P.- ¿Con qué sanidad espera encontrarse si tras las elecciones del 24M el PSIB-PSOE gana las elecciones o accede a la Conselleria de Salud?
R.- Ha sido una legislatura muy compleja en la que el PP ha priorizado cambios estructurales que han modificado el sistema sanitario. Algunas imágenes de lo que ha sucedido son muy gráficas: de 1.350 profesionales sanitarios que ya no trabajan a bajadas en la actividad asistencial que tienen una consecuencia muy clara, como es el aumento de las listas de espera. No entiendo como un presidente puede darse por satisfecho cuando la lista de espera quirúrgica se ha doblado en tiempo o la de consultas se ha triplicado. Los ciudadanos están sufriendo y lo manifiestan en las encuestas del CIS que indican que la satisfacción por los servicios sanitarios ha bajado 22 puntos en Baleares en tres año, de Record Guinnes, vaya…
P.- Un escenario complejo, sí.
R.- Obviamente continuaremos con problemas como el de la financiación sanitaria, que se tiene que mejorar primero para toda la CAIB, ya que no hay partidas finalistas para sanidad. Se tienen que introducir medidas de eficiencia, pero con lo que nos encontraremos es que la atención sanitaria en 2015 es peor que en 2011.
P.- ¿Qué es, pues, a su juicio, lo primero que hay que hacer?
R.- Pues entre otras cosas restituir derechos y garantías en sanidad a las personas que viven en Baleares, para dar cumplimiento a lo que dice el Estatuto de Autonomía. Nosotros devolveremos la atención sanitaria normalizada a los ciudadanos que viven en las Islas. Y a partir de ahí intentaremos ir mejorándola. Evidentemente quitaremos la tasa por la emisión de la tarjeta sanitaria. Hay que mejorar muchísimo lo que son las listas de espera. Hay que restituir el Decreto de Garantía de Demora que el PP quitó a los ciudadanos hace tres años. Y hay que optimizar los recursos propios.
P.- ¿En qué hay que modificar la Atención Sanitaria?
R.- Por un lado en los aspectos de prevención, educación de la salud, salud pública han de adquirir una nueva dimensión de futuro. Atención Primaria tiene que recuperar su proyecto, motivar a los profesionales e introducir medidas que definan los roles de cada uno de ellos. Atención Primaria tiene que jugar un papel muy importante en lo que es el principal reto de futuro en Balares que es la atención a la cronicidad.
P.- Envejecemos y vivimos más tiempo pero…
R.- El envejecimiento de la población, la pluripatología hace que tengamos que ser muy eficientes en esta estrategia de atención a la cronicidad. Cuando no se puede ‘curar’ lo que hay que hacer es ‘cuidar’. Para participar en ello Atención Primaria tendrá que cambiar determinados parámetros. La atención sociosanitaria se tiene que coordinar mejor. Hay que recuperar el proyecto de desarrollar estos servicios en el antiguo edificio de Son Dureta.
P.- El viejo proyecto de convertir Son Dureta en un gran centro sociosanitario.
R.- Se han perdido cuatro años. No se ha buscado financiación para ello y no hay que dejar perder este recurso. Creemos que en estos momentos no son necesarios nuevos hospitales para enfermos agudos, pero sí que hay reorientar el modelo de atención descargando esos hospitales de lo que es atención sociosanitaria.
P.- ¿Piensan introducir muchos cambios de enfoque?
R.- Los profesionales, tanto de Primaria como de Hospitalaria necesitan tener un proyecto. Que se modifique cómo participan en este proyecto. Y hablo de todos los profesionales, los médicos son muy importantes pero también lo es el personal de enfermería, los psicólogos, los trabajadores sociales, muchísimos profesionales que trabajan dentro del sistema de salud. Nos encontraremos problemas asistenciales importantes. Habrá que priorizar e ir mejorando.
P.- Hablando de las listas de espera, que supongo que será una de esas prioridades, ha dicho que quiere recuperar el Decreto de Demoras que trajo el PP en la antepenúltima legislatura y que derogó al principio de ésta.
