera. La buena noticia es que estas personas tengan menos síntomas o que los síntomas sean más leves. Por precaución ingresamos a todos los que tienen síntomas. Hay que tener en cuenta que suelen ser personas vulnerables que tienen otras enfermedades y aunque tengan otros síntomas siempre se pueden complicar con mayor facilidad. Tenemos todo el dispositivo de apoyo en las residencias en marcha, que ha sido reactivado, para poder actuar cada vez que haya un positivo en una residencia. Los trabajadores y todos los residentes se criban. El caso de la residencia de Ibiza no ha dejado de ser una sorpresa, que en un cribado de 25 no salgan 18 positivos…
P.- ¿Comenzarán los escolares el curso 21-22 vacunados en todas las edades?
R.- En poco tiempo vamos a abrir la vacunación de 12 a 15 años. Espero poder tomar la decisión entre hoy y mañana [la noticia con la vacunación a esa franja apareció, efectivamente, el 23 de julio, al día siguiente de la realización de esta entrevista]. Los menores de 12 años de momento no se vacunan, porque no está aprobada la vacuna para tan pequeños. Como se vacunarán con las vacunas de ARNm (Moderna o Pfizer) necesitarán un mes para estar completamente inmunizados, por eso tenemos que hacerlo de una manera ágil para que puedan comenzar el curso vacunados.
P.-¿Nos cogerá la variante Delta a un 90% de prevalencia con una población suficientemente inmunizada?
R.- Lo que estoy diciendo estos días es que no nos conformamos con el 70% de vacunados. Nuestro objetivo es llegar a la totalidad de la población con diferentes campañas, dirigidas a cada uno de los sectores. Siempre es de agradecer el ejemplo que nos están dando los más mayores. Los de más de 70 años están vacunados prácticamente todos. De 60 a 69 lo están más del 80%. Y a los jóvenes, a los que se inculca mucho el trabajo en equipo, entenderán que esto también lo es y se adherirán a las campañas que vayamos haciendo.
P.- Pfizer pide poder poner una tercera dosis de refuerzo. ¿Se está estudiando o no se plantea por el momento, qué pasaría en ese caso con los vacunados de Moderna, Jhenssen o AstraZeneca?
R.- Todas las compañías están haciendo estudios para ver si es necesario. No llevamos ni un año vacunando aún y eso incluye a nivel mundial. Todavía no se sabe cuánto tiempo va a durar la vacuna. Hay estudios que dicen que es probable que la inmunidad pueda durar años. Todo esto se valorará y estoy segura de que tomarán las mejores decisiones. Y si es aconsejable una tercera vacuna, sobre todo para población vulnerable, evidentemente lo haremos.
P.- Y a todo esto ya tenemos turismo. ¿Se está notando a nivel epidemiológico?
R.- Sí, siempre se nota. Hemos manifestado varias veces en el Consejo Interterritorial que el turismo aumenta mucho nuestro denominador de población, pero no a efectos de comunicación de casos. Este verano, lo que se está notando mucho es que los países emisores piden pruebas a la vuelta y a veces los que regresan dan positivo. Esto genera alguna complicación, en el sentido de que han dejado el hotel, no tienen alojamiento, hay que trasladarlos a los hoteles- puente. El 061 está teniendo muchísima actividad por estos y otros procesos en relación, por ejemplo, al mes de mayo. Hacer frente a todo es complicado. Ya tenemos dos hoteles-puente en cada una de las islas grandes, lo que es un plus de garantía de seguridad para los turistas.
P.- ¿Están pudiendo descansar los sanitarios o se les ha pedido otro ‘verano en guardia’?
