La alergia es un proceso por el que un individuo reconoce como extraña una sustancia llamada alérgeno, que siendo inocua a la mayoría de la población, induce en éste una respuesta desproporcionada Esta respuesta del sistema inmunológico da lugar a una serie de manifestaciones clínicas características de las enfermedades alérgicas. Más de un 20% de la población sufre algún tipo de alergia y su incidencia ha aumentado de forma significativa en los últimos 25 años.
La edad de debut más habitual es la infancia o el adulto joven, dependiendo del agente y/o de la enfermedad. Se habla incluso del término “Marcha alérgica”, utilizado por los especialistas para referirse a la evolución progresiva de la alergias en la infancia. Los alérgenos son las sustancias antigénicas capaces de producir una reacción alérgica.
Cada paciente alérgico suele estar sensibilizado a varios alérgenos de éste. Según la vía de exposición del alérgeno/s, se clasifican en tres categorías dando cada uno de ellos una sintomatología: Los alérgenos del aire (neumoalérgenos) dan lugar a enfermedades alérgicas en los órganos diana expuestos al aire: ojos (conjuntivitis), nariz (rinitis, pólipos y sinusitis), bronquios (asma). Es el caso de los pólenes y ácaros.
Pueden ser de exterior: pólenes (los más frecuentes: olivo, parietaria y gramíneas), hongos aerógenos (los más frecuentes son: Alternaria, Aspergillus, Penicillium, Cladosporium), ocasionando síntomas solo cuando sus concentraciones son elevadas, aunque siempre en función de la sensibilidad del paciente.
De interior: ácaros domésticos, pelos, escamas, saliva, orina o heces de animales de compañía, hongos, ocupacionales (harinas, maderas, látex), ocasionando síntomas más continuos en el tiempo, según explican los especialistas del Ayuntamiento de Valencia.
Los alérgenos de contacto (contactantes) causan tres clases de trastornos o enfermedades: Dermatitis atópica o eccema atópico; eccema de contacto, urticaria y angioedema. Se originan por muy diversas causas. Tan importante es tratar la propia enfermedad, como averiguar su origen.
Los alérgenos por ingestión son cualquier alimento puede originar reacciones alérgicas, también es relevante la alergia a antígenos ocultos (parásitos y aditivos). Los medicamentos pueden originar reacciones tras su administración oral, inyectable o tópica.
Todos pueden causar alergia, aunque los más frecuentes son los antibióticos y los analgésicos. Dan lugar a reacciones alérgicas agudas con distinta manifestaciones clínicas (urticaria y / o angioedema, asma bronquial, rinoconjuntivitis y/o anafilaxia).
Los alérgenos por inoculación: los medicamentos y los insectos también pueden causar alergia, sobre todo tras una picadura (en el caso de himenópteros como la avispa y la abeja) y raramente vía inhalada (cucaracha). Dan lugar a reacciones alérgicas agudas con distinta manifestación.
Las alergias son un problema que crece y de hecho cada vez se conocen más casos de enfermedades de patogénesis alérgica con origen laboral. Estas son, explican, el resultado de un sistema inmunitario hipersensible frente a una o más sustancias, que reacciona de forma exagerada.
La prevalencia del asma en adultos suele oscilar entre el 3% y el 5%, dependiendo de la definición de asma y de variaciones geográficas, y puede ser considerablemente más elevada en ciertas poblaciones urbanas de nivel económico bajo.
Así la proporción de casos de asma del adulto en la población general que guarda relación con el ambiente de trabajo oscila entre el 2% y el 23%. Por su parte, del 5% al 10% de las consultas en dermatología general corresponden a dermatitis de contacto. De estas consultas un 20% se pueden considerar alérgicas. Así, casi la mitad de las enfermedades laborales corresponden a dermatosis, y de ellas la mayor parte son dermatitis de contacto alérgicas, según los datos ofrecidos por los especialistas.