R.- Fuimos nosotros quienes en 2003 incluimos en la Ley de Salud que los ciudadanos tenían que tener derecho a ciertas garantías y una de ellas era saber cuándo serías atendido. Eso también lo dice el Estatut. En el periodo 2003-2007 la consellera Aina Castillo lo desarrolló en 2005 con un decreto que decía que si la espera superaba los 180 días en cirugía, 60 para consulta o para pruebas, el usuario podía exigir que le dieran ese servicio en una clínica privada. Nosotros lo mantuvimos. Y nunca tuvimos a nadie esperando más de 180 días en toda la legislatura 2007-2011.
P.- Es decreto fue derogado esta legislatura.
R.- Es que el PP dio prioridad a no gastar dinero, así de claro. Lo que hizo fue reducir la actividad, que en 2012 cayó un 30% respecto 2012. Hace poco salía una información según la cual Son Llàtzer ha batido un record haciendo 12.500 intervenciones quirúrgicas en 2014. Pero es que en 2010 hizo 12.650. Se comparan con ellos mismos. Y claro, si bajas la actividad un 30% es muy fácil que luego mejores. Con el Decreto de Demoras, si la Administración tenía un compromiso de demora máxima y lo incumplía, se podía solicitar ser atendido en una clínica privada. En marzo de 2012 el PP deroga ese decreto.
P.- ¿Qué consecuencias cree que ha tenido ello?
R.- En primer lugar no ha habido datos de listas de espera transparentes: nadie sabe cuanta gente hay esperando más de 180 días. Y la persona no se puede ir a reclamar a ningún sitio si tiene para más de 180 días de espera. Nosotros creemos que eso vulnera las normas, como es la Ley de Salud o el Estatuto de Autonomía. Los ciudadanos han de tener garantías y estamos dispuestos a cumplirlas.
P.- Se dirá que hay mucho riesgo de disparar el gasto por encima de las posibilidades.
R.- Es cierto que en 2010 gastamos 36 millones de € en actividad concertada. Tuvimos que trasladar la actividad de Son Dureta a Son Espases, de modo que el segundo semestre de ese año Son Dureta bajó su actividad un 30 o un 40%. Gastamos ese dinero pero dejamos la espera quirúrgica en 51 días y la de consultas en 30. El PP en 2014 se gastó 30 millones de € en actividad concertada y tiene 114 días de espera quirúrgica y 102 para consultas. La sanidad privada ha de ser complementaria. Primero hay que optimizar los recursos públicos. El PP dice que no paga ‘peonadas’ [intervenciones en horario de tarde, pagadas como horas extra] pero desde hace unos meses como han visto que los resultados son tan malos, han dicho que se haga lo que se quiera, que se aumente la actividad, que no se mire el gasto. No han cumplido el objetivo de déficit en parte por el gasto en sanidad. La realidad es el peor enemigo del PP. Nosotros no tenemos que hacer un discurso de listas de espera. La gente que lo sufre sabe lo que hay, la gente a la que dicen “ya le llamaremos”. Con eso se rompen equidades, ya que el que puede se contrata un seguro médico.
P.- ¿Y cómo hay que arreglar el problema de las listas de espera?
R.- Primero, con transparencia. Yo no me creo lo que hay. Las listas de espera son peor que lo que nos cuentan. Habrá que ver cuantas peticiones de asistencia están en cajones. Habrá que aflorar los datos reales y a partir de ahí, hacer un plan de choque, optimizando al máximo los recursos del Ibsalut. Y si se concierta, en cumplimiento del Decreto de Demora, habrá que cumplir parámetros de calidad. No puede ser que una persona desaparezca de las listas de espera pero sea recibiendo un servicio sin calidad. Lo que es absurdo también es que haya plantillas sin cubrir en determinados hospitales pero se deriven los pacientes a una clínica privada, donde lo atiende –en horario privado –el mismo profesional que en la pública. Y –repito –optimizar recursos. Dicen que Son Espases hizo 20.300 intervenciones quirúrgicas en 2014. Son Dureta hizo 19.700 en 2010, solo 600 menos, pero es que Son Dureta tenía 17 quirófanos y Son Espases tiene 27. Estamos en 1.200 intervenciones por quirófano y año en Son Dureta frente a las 750 de Son Espases. Hay que optimizar recursos y utilizar la sanidad privada como complementaria cuando sea necesario.