R.- A los sanitarios llevamos un año y medio pidiéndoles muchos esfuerzos, muchos. Soy muy consciente de lo que supone y de los esfuerzos que se piden porque he dedicado gran parte de mi vida a esa profesión. Pero también he de decir que la mayoría son personas muy solidarias y con un nivel de implicación tremendamente elevado. Tienen el convencimiento de que tienen que estar, que es un momento en el que hay que estar para proteger a la población. Prueba de ello es que cuando hemos montado los centros de vacunación y hemos ofrecido poder participar fuera de las jornadas laborales, han sobrado enfermeras voluntarias. Cada vez que hay un proyecto nuevo los profesionales se implican. Sin embargo, soy consciente de que los profesionales sanitarios están cansados y percibo ahora un cierto desánimo ante esta ola, que le sobraba a todo el mundo, a la sociedad en general y a los sanitarios en particular.
P.- A ya casi un mes vista, ¿qué conclusiones se sacan, como Govern que ha de seguir gestionando una pandemia, del megabrote y de la posterior resolución judicial que obligó a desconfiar a los casos cercanos de los jóvenes que habían dado positivo o no quisieron hacerse las PCR?
R.- En el caso de las decisiones judiciales, probablemente, ni desde el ámbito de la salud tenemos el tiempo, ni la cultura, ni podemos hacer las cosas una detrás de otra. Se hace todo de una manera muy simultánea. Me sucede, y creo que a los sanitarios también, en general, que el lenguaje jurídico es difícil de interpretar, del mismo modo que a los jurídicos tal vez les sea difícil de interpretar el lenguaje sanitario. Nosotros respetamos las decisiones judiciales, pero sí que es cierto que hemos visto consecuencias. Lo que me planteo es que a lo mejor no lo hemos sabido argumentar suficientemente bien para que los jueces lo entiendan. Hay temas que para nosotros son muy e v i d e n t e s , como por ejemplo, el de las cuarentenas en el caso de ser contacto estrecho. Es tan evidente, que durante la cuarentena siguen apareciendo positivos. Sucedió con los estudiantes de Galicia y Andalucía, que cuando llegaron a Valencia les hicieron un test y dieron 14 positivos. Entre los de Madrid también salieron 4 o 5 positivos, en un grupo que era relativamente reducido. Eso significa que pueden seguir saliendo positivos y que tenemos que seguir protegiendo a la población.
P.- ¿Cree que el actual interés judicial por la polémica de los estudiantes confinados seguirá mucho tiempo o se limitará a escuchar a los padres denunciantes, como la ley obliga cuando se trata de una querella?
R.- Estamos a total disposición de la Justicia. Espero que podamos entre todos entregar todos los protocolos y justificar y argumentar y explicar todo nuestro proceder, nuestra manera de actuar habitualmente. Y tengo la esperanza que estas acciones judiciales no tengan consecuencias para nadie dentro del sistema de salud. Nos podemos equivocar, pero cuando uno se dedica a gestionar, no hay una voluntad lesiva o de omisión. Cada día tomamos multitud de decisiones y nos podemos equivocar. Ahora bien, nuestro objetivo es proteger a toda la población, algo que creo que hemos demostrado durante toda la pandemia.
P.- ¿Qué resultados está dando la gestión del certificado COVID, es complejo a nivel administrativo, se ve eficaz a nivel sanitario?
R.- El certificado Covid se creó para facilitar la movilidad de los ciudadanos de la Unión Europea en el Espacio Schengen y no tenía otra finalidad. Lo que pasa es que es cierto que con el esfuerzo que supone de interconexión de todos los sistemas informáticos para poder tener esos tres supuestos de vacunación, prueba negativa y haber pasado la enfermedad, y poder tenerlo disponible de una manera fácil, de lo que nos hemos dado cuenta en la mayoría de países de nuestro entorno es que el certificado Covid se puede utilizar para otras cosas. Es relativamente fácil de liberar la lectura del número denominado validador, al que se accede a través del QR del certificado. Nosotros hemos pedido que se libere la entrada de puertos y aeropuertos a nivel nacional, ya que sería más ágil que tener que presentar un documento en un papel, y luego, para poder proporcionárselo a algunos empresarios de ciertas actividades que supongan mayor riesgo. En esos casos se podría hacer la actividad, asumiendo que existe un riesgo, pero que sería menor, con personas vacunadas. Como decía el presidente de Francia, que los vacunados puedan ir hacia hacer una vida normal y que sean los no vacunados los que tengan algún perjuicio, pero no la mayoría de la gente.
