El Consell de Govern ha autorizado hoy a la Conselleria de Salut para suscribir un convenio con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para el tratamiento y el seguimiento de adicciones entre los presos así como para la formación de los profesionales que los atienden. Se trata de un convenio del Centro Penitenciario de Palma, el Centro de Inserción Social de Mallorca Joaquín Ruiz Giménez, la Unidad de Madres y el Servicio de Gestión de Penas y Medidas Alternativas, mediante la intervención de los profesionales de las unidades de conductas adictivas (UCA).
Este acuerdo nace de la necesidad de impulsar acciones para el tratamiento de la adicción a las drogas entre los presos, un problema muy extendido y que supone una dificultad a la hora de reinsertar adecuadamente el recluso en la sociedad, y que, además, conlleva consecuencias negativas para la salud del recluso que inciden en la salud de los ciudadanos. Estas actuaciones se consideran cruciales para ayudar a los presos drogadictos a superar la adicción y evitar posibles recaídas, así como para prevenir el consumo de drogas entre presos que no consumen pero son vulnerables.
Por todo ello, el Ministerio del Interior y la Conselleria de Salud y Consumo quieren aunar esfuerzos para la consecución de los objetivos de tratamiento y disminución de recaídas en cuanto al consumo de drogas, sustancias estupefacientes y prácticas de riesgo relacionadas. Por eso, es voluntad de ambas partes suscribir un convenio de colaboración con el objeto de regular las acciones en materia de tratamiento y seguimiento de los penados así como la formación de los trabajadores de instituciones penitenciarias en materia de drogodependencias y conductas adictivas.
Pueden beneficiarse del tratamiento todos los presos privados de libertad o condenados medidas alternativas que lo soliciten, con independencia de su situación procesal penal, y cumplan los criterios de inclusión en el programa. Por otra parte, podrá beneficiarse de la formación el personal funcionario o laboral que, por razón de su trabajo (vigilancia, enfermería, tratamiento, etc.), tenga contacto con los internos, según la necesidad detectada por parte de los centros penitenciarios.