P.- ¿Pero no va a costar demasiado dinero todo eso?
R.- Habrá que ir a una nueva financiación autonómica, ver qué se puede hacer con el REB. Las reformas de Son Dureta para convertir el complejo en un centro sociosanitario pueden costar 50 o 60 millones de euros. Hay que buscarlos. ¿Por qué el PP se ha negado a acogerse al Plan Junkers, como han hecho otras CCAA? Y habrá que buscar eficiencia: hacer lo mismo, con menos recursos. Habrá que hacer un ejercicio de prioridades y dar calidad.
P.- ¿Quiere decir que no se está dando calidad?
R.- Lo de las listas de espera es un ejemplo. Habrá que priorizar, ya digo. ¿Cómo para una colonoscopia se puede dar cita para seis meses o un año? Si hay sospecha de cáncer hay que dar respuesta en un mes. Otras patologías no requieren tanta urgencia, pero cómo se puede pasar un taxista un año esperando que le resuelvan una hernia discal… ¿Sin trabajar? Una persona mayor que necesita una prótesis de cadera o de rodilla, puede que no sea urgente, pero un año después estará mucho peor. Y si se traspasa a la sanidad privada se han de cumplir unos mínimos de calidad, cumplir obligatoriamente, como requisito, con unos indicadores de calidad.
P.- En 2011, cuando aún era usted conseller de Salud del último Govern del Pacte de Progrés, hablaba que la legislatura 2011-2015 debería ser la del desarrollo del modelo sociosantario.
R.- Sí. Como ya he dicho tenemos que atender a la cronocidad. Cuando hablamos de pacientes mayores ya nos referimos a personas de 75 u 80 años, que representan un 15 o un 20% y a los que hay que buscar cómo atender mejor. Hay que tratar la cronicidad en Atención Primaria, en los centros de salud, hay que desarrollar atención domiciliaria y coordinarse mejor con los recursos hospitalarios, coordinarse también mejor con los ayuntamientos y los consells. Tenían que desarrollarse recursos sociosanitarios en Son Dureta –y no se ha hecho –en Verge del Toro (Maó) y se ha retornado la propiedad del viejo hospital a la Tesorería de la Seguridad Social. Y en Ibiza había planes para reconvertir el viejo Can Misses y se han echado para atrás. Dejamos un plan para atención a la cronicidad y no se ha desarrollado.
P.- Hablemos de la carrera profesional, que recientemente se ha reactivado.
R.- La carrera ya viene de atrás. Es un reconocimiento a los profesionales y a su actividad docente e investigadora. Se paró el 25% que estaba en marcha y ahora se ha reactivado. Nos hubiera gustado ser consultados. Hay aspectos de la nueva carrera profesional que no compartimos, aunque los profesionales deben estar tranquilos: No tiraremos nada para atrás, aunque hay una serie de aspectos cualitativos que sí hay que poner sobre la mesa. Y la carrera debe aplicarse a todos los niveles, no solo el sanitario.
P.- ¿Es usted partidario de la facultad de Medicina?
R.- ¡De los estudios de grado de Medicina en Baleares es mejor decir! Sí. Para toda España hay un cupo de 7.000 plazas nuevas cada año. Pues que nos den a Balares las 60 u 80 que necesitamos. Son Dureta ha sido un hospital universitario [formando médicos residentes] durante 30 años. ¿Por qué renunciar a impartir también el pregrado? Tenemos una docena de empresas en el ParcBIT haciendo investigación biosanitaria, el IUNICS, el IDISPA… de aquí a pocos años de habrá jubilado el 25% de los médicos y tendremos necesidad de nuevos. Desarrollar el Grado de Medicina en Baleares es una inversión a futuro. Hay un programa de estudios aprobado. De no ponerse en marcha estos estudios pueden perderse fondos para la investigación como los que tiene el IDISPA. Los estudios de Medicina pueden costar algo más de un millón de euros al año, 7 por los 6 años que dura el grado. Solo la subida del IVA le supone a Son Espases un sobre gasto de 8 millones… Necesitamos esos estudios.
1 comentario. Dejar nuevo
Querido Vicens y cuando restituireis los derechos de los profesionales
Sabes sois todos unos demagogos, por eso estais donde estais
Un abrazo