P.- Háblenos de esa hoja ruta que se aprobó hace poco para definir la sanidad balear de los próximos años.
R.- Seguimos desarrollando todos los proyectos que teníamos en marcha, aunque es verdad que hay algunos que no han podido mejorar por la pandemia. Tenemos que hacer autocrítica en algunos casos, como es en el de las listas de espera. Llevábamos un buen ritmo desde la legislatura pasada, pero la gravedad de la situación lo ha empeorado. Esto será un reto muy importante para cuando podamos destinar todos los recursos a la actividad habitual. Para mí es una de las máximas preocupaciones, en estos momentos, porque sé que necesitaremos mucho tiempo para poder recuperar todas las listas de espera que habrá. Por otro lado, seguimos trabajando en Salud Mental, en un modelo integrador con servicios sociales, poniendo cada vez más recursos dirigidos, por ejemplo, a evitar los suicidios, un fenómeno que está aumentando en las edades jóvenes. También estamos atendiendo patología dual o haciendo la reforma del hospital psiquiátrico. En cuanto a reformas de hospitales, la gran reforma del Hospital de Manacor sigue en marcha, igual que la de Son Dureta, el Hospital de Inca y los centros de salud. Tenemos también una hoja de ruta con la calendarización, con los sindicatos, de mejoras a nivel salarial, profesional, formativo y de incrementar número de residentes, promoviendo siempre la salud pública. Por otra parte, algo que esta pandemia nos ha enseñado es la importancia de la promoción de la salud. Hay muchas enfermedades que se pueden prevenir de manera muy importante y deberíamos de invertir mucho más en promoción de la salud y en salud pública antes que solamente en curación, es decir, que la gente no se enferme.
P.- ¿Qué soluciones ve para las listas de espera, quirúrgicas, de consultas y diagnósticas, a corto y medio plazo, tan afectadas por la pandemia?
R.- A partir de los acuerdos que hemos alcanzado con las clínicas privadas, que están totalmente de acuerdo en participar, hemos montado un sistema de admisión centralizada en el Ibsalut, de tal manera que se pueda ir continuamente evaluando las demoras que tienen todos los servicios de cada uno de los hospitales y se puedan ir modulando el incremento de la actividad en uno u otro lado, pudiendo hacerse derivaciones a las clínicas privadas, en los casos en los que sea necesario. Con el incremento de la pandemia estos profesionales están dedicados a los problemas derivados del COVID y el turismo o al proceso de vacunación. Pero pensamos que será una buena apuesta y que evidentemente necesitaremos mucha ayuda de todos los centros sanitarios privados.
P.- Se están presentando o anunciando importantes inversiones en tecnología y en infraestructuras sanitarias. ¿Cómo progresan esos planes?
R.- Tenemos la suerte de contar con fondos europeos. Hay partidas importantes dedicadas a proyectos, muchos de los cuales hemos solicitado. Ya tenemos aprobado uno para el Hospital Verge del Toro. Es verdad que para nosotros es una dificultad más, en el sentido de que son tremendamente exigentes en las comprobaciones, con lo cual el proceso es tremendamente complejo. Sin embargo, nos estamos apuntando a todas las convocatorias que surgen a nivel de Fondos Europeos. En materia de desarrollo digital ahora mismo hay una reunión del ministerio con las comunidades autónomas para promover todos los proyectos de inversión en temas como la historia clínica digital. Para proyectos tecnológicos nos han aprobado, desde el Ministerio de Sanidad, casi 23 millones de euros para renovación tecnológica de equipamientos. Hay que tener en cuenta que un hospital como Son Espases tiene ya más de diez años y la maquinaria, que en su momento era de última generación, se nos está quedando obsoleta y hay que renovarla, lo que es una inversión importante, por lo cual estamos intentando participar mucho de los Fondos Europeos.
