Los doctores Pedro J. Fernández y Hermann Ribera, del servicio de Antesiología del Hospital Juaneda Miramar.
El Dr. Hermann Ribera, médico especialista en Anestesiología y Reanimación de la Unidad de Tratamiento de Dolor Crónico del Hospital Juaneda Miramar, integrado en la red Juaneda Hospitales, ha llevado a cabo por primera vez dentro de la sanidad privada balear, la colocación de un neuroestimulador medular, en dos pacientes afectos de dolor crónico.
Este moderno procedimiento, permite mediante la colocación de un sistema especial de electrodos en el espacio epidural de la columna lumbar, reducir sensiblemente el dolor que el paciente sufre, y con ello mejorar su calidad de vida. “La neuroestimulación medular —explica el Dr Ribera— es una técnica intervencionista para tratamiento del dolor crónico”.
Esta técnica mejora el dolor crónico en varias de sus tipologías, siendo más eficaz en el tratamiento del dolor de origen neuropático. El procedimiento que se realiza al paciente “consiste en la colocación de unos cables eléctricos o electrodos en el espacio epidural, que van conectados a una pila o generador, todo ello debajo de la piel”, detalla el Dr Ribera.
“Estos electrodos —añade el especialista— envían unos impulsos nerviosos a la médula espinal y a los nervios que están implicados en el dolor crónico que tenga el paciente. El efecto final de este dispositivo es analgésico, logrando mediante la aplicación de una corriente muy fina y agradable ‘despistar’ el dolor original.” Este nuevo procedimiento está indicado para pacientes con dolor crónico.
Como se ha dicho, está indicado especialmente para dolor neuropático o de origen nervioso, aunque donde la evidencia científica que lo sustenta resulta más consistente es en dos tipos en concreto: “Uno es el derivado de las cirugías repetitivas de columna lumbar, que no han ido bien y que dejan dolores intensos residuales al paciente en la zona lumbar y radicular en las piernas.”
“Son esos casos —continúa— en los que ya no hay más posibilidades quirúrgicas.” Otra patología en la que está muy indicada la neuroestimulación medular es “el síndrome regional complejo, también llamada distrofia simpático refleja, que suele afectar a los pies o las manos, es decir, en las extremidades distales, en las que se quedan dolores neuropáticos después de traumatismos o cirugías”.
Son dolores éstos, añade el Dr Ribera, “muy rebeldes a los analgésicos”, por lo que este procedimiento es idóneo. Hay otras indicaciones para la neuroestimulación medular como en la polineuropatía diabética, la isquemia vascular crónica, etcétera, entre las más frecuentes, aunque las dos patologías con mayor eficacia conocida son las antes mencionadas.
El equipo de anestesiología de Juaneda Miramar está aplicando estos electrodos mediante un procedimiento planificado en dos fases. “En la primera —explica el Dr Ribera— colocamos los electrodos en el espacio epidural, bajo sedación y anestesia local, y en lugar de conectarlo ya al generador definitivo, lo que hacemos es sacar los cables e inicialmente conectarlos a un generador externo”.
Así se deja durante unos 15 días. De esta manera, el paciente se puede ir a su casa en 24 horas y allí probar y monitorizar el efecto analgésico de los electrodos. “Si es eficaz en cuanto a alivio del dolor y mejora de la funcionalidad —explica el especialista— en 15 días volvemos al quirófano y conectamos los electrodos a la pila o generador definitivo que ya va a ir debajo de la piel.”
La neuroestimulación medular es un tratamiento que existe desde hace ya unos años aunque ha experimentado grandes avances tecnológicos en este siglo. El tratamiento se ha ofrecido en Baleares en el ámbito de la Neurocirugía de la sanidad pública, pero no por el procedimiento percutáneo del que es pionero este servicio de Juaneda Miramar:
Para colocar el dispositivo “se hace un pequeña incisión en la piel y a través de agujas se colocan los electrodos, hasta que se monitoriza que la cobertura de la corriente alcanza toda la zona dolorosa, lo que es el factor clave. Después se dejan fijados esos electrodos en la fascia lumbar. Lo novedoso es el uso de agujas percutáneas y en dos fases, iniciadas con un periodo de prueba de 15 días.”
Esta innovación en el ámbito de lo que el Dr Ribera denomina “medicina del dolor” es la consecuencia de la alta especialización alcanzada por los anestesiólogos en el tratamiento del dolor crónico, “como profesionales somos los que mejor manejamos los sistemas y los tratamientos analgésicos por nuestra actividad dentro del quirófano”. Así nacieron las Unidades del Dolor.
Estas unidades han sido llevadas históricamente por médicos especialistas en Anestesiología. “Datan de la década de los 70 del siglo pasado en España y en los últimos 20 años han experimentado un desarrollo muy importante, con una especialización cada vez mayor y una exigencia formativa de conocimientos y de tratamientos cada vez más especializados”, destaca el Dr Ribera.
Por otra parte, los pacientes son cada vez más mayores y presentan más dolores crónicos que afectan a los músculos y a los huesos. Además, muchas de esas personas todavía quieren realizar actividades físicas deportivas que provocan o perpetúan esos cuadros dolorosos, lo que sumado a otros factores ha hecho que la incidencia del dolor crónico haya aumentado en los últimos años.
Todo esto ha generado, añade el especialista, la necesidad de atender a un número creciente de pacientes con cuadros de dolor crónico, con la mayor frecuencia en el ámbito músculo-esquelético y en el colectivo de pacientes añosos. En este sentido, la neuroestimulación medular, con los nuevos avances técnicos, que ahora innova Juaneda Hospitales, supone un paso de gigante en el control del dolor.