El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ya tiene los resultados de la encuesta preliminar que, en el marco del estudio COSMO-Spain de conocimientos y percepción social de la pandemia, lanzó el mes pasado para conocer los motivos de quienes aún no se han vacunado contra el COVID-19.
Estos resultados iniciales se basan en el análisis de 2.312 respuestas obtenidas entre el 1 y el 19 de octubre mediante un cuestionario on-line lanzado a través de WhatsApp y distintas redes sociales como Facebook, Twitter y LinkedIn y serán consolidados y reforzados con un estudio complementario. Consulte los resultados peliminares de la encuesta
Los casos de COVID19 detectados en España mientras se realizaba la encuesta fueron 19.884, con una incidencia acumulada a 14 días de 41,9 casos por cada 100.000 habitantes. Para esta fecha se habían administrado más de 71 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 en España, y 37 millones -el 78,2% de la población- había recibido ya la pauta completa.
De los 2.312 ciudadanos que completaron la encuesta correctamente, el 89% dijo no tener la pauta completa. De éstos, 1.998 participantes no se habían puesto ninguna dosis de la vacuna; 53 (3%) se había puesto una sola dosis pero no pensaba ponerse la segunda, y 11 (0,5%) tenían una dosis y estaban a la espera para ponerse la segunda.
Entre quienes no se habían puesto ninguna dosis, el 72% dio como principal motivo que no se vacunaba porque las vacunas «se han desarrollado muy rápido, no son seguras o están en fase experimental»; la segunda razón más citada (48%) es «las vacunas son malas para la salud y me preocupan sus efectos secundarios», seguida de «las vacunas son un negocio’ (44%)».
El cuarto motivo para no vacunarse fue «estoy sano y no necesito vacunarme» (41%) y «las vacunas contra el COVID-19 no funcionan» (41%). El motivo más mencionado entre quienes que se habían puesto una dosis pero no pensaban ponerse la segunda es «haber tenido muchos efectos adversos con la primera» (44%), seguido de «haber pasado ya la enfermedad» (22%).
Otras razones citadas para no vacunarse fueron «el coronavirus no existe» o «las vacunas son un engaño» (12%), «he pasado la enfermedad y estoy inmunizado» o «no me voy a contagiar», ambos un 9%. Con un 8% «no lo hago por problemas de salud o indicación médica» y un 7% o inferior «no creo en las vacunas», «tengo motivos religiosos o éticos» y «sólo creo en la medicina natural’ .
Finalmente un 5% o menos adujo como razones para no vacunarse «desconfianza en la información y en las farmacéuticas (4%)», «estar embarazada» (3%); «no me gusta que me presionen/obliguen» (2%); «me queda lejos el centro de vacunación» (2%); «tengo problemas administrativos» (1%), «tengo miedo a perder el trabajo» (1%) o «prefiero esperar» (1%).
Casi el 60% de los encuestadas que no se ha vacunado respondió no tener intención de vacunarse en el futuro, mientras que un 33% no estaba seguro y un 8% apuntaba que sí tenía intención de vacunarse más adelante. A los 813 con dudas o con intención de vacunarse más adelante, se les preguntó en qué circunstancias se vacunarían.
La mayoría (66%) indicó que se vacunará «cuando pase un tiempo y compruebe que la vacuna es segura»; el 24% se vacunará «si puedo elegir la vacuna» y el 16% «cuando necesite estar vacunado para poder viajar», siempre según los datos de esta primera encuesta realizada por el Instituto de Salud Carlos III sobre las reticencias a vacunarse de los ciudadanos españoles.
Un 9% contestó que lo hará ‘Cuando haya disponibilidad de otra vacuna’ más segura y eficaz, con virus atenuado, intranasal, española, etc, y un 5% mencionó que se vacunará ‘Cuando me aseguren que acudir al centro de vacunación no tendrá consecuencias legales’ y ‘Cuando se tenga más información sobre los efectos secundarios y estos sean menores’ .
Los resultados del estudio también muestran la percepción de la gravedad de la enfermedad en caso de contagiarse de COVID-19. Entre quienes no se han vacunado esta percepción no es muy diferente de lo reflejada en la última ronda de la encuesta COSMO-Spain, destinada a público general.
El porcentaje de ciudadanos no vacunados que piensan que la enfermedad sería ‘grave o muy grave’ en caso de contagio es del 27%, tres puntos más que en la población general (24%). Las medidas preventivas y de protección que los no vacunados refieren practicar con más frecuencia son similares a las de la población general, aunque con una adherencia muy inferior.
Por ejemplo, utilizan menos la mascarilla cuando está recomendada (64% entre no vacunados y 95% en población general); ventilan menos en espacios cerrados (59% vs 94%); cuidan menos la higiene de manos (47% vs 90%); evitan menos los lugares concurridos (40% vs 85%); y cumplen menos la distancia de seguridad (37% vs 87%) y evitan menos las reuniones sociales/familiares (15% entre no vacunados vs 69% en la población general).
Por otro lado, la alfabetización en salud entre la población no vacunada -entendida como facilidad percibida para encontrar, comprender, evaluar y aplicar la información relativa al SARS-CoV-2 y la COVID-19- es en general baja. En un rango de 1 (‘muy difícil’) a 4 (‘muy fácil’), la media es inferior a 3 para todos los casos propuestos y está por debajo de las medias de la población general.
La búsqueda de información entre personas no vacunadas también es baja: un 60% indica que ‘nunca o casi nunca’ consulta información sobre el coronavirus, un 20% más que en la población general. Además, su nivel de confianza en la información sobre COVID−19 y las fuentes que la ofrecen también es baja, con datos también inferiores a los de la población general.
Finalmente, la población que no se ha vacunado o no piensa completar la pauta de vacunación se muestra bastante en desacuerdo con las medidas tomadas en España para reducir la propagación del coronavirus: un 77% considera que las decisiones que se han tomado ‘No han sido adecuadas’ y un 62% opina que ‘Han sido exageradas’, frente a un 29% y un 16%, respectivamente, en la población general.