P.- ¿Y los centros de Atención Primaria, cómo se están recuperando y que planes de mejora tiene para el futuro?
R.- Hemos aprendido a trabajar con llamadas telefónicas o video consultas, aparte de la actividad presencial, y eso es algo que la gente joven lo agradece mucho, más si tiene horarios de trabajo que les dificulta acudir al centro de salud. En el pasado mes de junio yo diría que la actividad de Atención Primaria estaba prácticamente recuperada al 100%. En ese momento había muy pocos casos covid y eso había permitido incrementar la accesibilidad. Ahora tenemos que volver otra vez, ante el escenario de transmisión comunitaria de covid, teniendo en cuenta que es una enfermedad muy cruel y que ataca a quien tal vez menos te lo esperas, por lo que hay que estar muy protegidos y mantener todas las medidas Y en los centros de salud tenemos que volver a reducir la presencialidad en las salas de espera y en determinadas actividades. Intentamos que sea lo mínimo posible, pero los trabajadores y los usuarios tienen que estar protegidos al máximo.
P.- El año que viene por estas fechas se habrán entregado ya los primeros diplomas a los graduados en Medicina por la Facultad de Medicina de la UIB. ¿Cómo valora estos primeros seis años de una facultad que ya ha cogido velocidad de crucero, con una larga lista de espera y una nota de corte muy elevada?
R.- Éste es uno de los proyectos de los que siempre recordaremos que ha podido ser una realidad y que se puso en marcha a solo un año de haber entrado en el Govern en el año 2016. Es verdad que mucha gente había trabajado muy duro y que se había trabajado también antes de manera intensa en el desarrollo del proyecto. Para nosotros era un reto muy importante como una oportunidad muy buena para que los profesionales puedan desarrollar, además de su capacidad asistencial, su capacidad docente y la investigadora que van muy paralelas. Anteriormente nos habíamos encontrado con profesionales de la sanidad que no querían venir a Baleares porque no había una facultad de medicina y no podrían haber desarrollado de una forma adecuada su actividad docente además de la asistencial. Y es una oportunidad también para poder diseñar y participar en la medida de lo posible En el programa formativo e introducir por ejemplo más visión de la atención primaria, de la que pensamos que en general está poco introducida en otros programas, o de la parte de innovación, con toda la sala de simulación de Son Espases. Es decir, nos permite tener esa visión más estratégica de cara a la investigación, a la que de este modo los profesionales se pueden dedicar con todo el apoyo necesario.
P.- ¿Algún consejo de la consellera de Salut para los lectores de nuestra revista y para toda la ciudadanía?
R.- Tendríamos que acabar con todas las vacunas, habidas y por haber, en el sentido de que muchas personas se vacunaran. Nosotros pediremos más, pero creo que es muy importante que la gente se vacune, muy importante. No podemos dejarlo para después del verano, para después de las vacaciones, para septiembre, porque mañana, cualquiera de nosotros ¡esperemos que no! podría estar en una UCI, boca abajo, entubados. Y no se trata de alentar la cultura del miedo sino la de la responsabilidad, ya que si eso no nos pasa a nosotros también le puede pasar algún familiar o a un ser querido cercano A consecuencia de una conducta imprudente. Por eso yo haría otro llamamiento más. Sé que todo el mundo está cansado y que ya está ola nos ha sobrepasado, y que ya estábamos viendo la luz, pero tenemos que seguir esforzándonos y la vacuna es la solución. Queremos ir más allá de alcanzar ese 70% de vacunación y ser una comunidad ejemplar como creo que lo hemos ido a lo largo de la pandemia.