Joan Calafat fue un gran amigo con el que compartí muchos mojones vitales. Nos unía la pasión por la sanidad pública y la defensa del colectivo médico. Aprendí mucho de él. Hace un año que falleció y lo he nombrado muchas veces, quizás para mitigar su ausencia.
Pero la su muerte no nos ha arrebatado a su gran proyecto que goza de una magnífica salud, por eso la alegría de hoy es que su legado está muy bien gestionado por su esposa Beda Trinidad y el director Carlos Hernández y resto del equipo, sin olvidarnos de las siempre buenas opiniones desinterasadas de Pep Codony. Joan tenía muchas perlas de sabiduría sobre la sanidad balear.
Hoy recuerdo dos. “Salut i Forca vale más por lo que calla que por lo que dice“ y “la sanidad no te hace ganar elecciones pero te las puede hacer perderlas “. Mi memoria y mi agradecimiento. 3.000 días/8 años y dos legislaturas después ….
Mucho tiempo para realizar gestión sanitaria y para evaluar la responsabilidad que ha tenido el Govern en el pilar del estado de bienestar de 1.200.000 ciudadanos.
Ya no cabe echar la culpa a Governs anteriores. ¿Cómo está la sanidad pública balear? ¿Hay equidad y simetría en cuanto a la prestación de servicios y la calidad de estos?
¿Qué piensan de ello los mallorquines, ibicencos, menorquines y formenterenses? ¿ Qué piensan los profesionales? ¿Es incentivador ir a trabajar a Ibiza, Menorca y Formentera?
¿Tiene algo que ver la calidad de la sanidad pública con el aumento importante de seguros privados de salud en las Baleares?
¿Hay cada vez más servicios hospitalarios con puestos de difícil cobertura? ¿Por qué cada vez hay más médicos que se van de la sanidad pública a la sanidad privada?
¿Ha mejorado la captación y fidelización de los médicos? Hay muchos interrogantes. Sólo señalaré dos datos demoledores: el basta ya de los pacientes ibicencos y formenterenses, liderados por los pacientes oncológicos donde su dolor y su sufrimiento hiere nuestras retinas, remueve y conmueve a España entera, luchando por su dignidad y por la igualdad en la sanidad pública y el informe de la federación de asociaciones para la defensa de la sanidad Pública (FADSP), correspondiente al 2022, donde se sitúa a Baleares como deficiente y con una evolución hacia peor.
Déficits sanitarios en la sanidad balear Decía en anteriores artículos que ha habido más sombras que luces y enumeraba una serie de argumentos de los déficits sanitarios importantes que seguimos teniendo. Sigue existiendo un déficit importante en el ámbito sociosanitario, donde tenemos grandes necesidades crecientes y con complejidades asistenciales y sociales.
Sublime la sobreactuación en la séptima presentación compulsiva de la maqueta de Son Dureta. Déficit doloroso de recursos en el área de los Cuidados Paliativos, área de especial importancia en la sanidad pública, con unos excelentes profesionales y con una Ley, que desde el 2015, todavía no ha sido totalmente desarrollada. Hay que tener en cuenta que tratan a los pacientes (niños y adultos) más vulnerables, al final de su vida.
Dejaré para otras cosas lo concerniente a los déficits en salud mental.
Nombraré aquí el retraso desesperante y la larguísima lista de espera en la evaluación de la discapacidad y dependencia, a pesar del gran esfuerzo de los profesionales, que provoca la indefensión de los ciudadanos.
Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.