Ejemplar de la avispa carnicera, «Vespa crabro», localizada en el Puerto de Alcudia - FOTO: A.Costa/UIB
Un equipo de investigadores de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB) ha detectado la presencia por primera vez en las Islas Baleares de la avispa carnicera (Vespa crabro) . Los ejemplares fueron localizados mediante una de las trampas de la red de monitorización del proyecto STOP Invasores ubicada en el Port d’Alcúdia. Los ejemplares fueron recogidos entre agosto y octubre, y se conservan en el Laboratorio de Zoología de la UIB.
La Vespa crabro es una especie de avispa de gran tamaño: las reinas miden de 25 a 35 mm y las obreras, de 18 a 25 mm. Se diferencian por tener la mitad inferior del abdomen de color amarillo, la cabeza de color rojizo y las alas translúcidas. Esta especie de avispa es autóctona de los continentes europeo y asiático, pero no del archipiélago balear. Desde mediados del siglo XIX está también presente en Norteamérica. Es un insecto omnívoro depredador de muchos insectos, incluidas las abejas melíferas. Los investigadores de la UIB señalan que todavía es difícil determinar el impacto que puede llegar a tener esta nueva introducción.
Sin embargo, los científicos alertan de que la introducción de cualquier nueva especie puede suponer una amenaza para el equilibrio ecológico de los ecosistemas naturales y agrícolas. Los investigadores recuerdan la importancia de la participación de los ciudadanos para detectar nidos y ejemplares de esta especie en las Islas Baleares, que fue clave en la erradicación de la avispa asiática. Por eso, les piden que, si encuentran o creen que han encontrado un ejemplar de avispa carnicera, lo comuniquen mediante Vespapp.
También se pide que no capturen el ejemplar, dado que el objetivo es poder seguirlo para localizar la ubicación del nido y así poder eliminarlo. Actualmente, ya han habilitado a Invasapp en redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram), a través de las cuales irán informando y explicando novedades relacionadas con el proyecto. Éste es el primer hallazgo de una especie invasora que se ha hecho en el marco del proyecto STOP Invasores.
Se trata de una iniciativa conjunta de la UIB y el IMEDEA (CSIC-UIB) que ha instalado un sistema de trampas en puertos, aeropuertos y puntos de distribución de productos vegetales para prevenir la expansión de especies invasoras de insectos. El objetivo es conocer los patrones de invasión y expansión de especies invasoras para desarrollar una red de detección temprana que contribuya a dar una respuesta rápida y haga posible controlar la previsible llegada de variedades que en la actualidad se expanden por toda Europa.
El proyecto se lleva a cabo con la colaboración de las conselleries de Agricultura, Pesca y Alimentación, de Medio Ambiente y Territorio, el Centro Forestal de Menut, AENA, la Autoridad Portuaria de Baleares y Puertos de las Islas Baleares , Mercapalma, las empresas Cultivar, Agroilla, Palmafruit y SAU, y los ayuntamientos de Calvià y Manacor. Ha obtenido financiación en la convocatoria para apoyar proyectos de investigación científica y tecnológica 2020-24 de la Consejería de Fondos Europeos, Universidad y Cultura.
El proyecto STOP Invasores está liderado por la doctora Mar Leza, profesora contratada doctora interina del Departamento de Biología y miembro del grupo de investigación en Investigación del Cambio Global de la UIB. Forman parte los doctores Anna Traveset, profesora de investigación del CSIC en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB), Miquel Mascaró, profesor titular de universidad del Departamento de Ciencias Matemáticas e Informática.
También forman parte los doctores Gabriel Cardona, catedrático de universidad del Departamento de Ciencias Matemáticas e Informática y Sandra Hervías, investigadora postdoctoral del IMEDEA (CSIC-UIB); Cayetano Herrera, Pau Colom y Raquel Muñoz, personal investigador en formación de la UIB y el IMEDEA (CSIC-UIB); Andreu Juan, profesor asociado del Departamento de Ingeniería Industrial y Construcción, y Miguel Gómez, técnico superior contratado con cargo al proyecto.