La anemia drepanocítica es una enfermedad hereditaria que presenta una alta incidencia en la zona oriental de Cuba, donde puede llegar a afectar el 8 por ciento de la población. Esta patología, que en Cuba se conoce como sicklemia, produce una destrucción de los glóbulos rojos más rápida de lo normal. Los afectados tienen una hemoglobina anormal, la hemoglobina S, que en determinadas circunstancias deforma los glóbulos rojos y da lugar a anemias, dolor en las articulaciones y los huesos, lesiones en algunos órganos, y trastornos neurofaciales.
La principal causa de morbilidad de esta patología son las crisis de dolor, que son la razón más frecuente de ingreso hospitalario, y los trastornos del sistema nervioso central que pueden conducir a episodios neurofisiológicos con afecciones faciales. Por todo ello, la anemia drepanocítica constituye un problema social y de salud pública en Cuba.
En la actualidad, el diagnóstico de esta enfermedad se realiza mediante la observación de muestras de sangre periférica al microscopio, un procedimiento que resulta costoso porque requiere mucho tiempo y exige poder disponer de personal especializado, sobre todo si el número de pacientes es muy elevado. Además, la observación a través del microscopio tampoco es un procedimiento exacto.
Por ello, ambas instituciones cubanas, la Universidad de Oriente y el Hospital General Doctor Juan Bruno Zayas, de Santiago de Cuba, se han propuesto desarrollar herramientas automatizadas de apoyo a la diagnosis clínica de la anemia drepanocítica que incrementen su fiabilidad y que permitan abaratar los gastos. Ahora bien, uno de los problemas a los que deben hacer frente las instituciones cubanas es la falta de especialistas y el escaso desarrollo que hay Cuba en este ámbito de conocimiento.
Para cambiar esta situación, cuentan con el apoyo de los investigadores de la Unidad de Gráficos y Visión por Ordenador e Inteligencia Artificial (UGIVIA) de la UIB, a través de un proyecto de cooperación universitaria al desarrollo coordinado por el doctor Antoni Jaume, investigador del UGIVIA y profesor del Departamento de Ciencias Matemáticas e Informática. Esta colaboración se materializa a través de la formación de un grupo de doctorandos de la Universidad de Oriente en técnicas de procesamiento y análisis de imágenes que puedan servir de apoyo al diagnóstico de la anemia drepanocítica y los trastornos neurofisiológicos que están asociados.
El proyecto ha contado con el apoyo de la Oficina de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad de la UIB a través de la XI Convocatoria de ayudas para proyectos de cooperación universitaria al desarrollo (2014).
En el marco de este proyecto, dos investigadores de la Universidad de Oriente, la doctora Silena Herold y Pedro Marrero, han hecho una estancia en la UIB. Ellos dos serán los encargados de impartir una conferencia sobre el estado del proyecto, que se realizará el jueves 25 de junio, a las 12 horas, en el seminario 124 del edificio Anselm Turmeda del campus universitario.