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Más de dos millones de mujeres padecen endometriosis en España, una enfermedad en la que es vital el diagnóstico

Imagen de richie graham / Wikipedia

El próximo 14 de marzo se celebra el Día Mundial de la Endometriosis, una enfermedad crónica y progresiva que aún permanece infradiagnosticada, pese a que puede llegar a limitar la vida cotidiana de las mujeres que la padecen. Según estimaciones oficiales, la endometriosis afecta a entre el 10% y el 15% de las mujeres, más de dos millones en España.

“Se trata de una enfermedad muy común que, sin embargo, continúa siendo una desconocida para gran parte de la sociedad –resume el doctor Julio Maset, médico de Cinfa-. Este desconocimiento lleva a la mujer a no saber identificar sus síntomas, así como a normalizar el dolor en vez de buscar un diagnóstico y ayuda médica que ayude a frenar su avance.»

Sobre todo, -añade- es muy importante concienciarse de que la menstruación debe ser indolora o el dolor ser leve y no incapacitar”. El endometrio es el tejido que tapiza el interior del útero y que facilita la implantación del óvulo fecundado en caso de embarazo y se descama durante cada menstruación en caso de no haber embarazo.

Cuando el tejido endometrial crece de manera anómala en lugares diferentes al interior del útero se da la enfermedad. Cualquier parte del cuerpo puede verse afectada, pero las más frecuentes son ovarios, ligamentos que los sostienen, el espacio entre recto y vagina o entre vejiga y útero y, con menor frecuencia, trompas de Falopio, intestino y colon, vejiga, vagina, riñones o la pleura.

“Normalmente, el endometrio se expulsa mediante el sangrado menstrual si no se produce embarazo, pero al desarrollarse fuera del útero, en zonas sin posibilidad de salida al exterior, se va acumulando sangre en ellas de manera crónica, lo que provoca un fuerte dolor menstrual”, explica el doctor Maset.

De hecho, en la mayoría de casos de endometriosis, son frecuentes síntomas como dolor pélvico crónico, sangrado menstrual abundante y/o entre reglas, dolor durante el coito, molestias urinarias, fatiga crónica y problemas de fertilidad. “Esta sintomatología puede reducir la calidad de vida y afectar al bienestar físico y psicológico de la mujer».

El especialista añade que además, la paciente «a menudo, se siente incomprendida en su entorno familiar, laboral, social y sanitario, por lo que puede llegar a ser muy incapacitante”. Por eso, resulta primordial un diagnóstico precoz que permita iniciar el tratamiento en las primeras fases de la enfermedad.

En este sentido, Julio Maset insiste en que “si hay dolor intenso coincidiendo con la menstruación, las menstruaciones son muy abundantes o duran más de siete días o si la mujer intenta quedarse embarazada sin conseguirlo, es necesario consultar a un ginecólogo”. Tras un diagnóstico el tratamiento se basa en la administración de analgésicos para mitigar el dolor.

También es importante la terapia hormonal para que ese tejido endometrial no crezca en función del ciclo menstrual. En algunos casos, sobre todo si se han formado quistes, por intensidad del dolor, infertilidad o por verse afectadas determinadas localizaciones, también puede ser necesaria una intervención quirúrgica.

Los casos leves no requieren un tratamiento específico, si bien son recomendables ciertas medidas terapéuticas que traten de prevenir un empeoramiento, como “llevar una dieta equilibrada y no restrictiva, practicar deporte con regularidad y aprender a lidiar con el estrés es crucial para las mujeres con endometriosis a la hora de mantener bajo control su enfermedad».

Pero, «la mejor garantía de una mejor calidad es un diagnóstico temprano y un seguimiento médico adecuado”, resalta el doctor Julio Maset. Para convivir con la endometriosis aconseja evitar las dietas alimentarias muy restrictivas, seguir una alimentación sana y equilibrada, que incluya cinco comidas al día, aumentar la cantidad de frutas y verduras y no abusar de lácteos y carnes.

Se aconseja también mantener la cafeína a raya. El café y las bebidas de cola contienen cafeína, lo que puede influir negativamente sobre los síntomas de la endometriosis. Evita también otros tóxicos como el tabaco y el alcohol. Se aconseja la práctica del deporte con regularidad, con una rutina de ejercicio físico habitual, ya sea al aire libre, en el gimnasio o en casa.

Se aconseja intentar reducir el estrés. Un ritmo de vida inadecuado y que se prolonga en el tiempo puede causar un desequilibrio hormonal. Es necesario reducir todo lo posible el estrés en la vida y, de no ser posible, realizar actividades o aprender técnicas de relajación o respiración que ayuden a gestionarlo y combatirlo.

Un buen descanso es clave. Hay que tratar de dormir entre ocho y nueve horas diarias e intentar que sean reparadoras, porque no solo importa la cantidad de tiempo durmiendo, también es importante la calidad del sueño. Establecer horarios regulares para acostarse y levantarse y realizar cenas ligeras puede ayudar a conseguirlo.

No hay que normalizar el dolor. Si se sufre endometriosis, las molestias pueden ser leves, pero también llegar a ser muy fuertes a veces. El uso de analgésicos para controlar el dolor menstrual puede llegar a hacer normalizar este dolor tan intenso. No hay que habituarse a vivir con esas molestias ni a recurrir siempre a los medicamentos, sino que mejor consultar al ginecólogo.

Hay que acudir al ginecólogo ante cualquier cambio menstrual, sobre todo, si se nota dolor intenso, disminución paulatina de sangre o cualquier cambio significativo en el color de la regla, consultando entonces lo antes posible con un profesional médico. Se aconseja buscar el apoyo de familia y amigos.

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